Las caras de los alumnos estaban bañadas en dicha. ¿La razón? Era viernes finalmente y podrían ser felices todo el fin de semana. A Kaede también le contentaba la idea, podría visitar a su madre pronto y llevarle un tazón caliente de chazuke y un poco de tofu. Seguro extrañaba el sabor hogareño estando en aquel hospital.
Debía avisarle a Katsuki que no podrían reunirse el sábado, aunque hubiera sido más sencillo decírselo desde el principio. Pero en aquella ocasión estaba demasiado concentrada en los tejidos del cuerpo y su constitución y muy llena de azúcar como para pensar en eso. Recordaba bien la forma en la que había sido con ella ese día, la consoló a su manera e incluso le pagó un parffait. Había hecho su día. Esperaba poder devolvérselo en alguna ocasión.
Entró al salón y los compañeros cerca la saludaron de inmediato mientras sonreían grandemente. Ella devolvió el saludo para luego ir a su asiento.
Katsuki ya estaba ahí. Sonrió.
—Buenos días, Bakugo-san.
Levantó la mirada al escuchar su voz.
—Buenos días.
Y volvió la vista a su libro. Ella simplemente pasó a su lado y se sentó, aún sin dejar de verlo. Él sintió que aún tenía eso grandes ojos encima, por lo que cerró los suyos por un momento y luego movió un poco al rostro en su dirección.
—¿Qué? —preguntó con tono seco.
—Eh, nada...
Katsuki alzó una ceja.
—¿Entonces por qué miras tanto? ¿No tienes nada qué hacer?
El rubio suspiró antes de que Kaede pudiera responder algo y siguió leyendo. Sin embargo, aún estaba pendiente a ella.
—¿Pudiste hacer los ejercicios que te dejé? —no le quitaba la vista al libro en su manos, pero era todo oídos a la chica a su lado. Habían decidido que todos los viernes harían una revisión del progreso semanal para poder lograr mejores resultados.
Aunque no le gustara ser profesor, lo haría bien al menos.
—Algunos. No se me dan bien las matemáticas... —admitió avergonzada, un suave rosa se había extendido en sus mejillas.
—Tampoco las ciencias y la historia —Katsuki mostró una sonrisa. Era un tanto burlona, pero tampoco mal intencionada. O al menos no tanto—. Pero al menos hiciste algo. Hoy me encargaré de darte un intensivo de matemáticas.
—¡Sí señor!
Una muy diminuta risa se le escapó cuando Kaede hizo un gesto de saludo militar con total ánimo, pero la disimuló de inmediato volviendo a su libro. Ella lo percibió y sonrió. Se veía lindo cuando no tenía esa cara de amargado todo el tiempo. Apostaba que si fuera más amable y mostrara más su sonrisa, sería un chico muy popular.
Las primeras clases pasaron con normalidad, esta vez la mente de Kaede procesaba mejor las cosas y pudo responder correctamente un ejercicio cuando el profesor la dejó ir al frente. Aunque fuera uno sencillo, el haberlo hecho sin dudas la hizo sentirse henchida de orgullo. Mientras que al final de la fila su malhumorado maestro sonreía con altanería. Estaba haciendo un gran trabajo como tutor.
La siguiente clase era Economía Doméstica.
Kaede disfrutaba mucho esa asignatura, era incluso en la que tenía mejores notas gracias al hecho de ser la ama de la casa debido a la ausencia de su madre. Aunque a veces le resultaba incómodo por tener que emparejarse con sus compañeros, con los cuales no tenía una amistad pero tampoco los odiaba. Simplemente no soportaba ser tratada como un cristal por el hecho de ser bonita, además de que los chicos se peleaban por ser su pareja para la clase. Era agobiante. Aunque esta vez, hubo un cambio que agradeció.
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𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐚𝐧𝐝 𝐋𝐢𝐞𝐬 | Bakugo Katsuki x OC [ BNHA Fanfiction ]
FanficEl único objetivo de Katsuki era graduarse con notas perfectas para poder asistir a la prestigiosa universidad de sus sueños. No había nada más en su mente, sin embargo, una situación inesperada se planta en su camino: Seirei Kaede, una compañera de...