CAPÍTULO 3

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—¡Adha! —me saluda emocionada mi mejor amiga por el otro lado del teléfono—

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—¡Adha! —me saluda emocionada mi mejor amiga por el otro lado del teléfono—. Me alegra mucho que me llamaras...

—No estaba segura de hacerlo, creí que estarías ocupada... —respondo, apenas un poco agobiada.

—¿Un sábado? Solo leyendo. —Ríe—. Yo creí que la ocupada serías tú...

—Creo que estar aquí no es como lo imaginé... —Hago una pequeña pausa—. Aun no hago amigos, mi ambiente laboral no es muy juvenil que digamos. Además, los extraño a todos...

—Me gustaría poder visitarte...  —Su voz suena afectada, es que ella es así de sensible.

—Supongo que pronto podremos vernos. ¿Ya sabes que harás en navidad? —pregunto emocionada.

—Sí... —Su voz tiene una pizca de desilusión—. Mi papá quiere que vayamos a visitar a mis abuelos. Le hablé sobre ir a Milton, pero dijo que el tiempo con la familia es importante... Tampoco podré verte en tu cumpleaños...

—Tranquila, Cass, ya habrá momento, no te pongas triste —trato de animarla, aunque en realidad a mí también me hace sentir triste no poder verla, desde que nos conocimos somos inseparables.

—¡Adhaní Gagnon! ¡¿Sigues metida en la cama?! —Entra mamá a mi habitación.

—¡Mamá! Estoy hablando con Cassie...

—¡Son las dos de la tarde! Levante, date una ducha y sal a divertirte, aunque sea al parque, no es bueno que estés en casa tanto tiempo...

—Pss, Pss... —Escucho detrás de mamá, es papá—. He venido a salvarte... —habla en voz baja, pero lo suficientemente alto para que ambas lo escuchemos.

—Cass, te llamó después, ¿sí? Y ya no estes triste, te quiero —cuelgo y miro a mis padres—. Estoy en mi día de descanso, ¿por qué debería salir? —Me tumbo en la cama con los brazos abiertos.

—Porque llevamos casi dos meses en este lugar y tú solo llevas dos semanas saliendo de casa, al trabajo y vuelves. Deberías de salir y conocer, este es un lugar nuevo para ti —responde mamá y admito que tiene buenos argumentos—. Podría recomendarte lugares a donde ir, yo crecí aquí... —Volteo a mirar a mi papá en busca de verdadera salvación, pero él solo sonríe y camina hacia mi cama para sentarse, entonces también me siento.

—Tu mamá tiene razón. te hará bien salir. Sé que mudarse de un lugar a otro puede ser abrumador y más para ti, ahora que tus hermanos no vienen con nosotros... Creo que por eso deberías intentar distraerte. —Me sonríe—. Allá afuera puede haber sorpresas muy buenas para ti que te estás perdiendo por no querer salir.

—Ya, ustedes ganan. —Sonrío y me levanto de la cama sin muchas ganas.

En realidad extraño todo de Vancouver, salir con mi mejor amiga, ver a mi novio todos los días, platicar con Joseph después de la escuela, mis pequeñas peleas con Nashly, incluso la risa casi siempre tímida de su esposo Darly. Extraño incluso el ruido de la ciudad. No es la primera vez que me mudo y lo dejo todo, pero sí es la primera vez que se siente real y solitario.

El Chico De La Parada De Autobuses (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora