Llevo más de tres horas mirando por la ventana para averiguar si es cierto lo que dijo el gruñón. Tuve que despertar muy temprano en domingo, tendré que recuperarme de eso más tarde. Tal vez el tipo solo me mintió, pero si no lo hizo, eso quiere decir que él sabía quien era el día que nos vimos en la parada de autobuses y por alguna razón ya me odiaba. A veces hago cosas raras, pero nada tan malo como para que alguien que no me conoce me odie... ¿O sí? No, no, claro que no. Pero no lo entiendo.
¿Y si le estoy dando más importancia a esto de lo que debería?
—¿Ay, Adha, por qué estás haciendo esto? —me susurro cerca de la ventana, haciendo que se empañe, mientras aprieto la manta que tengo cubriéndome desde la cabeza hasta los pies—. ¿Será que sí estaba mintiendo? ¡Agh! Debí apresurarme y darme cuenta de si era verdad lo que dij...
—¡¿A quien estamos espiando?! —susurra papá justo a mí lado, haciendo que del susto me golpee en la frente con el vidrio de la ventana.
—Ay, ay, ay... —me quejo mientras me sobo—. ¡Papá! —Volteo a mirarlo.
—No quería asustarte... —trata de decir mientras controla su sus carcajadas—. Pero es que estabas muy concentrada... —Se limpia unas lagrimas que le salen de la risa—. De verdad, ¿qué haces?
—Ah... pues... Nada. —Sonrío, tal vez delatándome un poco y él me mira levantando una ceja—. Me desperté temprano y ya no pude dormir. —Me encojo de hombros y vuelvo a mirar por la ventana.
—¿Y fue una casualidad? Pregunto porque las alamas no se ponen por casualidad y la tuya nos despertó a todos en la casa aproximadamente hace tres horas y media...
Volteo a mirarlo y él está sonriendo con orgullo, sabe que me atrapó.
—A ver, papá, dime una cosa... —Parpadeo un par de veces pensando en como hacer la pregunta que quiero hacer, de una forma en la que me tienda—. Ammm... ¿Qué significa cuando te intriga mucho alguien a quien no conoces, pero que al mismo tiempo te hace sentir molesto, muy molesto, demasiado molesto, no lo toleras, pero lo ves y dices, dios, quiero saber más de él, pero abre la boca y dices, demonios, es un idiota? —Nos quedamos mirando un momento en silencio.
—Eh...
—¿Verdad? ¡Suena tonto! —Vuelvo a mirar a la ventana—. Me lo repito una y otra vez, pero sí, ese chico me intriga y tal vez lo hace justamente porque es un idiota y los idiotas intrigan... —Frunzo al ceño con y hago una mueca de asco al repasar mis palabras en mi cabeza—. ¿Qué estoy diciendo? —Volteo a ver a mi papá y él se encoge de hombros y mira por la ventana, abriendo un poco la cortina.
—¿Entonces estamos espiando al idiota?
—Sí —respondo de inmediato, pero al mismo tiempo sacudo la cabeza—. ¡No! Verás, es que ayer me dijo que es mi vecino... —Miro hacia la ventana—. Es hijo de la nueva amiga de mamá... —susurro, mientras estrecho los ojos.
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El Chico De La Parada De Autobuses (EN EDICIÓN)
Teen Fiction¿Por qué tengo tanta curiosidad por ese chico? Conoce la historia de Adhaní. Una chica de 19 años, con una vida tranquila y un romance perfecto, hasta que se muda a Milton. Descubre cómo cambia todo cuando conoce a Lucian, el chico de la parada de a...