Mi otro yo- Morat

IX.

14 de marzo 2020

SIMÓN VARGAS

No puedo dejar de repetir las palabras de Andrea cuando la intente detener, me lastimó en lo más profundo de mi ser, aunque quizás es verdad, su parecido con Martin no me asegura lo que me grita el corazón, nada me da la certeza de que es mi hermana menor; me abrazo a mi hermano cuando la dejo libre, desahogo en su hombro todo el dolor que llevo cargando durante tantos años y que por mis padres o ellos mismos, he tenido que ocultar; aunque fue cruel la manera en que me lo dijo, es hora de hacerle entender a mi cabeza la realidad y que convenza al corazón de que deje de buscarla, Andrea no es Diana por más que lo anhele, quizás lo que mi madre nos ha mencionado es cierto, ella ya no está en este mundo.

- Deja de torturarte Simón, ella no era tu responsabilidad y tampoco es tu culpa lo que sucedió, eras un niño apenas- me dice Clemencia cuando me abraza antes de irse- llevas cargando todo esto durante años, nosotros desde afuera vemos lo difícil que ha sido para ustedes, pero es hora de dejarla irse y que descanse en donde este- asiento a las palabras de la madre de mi amigo, quizás es lo mejor.

Luego de firmar una responsiva por haber dejado que una paciente convaleciente saliera del hospital, buscamos algun transporte para regresar al hotel, con mi cabeza en la luna y con unas ganas enormes de llegar a llamar a Nath que no logró llegar a la boda, necesito escuchar su voz para poder calmar un poco lo que siento.

Estoy acostado sobre las piernas de Marto mientras llegamos al hotel, voy super incomodo pero no me interesa, tener a mi hermano y mejor amigo cerca ayuda a disminuir la angustia, hasta que siento como mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo; contesto sin mirar el contacto que me está marcando, pero me alerto demasiado al escuchar la voz asustada de Villamil.

- Vengan rápido- dice muy agitado- .... se me va.

- Papo Cálmese- le digo de inmediato levantándome de donde estoy- repítame lo que me dijo, está en altavoz.

- Estoy en el jardín del hotel- escucho como le dice algunas cosas a alguien- Andy vino a buscarme, está sangrando demasiado... mi gatito se me muere Simón- su voz sale desgarrada.

- Volveremos de inmediato al hospital- responde Isaza porque nosotros no podemos- manténgala viva Juan Pablo, es el salvavidas de los Vargas, una amiga para mi y sé que su perdición, no deje que le suceda nada por favor.

Escucho como le indica al chofer que debemos regresarnos, mientras nos ve a nosotros por medio del retrovisor y pasa una de sus manos hacia atrás para tomar las nuestras, mientras nos repite en alto que ella estará bien, no solo porque nosotros lo necesitamos, sino porque él está igual de asustado; no esperamos tan siquiera al más alto, ambos corremos desesperados hacia la entrada, mientras vemos como la ambulancia en donde viene ingresa al parqueo.

Cuando nosotros llegamos a recepción, le indicamos a la enfermera que nos habló anteriormente que somos amigos de Andrea y que estamos a su disposición por si ella necesita algo; esperamos por varios minutos, en donde todos estamos como locos, aun más cuando vemos a Papo con su camisa blanca manchada en algunas partes de rojo y su cabello peor que una melena de león.

Estamos intentando tranquilizarnos, cuando la enfermera se acerca a nosotros para solicitar ayuda, menciona que necesita urgentemente sangre B+; percibo como tanto Martín, como Villamil y yo nos ponemos de pie, indicándole que nos hagan la prueba a los tres para poder salvarle la vida, Isa desearía hacer lo mismo, pero de reojo veo como me dice que no es compatible con Andy. Nos ingresan a una sala aislada, colocan todo lo necesario para la extracción y nos dan indicaciones, primero harán una prueba para saber cual de nosotros es el más apto para la donación y luego se realizará de inmediato.