Caminábamos tranquilamente por el sendero del bosque, bordeando la carretera. Collin y Brady iban adelante, sumidos en una acalorada discusión sobre quién ganaría en una carrera entre Sam y Jacob. Quil los escuchaba con una sonrisa burlona, como si ya supiera la respuesta, mientras Embry y yo nos manteníamos un poco más atrás, charlando para pasar el rato.
—Te lo digo, Sam todavía es más rápido en terreno complicado —insistía Collin, moviendo las manos como si intentara convencer a un jurado invisible—. Jacob solo le gana en línea recta.
—¡Por favor! Jacob le ganaría en cualquier terreno, incluso cargando una vaca al hombro —replicó Brady, riéndose a carcajadas.
— ¿De dónde sacas esas comparaciones? —preguntó Quil, negando con la cabeza y riendo también.
Yo apenas les prestaba atención. Mi mente estaba en otro lugar, como últimamente. O mejor dicho, en otra persona: Bree. Desde la última vez que nos vimos, no podía sacarla de mi cabeza.
Había intentado restablecerle importancia, convencerme de que solo era una distracción pasajera. Pero no funcionaba. Su forma de hablar, su sonrisa, hasta el tono de su voz seguía resonando en mi mente.
—¡Eh, Seth! —dijo Embry, dándome un codazo para sacarme de mi ensimismamiento—. ¿Estás en la luna o qué?
— ¿Eh? No, no. Estoy aquí —respondí rápidamente, intentando sonar convincente.
Antes de que pudiera seguir molestándome, el rugido de un motor interrumpió nuestra conversación. Todos giramos hacia la carretera justo un tiempo para ver un auto acercándose.
Y ahí estaba. Bree.
Aunque Alice iba al volante, mis ojos solo se enfocaron en ella. Todo lo demás se desvaneció; el bullicio de los chicos, las risas, el sonido del bosque... era como si el mundo hubiera entrado en cámara lenta. Por un instante, sonreí, incapaz de contenerme, y entonces nuestros ojos se encontraron.
El auto pasó rápidamente y desapareció tras la curva, pero yo seguí inmóvil, como congelado en el lugar.
—¡Vaya! —dijo Collin, rompiendo el silencio y riéndose—. Ya, amigo, olvídala. No te hará caso.
—Sí, claro —respondí, tratando de sonar indiferente.
Pero Embry no iba a dejarlo pasar.
—Apuesto a que es más complicado que eso —dijo con una sonrisa burlona—. Ella es una vampira, Seth. ¿Recuerdas lo que pasó con Jacob y Bella? No querrás seguir sus pasos.
Quil soltó una carcajada tan fuerte que hasta Collin y Brady se unieron.
—Oye, no es lo mismo —repliqué, tratando de defenderme, aunque sabía que tenían un punto.
—Claro que no —dijo Quil, todavía riéndose—. Es peor. Bella al menos era humana cuando Jacob empezó a perder la cabeza.
—Lo dices como si ya no lo fuera —dije, arqueando una ceja.
—¿Quién sabe si lo sigue siendo? —murmuró Quil, encogiéndose de hombros—. Pero hablando en serio, amigo, ten cuidado. Sam no estará feliz si esto sigue avanzando.
Rodé los ojos, aunque no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa. No podía culparlos. Yo mismo había intentado ignorar lo que sentía por Bree sin mucho éxito.
Lo peor era que, cuando nos transformábamos, mis pensamientos quedaban expuestos como en una transmisión en vivo. No había escapatoria. Todos en la manada sabían que ella estaba constantemente en mi cabeza, como una melodía imposible de olvidar.
Bree ... Incluso había empezado a salir en mis sueños.
—Bueno, al menos tengo suerte de cuando nos convertimos los gritos de Jacob opacan mis pensamientos cada vez que está cerca —dije con un encogimiento de hombros.
Eso organizó otra ronda de carcajadas entre los chicos, pero en el fondo sabía que no era suficiente para sacarla de mi mente. Bree estaba ahí, tan presente como siempre, incluso en mis sueños.
Mientras los chicos seguían bromeando, volvió a mirar hacia la carretera, aunque el auto ya estaba muy lejos. Embry tenía razón; Ella era un vampiro, y yo era un lobo. En teoría, no tenía sentido seguir pensando en ella.
Pero una pequeña parte de mí, por mucho que tratara de ignorarla, no podía evitar preguntarse: ¿Y si...?
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Soy Bree Tanner [Eclipse]| Una Segunda Oportunidad.
VampireDespertar en un cuerpo que no es el tuyo ya es bastante extraño, pero descubrir que eres Bree Tanner, una vampira neófita destinada a morir, es aún peor. La última cosa que recuerdo es mi muerte trágica, y ahora, de alguna manera, me han dado una se...