IV.

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27 de Octubre 2019

ANDREA

Luego de huir literalmente de casa de Mauricio, estuve analizando todo detenidamente, no puedo rechazar la oferta de defender a la banda del problema que tienen, aunque quisiera, no tengo trabajo y los ahorros que traje comienzan a terminarse, al igual que la bonificación que me entrego Santiago por la ayuda gráfica.

Me realizó un emparedado con mermelada, es lo único fuera del cereal y el jugo de naranja, que me queda en la alacena, así que eso deberá bastar para no morir de hambre; comienzo a ver una película, cuando recibo un mensaje de mi padre y de inmediato una llamada extraña.

o Papá 👨🦰: Estate preparada, me contactaron para trabajar contigo Andrea y espero que está vez no arruines nada.

Y de la manera más bonita de todas (léase como sarcasmo), mi padre termina de arruinar mi día domingo o eso es lo que pienso, porque por quinta vez seguida, el mismo número telefónico vuelve a llamar, así que contesto con inseguridad.

o Hola?- es lo primero que digo- a quien busca?

o Andrea Betancourt Ruiz?- me asusto al escuchar mi nombre- es usted?

o Si- es extraño que me llamen por todo mi nombre- quien es y que necesita?

o Mi nombre es Pedro David Malaver Turbay- contesta el hombre- soy el artist manager de Morat, me comentó uno de los integrantes que estuvo dialogando con usted.

o Ah, es eso- refuto con tono fastidiado- si es verdad, el señor Villamil me indico que la banda de su hijo necesitaba ayuda legal, pero le mencioné a ese chico que no estoy interesada- me arrepiento cuando lo digo.

o Si claro, ya nos indicó eso también- se queda en silencio unos segundos- pero su padre, el Licenciado Esteban Betancourt, quien trabaja con Universal México y que se negó a ayudarnos, nos envió con usted.

o Lo que me faltaba, otro intento para hundirme- bufa cuando escucha mí no tan susurradas palabras- disculpe, déjeme pensarlo unas horas y mañana a las 3 de la tarde le tendré una respuesta, si gusta podemos vernos en Casa de Isaza por si necesitan convencerme.

o Me parece perfecto- escucho una especie de risa- en eso quedamos Señorita Betancourt, buenas tardes.

Pésimo intento de negocio, es obvio que se notó que no me voy a negar más, necesito dinero si quiero quedarme aquí en Bogotá, así que si me corresponde defender a la banda que arruino un poco mi vida, lo voy a hacer.

Busco en mi página de internet cualquier información reciente de la dichosa banda, sin embargo, veo que la disquera o su manager ha mantenido todo al borde de las publicaciones, por lo que por más que indago, no encuentro nada más que alabanzas hacia ellos, las cuales me causan estrés.

Descanso durante la mañana, salgo a correr un poco por el lugar en donde vivo, es muy acogedor y me parece extraño que no existan tantas personas fuera de un Gym, aprovechando el clima cálido de Bogotá; por más que lo evito, me compro algo de comer fuera de casa, no puedo seguir consumiendo cereal con leche, emparedados y jugo de naranja, eso no es comer.

Camino hacia el lugar del otro día, pero a medio camino debo tomar un transporte, no soy tan buena con las direcciones, nunca lo he sido y suelo perderme en todas partes, además de olvidar las cosas; eso debe venir de mis progenitores, porque Alejandra y Esteban son bastante buenos para recordar todo.

Toco el timbre, me recibe la misma chica de la vez pasada y me indica que se encuentran esperándome en el estudio, así que no pierdo mucho tiempo; saludo a cada uno de los presentes, al tal Villamil solo le ruedo los ojos, para después continuar con el siguiente, un chico de lentes bastante simpático y por último quedarme perpleja, al ver al más bajo de los cinco presentes, siento como una corriente extraña, como si lo conociera de alguna parte.

Mi otro yo- Morat EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora