-No puede ser que te tenga que soportar...
-Tenemos que hacerlo por ellos...
•••
-Antes te odiaba.
-...
-Ahora te odió más...
Atenea y Gavi tienen que verse casi todos los días, y más por sus dos mejores amigos, quienes se han enamorado perdidamente...
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Atenea
Ya todo el mundo sabia que Zoe y yo, nos encontrabamos en Barcelona.
Y no nomas eso, ¡Nos estan shipiando con unos desconocidos! Ni se quienes son esas personas, pero por ahí dices que son futbolistas.
Apenas me había despertado de la siesta, eran al rededor de las siete de la tarde. Ahora me encontraba revisando mis redes, y mirando las fotos que me había tomado con las personas en el aeropuerto, las reaccionaba y dejaba mensajes bonitos.
—¡Nhea! —gritó Zoe abriendo la puerta, haciendo que me sobresaltara—, ¡Sira esta por llegar!
—¡Idiota me asustaste! —rode los ojos—, ¿no qué mañana iba a venir?
—Pues eso me dijo ella, ya viene en camino, nos tenemos que arreglar.
—¿A donde se supone que vamos? —pregunte mientras me ponia de pie.
—¡Nos vamos al antro! —respondió alejándose de mi habitación.
Solte un bufido, fui al armario, nomas lo abri y ya me dio pereza buscar que ponerme, pero a estar aburrida en el departamento, pues no.
Busque y busque hasta que encontré un vestido color negro, escotado de arriba y pegado al cuerpo. Me lo puse junto a unas zapatillas plata, me puse mi esclava de plata unos aretes, deje mi pelo con mis ondas naturales y por ultimo me maquille. Me hice algo muy sencillo solo rimel, rubor, gloss y ya.
Aliste mi bolso, puse un vapeador eléctrico, dinero y mi movil.
—¡Nhea! ¡Sira nos espera abajo! —me gritó Zoe desde afuera—, ¡apurate!
—¡Voy!
Me di unos retoques en la cara, y salí rapido.
Zoe y yo ibamos casi, casi corriendo ya sabía que Sira nos regañaría, de porque tardamos tanto. Cuando llega al auto me subi de copiloto y Zoe atras.
—Hola hermosa —la salude con un beso en la mejilla, mientras me abrochaba el cinturón.
—Hola bebé —le saludo Zoe al igual que yo.
—¡Hola hermosas! —nos saludo alegre—, ¡Hace mucho tiempo que no las miraba! ¿Ocho años quiza?
—Sip, justo ocho años... —dije.
Sira comenzó a conducir todo el camino ibamos riendo, le contamos del porqué regresamos a Barcelona, también ella nos contó que tiene un novio que se llama Ferran, raro nombre por cierto y que el nos había invitado a todas, al antro, muy gentil de su parte.
Cuando llegamos entramos a la discoteca.
Sira nos comentó que el equipo de fútbol tenía un reservado solo para ellos, porque aunque aquí no le pedían fotos y tenían más privacidad, aún así tenían esa zona solo para ellos.
