Incondicional.

38 4 0
                                    

-China! Ya te lo dije no es necesario -reprochaba lleno de dolor y vergüenza el salvadoreño mientras era cargado por su "pareja" aún no era oficial su relación para sus pueblos -Éstas exagerando, no es la primera vez que esto pasa -trato de liberarse de los brazos del asiático.

-Claro que lo es!!!- aun que su cara era de enfado realmente estaba más que angustiado por él, era tan malditamente terco - Solo mírate estas lleno de grietas qué podrian sangrar en cualquiermomento, estoy seguro que tienes fiebre y apenas puedes estar en pie! Mierda tienes que descansar OMS te lo dijo! Tu presidente lo dice y YO TE LO ESTOY EXIGIENDO -apretó su agarre inconscientemente al sentir que estaba por escaparce de su agarré pero lo suavizo al escuchar el quejido ahogado del latino -Lo siento lo siento, pero es que tu!

-Ahgg Solo fue un temblor -sabía que no fue así esta vez era más que eso pero trataba de restarle importancia para tranquilicé así mismo y a su pareja, colocó su mano sobre la mejilla del rojo -Amor enserió necesito que me sueltes tengo que volver.

-Fue un maldito terremoto salvador! Y estas ahí en medio de un derrumbe enorme bajo el sol -se notaba la frutacion en su voz, sus pasos tomaron más rápides al ver el vehículo que habían preparado para llevarse al guanaco del lugar del desastre tenía que sacarlo de ahí - Tu mismo lo has dicho somo inmortales hasta cierto maldito punto y esto te puede llevar a tu límite!

-Lo se, lo se... Pero no puedo! Ya soltame -trato de luchar en vano estaba tan cansado todo en el dolia como el infierno pero no podía dejar a su gente- Tengo que estar con ellos! Mi pueblo me necesita, CHINA! Es enserio ya soltame -trato una vez más en vano de liberarse.

-POR ESO MISMO! ELLOS Y YO TAMBIÉN TE NECESITAMOS! - grito ya arto que el salvadoreño no se preocupara por si mismo lo mucho que se preocupa por su gente el dar todo de él para ayudar sus habitantes, esta conciente del amor que les tiene pero ese amor lo ciega, y hoy le está haciendo mucho daño -NO PUEDES SEGUIR ASÍ-
Abrio de golpe la puerta trasera de la camioneta, con una sola mirada dio a entender a los guarda espaldas que salieran para estar ellos a solas.

Sivar se quedó callado china jamás le gritaba, sabía que estaba enojado y preocupado, sabia que estaba preocupando demás al asiático y enserio no quería, pero todo su ser le decía que tenía que ayudar está consciente de su estado físico, pero aún sabe que puede ayudar a levantar esos escombros y sacar a la gente que esta atrapada, el más que nadie sabe lo resistente que es.

-Basta salvador, que los humanos se encargan - lo tenía entre sus brazos aferrado para que no escapará.

-China yo puedo!! Puedo con esto y más siempre eh podido siempre hemos estado solo yo y mi pueblo -se le quebró un poco la voz -So...Solo déjame levantar lo más grande, ahí gente ahí, si tardamos podrían morir- dejó de moverse tratando de convencerlo y por que de en cierto modo al no estar en movimiento por un tiempo hacia que sus músculos cedieran ante el cansancio que él les negaba a sentir -Yo puedo, esto no es nada con España tenía heridas peores y aún así yo cumplía mi deber - su mirada reflejaba su impotencia.

-Ya no eres una colonia! Y no estas solo YA NO ESTAS SOLO entiende- tomo una pasua es estaba exalpando por que el otro no entendia que él esta a sus lado ahora y no lo abandonaria - No te dejare ir - dijo amargamente en pensar en todo lo que el guanaco tubo que pasar en soledad - Necesito que entiendas que no estas solo salvador entiende.... yo estoy aquí, déjame cuidar de ti por una maldita vez, tu siempre estas cuidando de mi deja que haga lo mismo, por favor mi amor por esta vez déjame ayudarte - bajo su cabeza para acurrucarse con cuidado en el hombro del salvadoreño.
-Ya orden un equipo de rescate estarán aquí en 45 minutos, por favor deja que te ayuden, no quiero verte en una cama por dios sabe cuanto tiempo -le aterraba la idea de que él cuerpo de su amado colapsara y entrar en reposó podría tardar semanas hasta meses en volver a estar conciente y no es precisamente un country joven podría tomar más tiempo.
-No quiero perder te, si colapsas no podrás cuidar de tu gente, tu misma población esta preocupada por ti por favor deja de ser un negocio de mierda -sé le quebró la voz al pensar en perder lo

Fue como un balde de agua fría es verdad ya no estaba solo, ninguna de sus anteriores parejas se había preocupado tanto por él, china hasta había estado ayudando con los derrumbes personalmente en lo que el estuvo inconsciente dos días, al despertar lo primero que hizo fué ir al Dario donde era el peor de todo, ni siquiera le había agradecido correctamente -Siento tanto que tengas que pasar esto con un inútil cómo yo- sus ojos se inundaron en lágrimas y no pudo contenerlas se sentía faltal, siempre era él quién resolvía y hoy era incapaz de hacerlo, está tan acostumbrado a estar solo y hacer las cosas por él mismo, eso que no fué capaz de ver  que tenia a un hermoso ser acompañadole y brindandole su mano hasta ahora, sus lagrimas bajaban por sus mejillas como ríos -Enserio lo siento.

-No digas eso- lo abrazo un poco suave pero lo más protectoramente que pudo -Eres lo mejor que me a pasado y eres demasiado fuerte, temerario, decidido, de gran corazón pero necesitas aprender a dejar de ser tan controlador con lo que te rodea, nunca aceptas la ayuda de nadie, déjame estar para ti como tu lo estas para mí - con sus pulgares limpiaba las lágrimas que aun seguía saliendo.

-No sé que carajos hice de bien en mi vida de mierda para que estes a mi lado -lo tomo de las muñecas y las beso, inundó sus manos de besos.

-Siempre estaré para ti, mi bella ave herida- lo besó en la frente -Podemos irnos ya? Enserio necesito que cambien tus vendajes.

-Podemos esperar a que este aquí el equipo de rescate? -susurro.

-Claro amor mío- pudo sentir al fin como el cuerpo del salvadoreño se relajaba por completo.

Pasado el tiempo llegó el equipo, dio unas pequeñas indicaciones y pudieron marcharse a la casa del salvadoreño donde china se encargo de cuidarlo al punto que no lo dejo moverse de la cama hasta que todas sus gritas cerraran por completo, desde ese momento el salvadoreño supo que él era lo que había estado esperando toda su vida, el asitico por su parte siempre supo que no había nadie más para él que el salvadoreño y por eso lo cuidaría como el tesoro que es.

Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora