Capitulo 9: Jasper.

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Habían pasado varios días desde que Bella y Edward se marcharon a la Isla Esme. Desde entonces, no podía evitar preguntarme cuándo Bella llamaría para anunciar la noticia que había esperado con ansias: su embarazo. La anticipación me carcomía. Estaba impaciente por conocer a la Renesmee.

De repente, un golpe ligero en mi brazo me sacó de mis pensamientos.

—Estás distraída —dijo Jasper con su tono firme de siempre—. Debes concentrarte.

Intenté enfocarme, pero mi mente seguía saltando de un pensamiento a otro, como una abeja atrapada en un frasco.

Hace unos días, le había pedido a Jasper que me enseñara a luchar. Aunque mi habilidad era poderosa, no quería depender exclusivamente de ella. Usarla constantemente causaba un desgaste mental que, con el tiempo, se volvía agotador, a pesar de ser un vampiro. O tal vez era porque, a veces, sentía que tener la conciencia humana hacía que las cosas se sintieran mal aunque no lo fueran. Necesitaba aprender a defenderme de otra manera.

—Sí, lo siento... es que... —murmuré, buscando las palabras adecuadas.

Jasper me observó con sus ojos profundos, llenos de una calma inquietante.

—¿Te pasa algo? Te noto apagada —preguntó, inclinándose hacia mí mientras su habilidad para manipular emociones comenzaba a envolverme.

Aunque no hacía mucho efecto, lo sentí, y una repentina tranquilidad que no era mía comenzó a instalarse. Lo miré con el ceño fruncido, incómoda.

—Deja de usar tu don conmigo —reproché en un tono que pretendía ser molesto, pero sonó más como un quejido. No era de molestia real, pero no me gustaba sentir ese influjo cuando él comenzaba a sondar. Quizás, debido a mi habilidad, me sentí más sensible a ello. En fin...

Él esbozó una pequeña sonrisa, como si supiera que tenía razón, pero no dijo nada al respecto.

—Tal vez... es que me siento abrumada ...hm Tienes razón —admití—. Es que... todo esto me abre. La escuela, las expectativas... creo que fue una mala idea inscribirme.

Jasper ladeó la cabeza, mirándome con una expresión de interés.

—¿De verdad crees eso?

Para mi sorpresa, levantó una mano y revolvió mi cabello con un gesto despreocupado. El movimiento me tomó por sorpresa, pero no me aparté. Por más extraño que fuera, no se sentía mal. A pesar de mi cuerpo de adolescente, mi edad mental me hacía percibir estas cosas de manera diferente. Aun así, decidí dejarlo ser. Era un gesto tan inesperadamente humano que no pude evitar sentir un pequeño nudo de calidez en el pecho, aunque estuviera mas fría que nevera. 

 Me mordí el labio, debatiéndome entre contarle la verdad o simplemente dejarlo pasar. Pensé en lo que había sucedido en clase, ese momento en que casi le arranca la cabeza a Jen . Mi paciencia había llegado al límite, y mi habilidad estuvo a punto de salirse de control. Ciertamente, era más molesta que Jessica, aunque ni siquiera conocía a Jessica. Pero tenía la certeza de que estaba en lo cierto... Un gran poder conlleva una gran responsabilidad , pensé con sarcasmo, aunque sabía que había algo de verdad en ello.

No le resté importancia a lo que casi sucedió, pero no quería imaginar la reacción de Carlisle si llegaba a enterarse, estaría en problemas. La verdad, estaba cuestionando mi decisión de ir a la escuela. Sentía que me arrepentía.

—No lo sé. Tal vez no estoy hecha para esto —dije finalmente, dejando que las palabras fluyan—. Es demasiado. Preferiría estudiar en casa, contigo o con los demás como tutores. ¿De verdad tengo que ir a la escuela?

Soy Bree Tanner [Eclipse]| Una Segunda Oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora