Soy Bree Tanner [Eclipse]| Una Segunda Oportunidad.

Capitulo 3: ¿Y ahora qué?.

Después de que terminamos de cazar, volvimos a la casa de los Cullen. Me sentía mucho mejor después de haber satisfecho mi sed, aunque la experiencia fue más extraña de lo que esperaba. Al entrar, todos me esperaban en la sala.

—¿Qué tal fue? —preguntó Carlisle con una sonrisa amable.

—Mejor de lo que pensaba —respondí con sinceridad. —El sabor no es tan malo como creí que sería.

Jasper asintió, satisfecho.

—Lo hiciste muy bien, Bree. Es normal que al principio sea un poco extraño, pero te acostumbrarás.

Emmett, siempre dispuesto a aligerar el ambiente, soltó una carcajada.

—¡La próxima vez te enseñaré algunos trucos divertidos para cazar! —dijo con entusiasmo. —¡Es más emocionante de lo que parece!

Esme se rió suavemente, sacudiendo la cabeza.

—Emmett, no asustes a Bree con tus travesuras. Queremos que se sienta cómoda y segura aquí.

Emmett levantó las manos en señal de rendición, aunque seguía sonriendo.

Edward, que había estado en silencio, finalmente habló.

—Bella se fue a su casa, así que podemos hablar sobre dónde te quedarás. Pensamos que podrías quedarte en mi habitación mientras Carlisle te construye un lugar que se adapte mejor a tus gustos. Además, no la estaré usando mucho ya que me voy a casar con Bella.

—¡Eso suena genial! —dijo Alice, su voz llena de entusiasmo. —Podemos decorar el lugar para que te sientas como en casa.

Asentí, agradecida por la hospitalidad. —Gracias, de verdad. Esto es... todo es mucho mejor de lo que esperaba.

El día siguiente llegó y, a pesar de que le había dicho a Alice que no era necesario, ya estaba comenzando a decorar la habitación de Edward para mí. La habitación se transformaba rápidamente con su toque creativo.

—Alice, realmente no tienes que hacer esto —le dije, un poco abrumada por su entusiasmo.

—¡Ninguna queja! —respondió Alice con una sonrisa traviesa. —Quiero que te sientas en casa.

Suspiré, aceptando que Alice siempre haría lo que quisiera.

La tarde había llegado y solo Rosalie y Emmett se habían quedado en casa. Esme estaba en una venta de una casa, Alice y Jasper habían salido de compras, Carlisle estaba en el hospital, y Edward se encontraba con Bella.

Rosalie estaba en la sala, ordenando la colección de música clásica de ed, mientras Emmett estaba en la sala, probablemente buscando algo para entretenerse. Decidí pasar un rato con ellos, ya que empezaba a sentirme más cómoda en su compañía.

—Hola, Bree —me saludó Rosalie con una sonrisa suave. —¿Cómo te sientes hoy?

—Hola, Rosalie. Me siento bien, gracias —respondí. —¿Puedo ayudarte con algo?

—Claro, si quieres puedes ayudarme a organizar estos discos. Tengo una pequeña obsesión con el orden, como habrás notado —dijo, riéndose un poco.

Algo que me sorprendió ya que su personalidad descrita es narcisista y egocéntrica.

Me uní a ella, organizando los discos por orden alfabético. Mientras trabajábamos, sentí que Rosalie comenzaba a abrirse un poco más.

—Sabes, Bree, cuando recién me uní a esta familia, me costó mucho aceptar mi nueva vida. Pero con el tiempo, aprendí a encontrar mi lugar aquí. Estoy segura de que tú también lo harás —dijo Rosalie, su tono más suave de lo habitual.