Mi otro yo- Morat

I.

25 de julio 2019

ANDREA

Me encuentro corriendo por toda la casa de mis padres, digo de ellos porque hace poco menos de un mes nos corrieron a María, Fernanda, Dalila, Ana que es mi novia y a mí, del departamento que alquilábamos cerca de la universidad, como las cinco estamos a un par de semanas de graduarnos como licenciadas en nuestras carreras, la dueña del depa tuvo la grandiosa idea de dejarnos en la calle, según la señora porque prefería alquilarlo a estudiantes de nuevo ingreso, antes que a jóvenes próximos a irse.

- Tarada ya llego Ana- me grita mi hermano desde la cocina- apúrate antes de que te arrepientas de que me vaya con ustedes, voy de mal tercio solo por la belleza de novia que tienes.

- Cállate no, te recuerdo que MI novia no tiene gustos tan feos como para fijase en ti- le regreso a Sebas, se dice que él fue quien nos presentó luego de traerla a casa como su cita- al final se quedó con la Betancourt más bella y la más inteligente.

- Si tuviera gustos buenos, hubiese seguido en plan amoroso conmigo, pero se fijó en ti- le lanzo la cuchara que tengo en la mano- ya cálmate hermanita y corramos antes de que el amargado de mi tutor del servicio social me devuelva por quinta vez el informe.

- Otra vez lo devolvió?- lo veo sorprendida- pero si hasta mamá que es profesora de literatura, te dijo que estaba bien y ni decir de Braulio como tu supervisor en el hospital.

- Ya sabes que me odia porque estás saliendo con su adorada hijita- salimos de la casa para dirigirnos al auto de Ana- no soporta que su princesa sea de la comunidad.

- Pero si ella les dijo a doña Celia y Sergio antes de que comenzará a salir conmigo- le mencionó llegando a la entrada- en ese caso debería tomar represalias contra mí, no contra ti.

- Hola hermosa, hola cuñis- le doy un beso cuando subimos al auto- porque esas caras largas?

- Sabias que tu papá le devolvió el informe a Sebastián otra vez?- comienza a conducir, mi hermano me intenta detener- no me voy a quedar callada, no es justo que siga con las mismas ideas homofóbicas y bifóbicas de tiempos de antaño- digo al aire- si contra alguien quiere pelear, que lo haga conmigo, al final soy yo quien es bisexual y sale con su hija.

- Bonita sabes cómo es tu suegro- me dice Ana aprovechando el tráfico- soy su única hija y le salí defectuosa según él.

- Si, lo sé mi niña- le tomo la mano- pero no es justificación para que Sergio lo trate como mula, ni Dánae como mi tutora de tesis y mucho menos Calixto como el tuyo en Comunicación, son así.

- Sabe que si te toca un pelo dejaré de ser la joven sumisa, de por si me tiene asfixiada con esa bendita cantaleta de que te terminé- continua nuestro camino- pero tienes razón mi princesa, le dejaré las cosas claras para que ya deje de molestar a mi cuñado favorito.

- Soy el único que tienes Luci- le dice mi hermano divertido en el asiento de atrás- pero no es necesario que pelees por mí con tu padre.

Me encanta pasar tiempo con este par de locos, primero porque amo demasiado a Ana, no por nada llevamos casi 3 años juntas y segundo porque Sebastián más que mi hermano mayor, es uno de mis mejores amigos, sin temor a equivocarme puedo asegurar que es la persona que más me conoce en el mundo, ni siquiera nuestros padres saben tanto de mi como él, desde mi salida del closet hace ya 4 años, la primera pelea en el colegio y por supuesto mi primera vez tanto con una chica como con un chico; obviamente se la mayoría de las cosas que realiza, la más significativa, el tatuaje que se realizó en la fiesta de 18 de quien era su novia, el cual hasta la fecha mis padres no tienen idea de su existencia o eso queremos pensar.