-No puede ser que te tenga que soportar...
-Tenemos que hacerlo por ellos...
•••
-Antes te odiaba.
-...
-Ahora te odió más...
Atenea y Gavi tienen que verse casi todos los días, y más por sus dos mejores amigos, quienes se han enamorado perdidamente...
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Pablo Gavi
Me desperté al no sentir a Atenea a un lado.
Revise mi móvil la hora y eran en eso de las cuatro de la mañana. Alze mi cabeza para buscarla con la mirada, las puertas del balcón estaban abiertas, y ahi estaba ella con un cigarrillo en la mano.
Me levante y caminé hacia donde estaba ella.
—¿Como estas? —le pregunte al ponerme un lado de ella.
—Bien... estoy bien —respondió con voz entrecortada—, gracias por quedarte conmigo.
—No es nada, Thea...
Ella no me ha volteado a ver, pero se que estaba llorando.
—¿Quieres hablar? —le pregunte con voz suave.
Se quedó callada un rato pero después respondió: — ¿Por qué el mundo es tan cruel? ¿Por qué el mundo es tan injusto?
Iba a responderle pero no me dejo.
—Si una mujer se pone un shorts corto o un top, o un vestido corto ¿Por qué las personas piensan que somos vulgares? O somos unas putas que solo queremos llamar la atención... Yo iba bien, ¿O no? —me miro—, ¿Acaso el vestido que llevaba estaba muy corto? ¿Era muy provocador?
—No Thea, nada de eso. Estabas muy linda...
—Si, eso es lo que piensas porqué eres mi amigo.
Amigo...
—Pero para otras personas, yo soy una prostituta para ellos —iba a hablar, pero se adelantó—, ¡Era solo una niña! ¡Una niña! ¡Una niña pequeña inocente!
¿Qué?
¿A que se refiere con eso?
—¡Solo una niña! ¿Qué te puede hacer una niña? ¡¿Qué?!
La mire confundido.
—Yo nunca fui la atención de mis padres, para todo era mi hermana... Me hacían sentir mal, mi hermano siempre era el que me consentía, él siempre estuvo para mi... Yo debi morir en vez de el...
—No, no digas eso —la intente parar.
—Si el no se hubiera metido, si tan solo el no me hubiera defendido tal vez él estaría vivo...
