Lo supo, sabia que no debía quedarse en aquel bar cuando vio llegar a trío mexicano pero no le hizo caso a su intuición, por eso terminó viendo una típica pelea de latinos ebrios en plena madrugada.
Lo que menos queria era su cara junto a los demás en las primeras planas del periódico, tenia que salir de ahi cuando antes, y no podía llamar a nadie de gobierno eso probocaria una posible sanción de las Naciones Unidas para todos, asi que estaba en una pequeña crisis cuando una mano fuerte lo tomo del brazo y lo llevo a un lado para su sorpresa era el maldito americano.
-por tu propio bien sigueme! Llama a alguien y que te saque de aqui - dijo llevandolo por un pasadizo secreto
-Pero que mierda? Desde cuando me ayudas en algo ? -esta confundido por la repentina ayuda
-En el trabajo podemos odiarnos todo lo que te de la gana, pero me guste o no salvador te aprecia y me matara si sabe que no te saque de aqui - no le agraba la idea de ayudarle pero al fin y al cabo podrian terminar suendo concuños asi que opto por la paz en secreto pero paz.
en medio de su confusión lo siguió sin rechistar, al estar afuera del local a unas calles, el americano le dijo que llamara a alguien que lo pudiera ir a traer dejándolo solo, el ya había cumplido con lo importante.
Se quedo varado y al no saber quien llamar en una situación así lo primero que hizo fue marcarle al salvadoreño estaba un poco temeroso que este no respondiera, tras los primeros tonos de llama escucho la voz somnolienta del latino.
-China? - un bostezo siguió luego, el aún tenía los ojos cerrados, pero a lo lejos reconoció el tono de llama específico que le había colocado al contacto del asiático -Esta todo bien? Que paso?
-Ah... Salvador -estaba avergonzado apenas estaba empezando a tener mas cercanía con el latino y ya lo estaba llamando como idiota en la madrugada-Necesito ayuda - tenía la voz hecha un hilo no quería molestar pero no sabía a quien más llamar.
-Que paso ?-abrio los ojos de golpe, debia ser importante, si lo llamaba a él, sabe el chino tiene al menos diez asistentes a sus disposicion.
-Es que estoy varado, hubo un problema en el bar, logré salir pero venia con Corea del Sur y no se donde está -se sentía como un adolescente llamando a su padre para que lo rescatará.
-Voy para haya -respondió en automatico -Dame tu dirección estaré ahí lo antes posible- vaya niño en el que se vino a fijar, pero el mismo le dijo que si alguna vez necesita ayuda que no dudara en buscarlo, no espero que fuera tan pronto, pero que más da ya.
Se vistió rápido y salio en busca del muchacho, al llegar donde le había dicho vio apoyado en una pared fumando, se acerco en su jeep wrangler negra.
-Sube -le indico asustando al asiático pues literalmente no había tardado.
-Gracias -se colocó el cinturón de seguridad.
-Ya sabes -ambos iban en silencio hasta que salvador decidió molestarlo un rato -Y como te fue? Ustedes las crayolas ("su manera de llamar a las representaciones pos gurra alemania, rusia, los hermanos de soviético etc.") si que saben ser discretos -tenia una sonrisa burlona, al verlo tan avergonzado no lo pudo evitar -Te divertirte el menos?
Rodó los ojos no le agrabada el apoyo -Como si ustedes los vejetorios fueran mas dicretos todo empezo por Chile con México centro se comenzaron a pelear con unos demonios -se cruzó de brazos- Y claro, ser arrastrado por una puerta de escape en medio de una pelea de idiotas fue muy divertido -se notaba el sarcasmo.
-Eso son idiotas sin remedio- no le sorprende en absoluto que fueran los causantes de un escándalo -Quien te arrastró a la salida? -lo vio de reojo.
-Ahh Usa, pero lo hizo por ti, estoy seguro- junto sus manos sobre su regazo -Dijo que me aprecias- sus mejillas se tornaron leve de un tono rosa.
- Claro que te aprecio niño, aun recuerdo cuando eras un cipote -no le daría alas al chino aun, ni el sabe bien que quiere con él, pero no negara que si sentiría celos de que otro lo haya ayudado, menos mal fue su cuñado -Bueno que fue él y no un vejestorio aprobechado, aún que estoy seguro que Honduras cuando sepa que se fue de fiesta lo deja durmiendo en el sofa- trato de evadir que el gringo hablo de más.
-Si -la frase niño lo desanimaba pues lo hace cree que el unico con sentimientos románticos era el y el salvadoreño solo lo cuidaba por su "amistad" -Tu hermano no sabe de la salida? Creí que estában invitados.
-Los estábamos -paro en un semáforo -Pero sabemos cuando es conveniente o no ir a esas fiestas, lo raro es que el gringo estuviera ahí -aprovechando el tiempo de la luz roja para mover su mano a un costado del la cabeza del asiático acomodándole cabello tras la oreja, Pues un revelde mechón le tapaba su carita -Debes aprender a cuidar más de ti, los tiempos cambian y con esto del intener las noticias vuelan, eres una joven promesa no sería bueno que tuvieras escándalos, odiaría verte mal y que los medios trunque lo que puedes lograr, enserió china se más cuidadoso -sobo su mejilla para luego pellizcar con moderación -Cipote bruto -arranco nuevamente al tener la luz verde.
El corazón del asiático dio un bulco en su pecho, recordando por que le gustaba ese tipo, el latino le daba los consejos que nadie más haría, lo trataba bien y era genuino al hablar sin malicia, en su especie es muy normal que busquen aprovecharse de los demás que todo sea interés político pero el salvador no era así, no con él.
-Tendré más cuidado -sonrió aun sintiendo la calidez que dejo en su mejilla -Cree que pueda ser potencia algún día?
-Estoy seguro que si, eres listo solo necesitas tiempo -estaban llegado al hotel del asiático -Bueno ceniciento se le acabó la cora.
-Gracias enserio gracias por todo -no quería bajar aun del auto.
-Para nada, solo espero estés bien -le ayudo a desabrochar el cinturón -Buenas noches.
En un impulso china tomó la mano del guanaco antes de que la alejara.
-Salvador...
-Ehh Sep? -
-Puede ser mi 911?
-Creí que ya lo era -se carcajeo un poco al ver la cara del asiático.
-No se como agradecerle -sonreia como todo un bobo enamorado.
-Un dia seras el mio, que te parece? -se reprocho a si mismo estaba cayendo ante sus lindos ojos, tuvo el impulso de besarlo pero se contuvo-Ahora ve a descansar.
-Buenas noches mi salvador -claro que esa frase iba con doble intención -Me avisa cuando llegues a tu hotel -dejo un beso en la mejía del latino, el cual se quedó muy quieto cayendo un poco más en los encantos del chinito.
Esa noche el último pensamiento de ambos antes de rendirse ante los brazos de morfeo fueron los ojos del contrario y lo hermosos que eran.
