Mi otro yo- Morat

II.

03 de setiembre 2019

ANDREA

Al fin llega el bendito día en el que tendré que aguantarme dos horas de canciones que espero al menos me gusten un poco, no es que Amor con Hielo y Como te atrevés sean malas, pero no me acostumbro aún a su estilo.

Estoy un poco cruda todavía, anoche nos fuimos de fiesta y creo que se me pasaron las copas, tanto que puedo jurar que golpee a alguien sin querer, aunque no recuerdo muy bien si fue alucinación o realidad, pobre del wey si realmente sucedió porque derrame toda mi botella sobre él o ella.

Me alisto rápido porque en cualquier instante pasa Annie por mí, quedamos de ir a comer con Pablo y Daniela antes del concierto, según no mal recuerdo Nath nos ayudaría a entrar sin tanto problema, así que no estará con nosotros; cuando abro la puerta para irme, logro visualizar la camiseta blanca que trae mi novia, tiene una leyenda en la espalda que dice que le gusta Morat y al parecer tiene la idea loca de que me coloque una igual, definitivamente no me la pondré por nada del mundo, no me gusta llamar tanto la atención, caso contrario a ella.

Luego de una tarde buena al lado de increíbles personas, a mi mejor amigo lo llama su hermana, le indica que si gustamos podemos ir a la prueba de sonido y pasar tiempo con la banda, me parece una idea increíble por mis deseos de emprender en la música; sin embargo, a mi padre no le parece divertido mi pensamiento, porque cuando les quiero contestar, este envía un mensaje para que me dirija a su despacho, según él para solucionar unas cosas antes de mi viaje de mañana, pero sé que solo es para fastidiarme.

- Lo siento chicos, pero tengo que solucionar algo antes de las 8- les mencionó mientras busco un taxi- espero poder llegar a tiempo al concierto.

- Pero Andy... tu papá cierto?- asiento a su pregunta- que manía de mi suegro de arruinar las cosas- me da un beso- llévate mi auto amor, así llegas más rápido y sin problemas, yo me voy con Pablo.

Le hago caso, tomo las llaves del BMW que le pertenece a mi novia y conduzco hasta la oficina de mi padre, no entiendo para que me necesita si comprende bastante bien que yo solo trabajo de lunes a viernes, no estoy loca como él para trabajar sábados también; saludo a su secretaria, pobre de esta mujer que la obligan a trabajar fines de semana.

Ingreso a su despacho, ni siquiera lo saludo y solo me planto frente a él para que note que no estoy muy feliz con su pedido; se queda viendo mi vestimenta un par de segundos, hasta que habla.

- No podías vestirte un poco menos fachosa- me dice serio- eres una abogada Andrea, no una simple adolescente hormonal.

- Soy joven Esteban, puedo vestirme como quiera- lo reto como los últimos días- además voy a un concierto, ni modo que me coloque un traje para ir a cantar y bailar en medio de tantas personas.

- Estas a nada de irte y solo piensas en perder el tiempo?- me pregunta enojado- baja de esa nube Andrea Michelle Betancourt Ruiz, mañana sales hacia Bogotá y debes descansar.

- No, debo divertirme en mi última noche aquí- posiciono mis manos en su escritorio- si para esto es que querías que viniera, mejor me voy.

- Deja de hablarme así, soy tu padre- ruedo los ojos- pero no, lo que tengo que decirte es mucho más importante que un simple concierto- se acomoda en su silla- hablé con el dueño de la empresa para la que vas a trabajar, te espera el Lunes a primera hora, esto pude habértelo mencionado ayer, si dejarás de perder el tiempo con esa periodista de cuarta con la que te revuelcas.

- A Ana la respetas papá, ella es mi novia y la amo, no merece que la trates mal cuando no puede defenderse- frunzo el ceño- en el caso de la empresa, ya me había comunicado antes con el área de recursos humanos, así que no debías llamarme.