Soy Bree Tanner [Eclipse]| Una Segunda Oportunidad.

Capitulo 1: Por un demonio lo que faltaba.

No podía creer que mi vida hubiera llegado a su fin de una manera tan trágica. El dolor y la oscuridad me envolvieron, y luego, nada. O eso pensé. Cuando abrí los ojos, la luz me cegó, y el ardor en mi garganta era insoportable.

Miré mis manos, ahora pálidas y fuertes. No eran las manos que recordaba.

De repente, alguien a mi lado habló. Estaba tan desconcertada que abrí los ojos de par en par.

—Bree, ¿estás bien? Parece que te golpeó un rayo —dijo un chico.

—¿Bree qué? —respondí, confundida.

—¡Hola! ¡Tierra llamando a Bree! —gritó el chico.

Un rápido vistazo a mi alrededor me confirmó lo peor: no estaba en mi cuerpo, de eso estaba segura. Había mucha vegetación a mi alrededor, algo que era imposible si se tratase de donde venía. Cuando por fin miré al chico, me quedé pasmada, más bien congelada. ¿Qué demonios está pasando?, pensé. El chico ante mí tenía los ojos rojos como la sangre y era tan pálido que juraría que nunca había tomado el sol.

De repente, sentí cómo mi cabeza comenzaba a procesar un mar de información, y eso no podía ser peor. Estaba en el cuerpo de Bree Tanner, una vampira neófita destinada a morir a manos de los Vulturis. ¿Qué mal había hecho para merecer morir dos veces de manera trágica?

Suspiré y volví a mirar al chico, quien me observaba con extrañeza.

—Bree, ¿estás segura que no quieres venir conmigo? —preguntó Fred.

—Eh —dije, realmente aún perdida en mis pensamientos. Estaba triste. ¿Cómo se supone que voy a sobrevivir siendo Bree en este mundo?

Tenía ganas de romperle la cabeza a alguien. ¡Qué destino de mierda me ha tocado!

En mis recuerdos, Fred me ofreció escapar con él a Vancouver, pero Bree, es decir, yo ahora, lo rechazó para ir a buscar a Diego y luego ambos alcanzarían a Fred en Vancouver. Pero conociendo la historia, eso no sería posible ya que Diego fue o está siendo asesinado por Riley por desobedecerlo.

Miro otra vez para ver la situación: 

Bueno ya lo asesino.

Fred me miró y dijo:

—Está bien, entiendo que quieres buscar a Diego. Nos veremos allá —dijo, marchándose. Yo no pude decir nada sobre que esa acción de él era una mala idea. Realmente no me importaba nada, estaba segura que pronto moriría también.

No me estaba resignando, es solo que... por favor, piensa, ¿cómo voy a ir contra los Vulturis siendo una neófita inútil? Ni siquiera sé si tengo una habilidad. No leí lo suficiente del libro "La segunda vida de Bree Tanner" y hay tantas cosas que no sé...