whisky and wine

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Todos los que han tenido la fortuna de estar en la vivienda del asiático creería que esté era un amante del whiskey, ya que poseía una colección amplia de estos, pero la verdad era que no le gustaba el amargo sabor.

El era más de sabores dulces y delicados,
solo los tenía en su bodega personal como una excelente escusa para poder invitar a su casa al hermoso latino del que estaba perdidamente enamorado, descubrío el gusto que este tenia por ese alcohol cuando por casualidades del destino este lo recato en un apuro, hoy en dia esta realmente agradecido con la vida por esa hermasa casualidad, adora poder pasar tiempos amenos con el salvadoreño.

Mientras se prepara para la cita de esa noche recordó con mucho cariño esa primera vez que bebieron juntos.

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1979

Se había quedado varado en medio del estacionamiento de las instalaciones de OMS había ido ahí debido a sus problemas de espalda, pasar tanto tiempo en una silla de oficina por más cómoda que fuera siempre causa estragos, había sido una revisión de rutina, al momento de salir su auto no arrancaba estaba lloviendo a cántaros y por su mala costumbre de salir apresurado nunca llevaba suficiente carga en esta ocasión se había apagado su viper justo antes de poder comunicarse a alguien, su hotel estaba demasiado lejos como para tan siquiera pensar en ir a pie en esa tormenta, estaba frutado y no sabía que hacer no quería quedarse ahí hasta Dios sabes sabe que hora.

Salio de su transe de enojo propio cuando unos nudillos chocaron contra el vidrio de su auto, cambio en un instante su cara de pocos amigos al ver quien era el que llama por la ventana, vestido con una gabardina negra de cuero bajo una sombrilla del mismo color estaba el salvadoreño, que le sonrisa amablemente, bajo rápidamente el vidrio para poder escuchar lo que tenia que decirle.

-Buenas tardes Señor china -dijo tranquilo -No se si lo a notado pero el capo de su carro esta abierto se le puede arruinar el motor con esta lluvia.

-Salvador! Te dicho en varias ocasiones que no me llame señor... Y lo sé lo sé es solo que ahg igual no enciende- comento apenado en sus prisas olvido cerra esa maldita cosa.

-oh ya veo jajaja entonces si no te molesta- avanzo lentamentehasta para poder estar enfrente del carro y cerrar el capo -Listo -volvió a donde estaba en un inicio - en cuánto tiempo vienen por ti?

China se quedó en silencio, le avergonzaba que el latino viera lo distraido que es, llevan ratos siendo conocidos y hablan debes en cuando, siempre se siente cómodo cuando esta con él pero por alguna razón su cuerpo o mente al final lo traicionan, cuando él azulado está cerca quedando en vergüenza.

-No llevas batería verdad? - una sonora carcajada salio de los labios del salvador china enserio era un niño grande a sus ojos -Puedo ayudarte en algo?

-No quisiera molestar - sus mejias estában rosa de la vergüenza.

-Para nada, para eso están los socios/amigos- dijo juguetón -Vamos te llevo a donde necesites.

Enserió salvador era todo lo que su nombre significa, jamas nadie lo trata con esa amabilidad sin buscar algo a cambio solo él, no era la primera vez que le ayudaba en sus apuros, podía asegurar que esa era su naturaleza ser servicial, se limito a asintiar y bajar de su vehículo hasta que recordó que no llevaba paraguas, pero antes de detenerse a buscarlo noto como sivar lo cubría con el suyo, llegando a mojarse un poco el hombro.

-Será mejor que tu lo lleves, no querrás cambiar en cuclillas -le extendió el paraguas debido a su notoria diferencia de altura era lógico que el asiático debía llevarlo.

Caminaron hasta llegar a la Jepp del salvadoreño donde esté lo guío  al lado del copiloto y le abrió la puerta espero que entrar para luego subir él.

-Asi que donde quieres ir? - pregunto encendido el motor.

-Ahh no lo sé, a donde me estoy quedando creó- estaba muy nervioso y no sabía ni por que.

-Crees? - Lo vio extrañado -Todo bien?

-Si si.. s... es solo que mmm no se quisiera agradecerte la amabilidad con unos trago, te parece? - no sabe de donde carajos saco eso pero por el momento enserio quería poder pasar más tiempo con él - A menos que ya tengas planes o algo así o si no quieres también esta bien. - enserio necesitaba callarse.

-Bueno por mi esta bien, tu hotel, el mio o vamos a un bar? Conozco uno cerca- puso el motor en marcha, saliendo del estacionamiento tenia la mirada fija en el camino pero por un momento lo vio de reojo- Ponte el cinturón, somos inmortales hasta cierto punto.

-Creo que será mejor si vamos a mi hotel, el bar de ahí es bastante privado - acato la indicación del mayor rápidamente.

-Perfecto entonces, lo que joven guste.

El cambio fue tranquilo hablaban de cosas triviales, con chistes malos por parte del salvadoreño debes en cuando los cuales siempre hacían reír al chino, llegando al lujoso hotel fuero directamente al bar a una zona bastante apartada, pidieron china un vino tinto añejado y el latino por su parte whiskey en las rocas considera que mezclarlo con algo era un pecado, esa noche china se divirtió como pocas veces se sentía libre de ser él mismo, bebieron hasta las tres de la mañana, un recuerda muy lucidamente como el salvadoreño lo llevó casi que cargado a su habitación donde le quito los zapatos y lo arropó con sumo cuidado, le insisto hasta donde pudo que se quedara no podía manejar ebrio pero está seguro que en cuanto se durmió salvador se fué.

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Presente.

Ambos estában en el sofá, su espalda sobre el pecho de salvador el cual lo rodeaba con sus brazos y daba pequeño besos en su cuello, disfrutando de las risillas que se le escapaban al asiático, frente a ellos una copa de vino añejo y un vaso con whiskey en las rocas.

Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora