Capítulo III: Nuevo equipo

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POV. TK

Lunes, maldito lunes. No hay cosa que más odie en la vida que un lunes de trabajo a las cinco de la mañana. Y ni hablar de un jodido lunes de trabajo a menos cero grados.

Había comprado un café caliente y un churro recién salido de la olla en la cafetería de Andrea. A Dios gracias que su tienda abría tan temprano o no tendría tanta energía para el día.

Por Consuelo descubrí que Andrea y su esposo eran mexicanos, sin embargo, el sexy policía sí era texano. No sabía si estaba tratando de emparejarlo conmigo, o por qué tanta información. Aunque no me iba a quejar.

Entré a la estación y quedé un poco sorprendido por la remodelación. Papá me había mantenido ocupado con la instalación que no tuve tiempo de verla antes. Era totalmente diferente y muy moderna, incluso era mucho mejor que la estación en la que trabajábamos en Manhattan.

Chuck apareció entre las paredes y me alzó la mano. Le di una ligera sonrisa en respuesta. Estaba acercándose a mí cuando se detuvo al ver a nuestro primer entrevistado qie también iba entrando a la estación.

"Esto es increíble, hombre."

"Sí, eso suena como mi papá."

El chico soltó una carcajada y me tendió la mano.

"TK, ¿verdad?"

Asentí y agarré su mano.

"¿Paul?"

"Paul Strikcland."

"Bienvenido, Paul."

El chico me dio un último apretón antes de andentrarse a la estación. Iba asintiendo con la cabeza cada que miraba algo nuevo, como si estuviera aprobándolo. No podía esperar por ver el rostro de el resto de nuestro nuevo equipo.

"¿Extranjero?"

Di un brinco del susto. No me había dando cuenta que Chuck se había colocado a mi lado durante el rato que estuve hablando con Paul. Él alzó una ceja mientras cruzaba sus brazos. Miré hacia todos lados y luego suspiré de alivio al no ver a nadie.

"Chuck, casi me matas de un susto."

"Ni lo digas, hijo."

Mi corazón latía muy rápido, casi temí que se saliera en cualquier momento. Por mucho que viviera con fantasmas toda mi vida, nunca terminaba de acostumbrarme a ellos.

"Es de Chicago."

Chuck asintió.

Harkes apareció a nuestra izquierda. Tenía esa expresión altanera en su rostro y los brazos cruzados. Esa postura parecía la favorita de esta tripulación.

"Me gustaba más nuestra estación."

"No mientas, Harkes. Esta esta estación es mil veces mejor que la  nuestra."

Harkes murmuró algo que no logré entender. Chuck negó y pasó su brazo derecho por los hombros del más alto y le revolvió el pelo.

Estaba por reírme de las quejas de Harkes cuando apareció otro de los entrevistados. Esta vez era una chica, y si no me fallaba la memoria, era de Miami.

"Hermano, esto es increíble."

"Creo haber escuchado eso antes."

Ella siguió mirando la estación con los ojos muy abiertos y su madíbula caída. Si no fuera hijo de mi papá, también habría reaccionado así, pero lo conocía tan bien que sabía que haría algo como esto. Solo no esperaba en nivel de perfección.

"Soy Marjan, Marjan Marwani."

"TK, encantado de tenerte en nuestro equipo."

Ella desapareció tras la puerta mientras seguía mirando con esos ojos de cachorro al que le acaban de dar un premio. Sonreí, miré hacia Chuck y Harkes quienes han detenido su pelea para mirar a Marjan.

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