—Regresé.
Masaru alzó la vista de libro de leyes para llevarla a su hijo mientras portaba una de sus clásicas sonrisas tranquilas.
—Bienvenido, Katsuki —el chico asintió a su padre y este continuó su lectura.
—¡Katsu-chan!
El menor en la habitación mostró su mejor cara de desagrado en cuanto su hermana Yuki envolvió los brazos alrededor de su cuello con esa típica sonrisa y tono melosos. Como si aún fuera ese niño pequeño que la seguía a todos lados y no la soltaba.
—Agh, ¿qué quieres?
—Solo siento curiosidad por saber dónde estabas. Últimamente sales mucho hasta tarde. ¿Es una chica? —Yuki alzó y bajó las cejas en un rápido y pícaro gesto.
Katsuki separó su rostro de inmediato y sin usar demasiada fuerza se soltó de su agarre, caminando rápido en dirección a las escaleras.
—No es tu asunto.
—Qué malo eres... ¡Soy tu hermana mayor sabes! —Yuki se sentó junto a su mellizo Iki, cruzándose de brazos y subiendo los pies sobre los muslos de este.
—Sí sí, déjame tranquilo —le restó importancia, ya que sabía que solo bromeaba.
Masaru hizo un gesto divertido ante las interacciones de sus hijos, riendo por lo bajo mientras le daba vuelta a la página. Le gustaba esos momentos en donde se percibía el ambiente familiar, aunque por lo general este se desvanecía como un diente de león tan pronto Mitsuki y Katsuki estaban en la misma habitación.
—Katsuki, mamá avisó que cuando llegaras fueras a su cuarto. Dijo que tiene que hablar contigo.
El nombrado miró curioso a su hermano mayor apenas mencionó el nombre de su madre, pero la curiosidad se transformó pronto en preocupación.
¿Qué hice mal ahora? Mis notas han sido perfectas...
Fue lo primero que le vino a a mente, ¿qué pieza en el castillo de perfección de su madre se había movido? Sus latidos empezaron a aumentar en frecuencia, por instinto apretó las correas de su bolso y lo mismo hizo con los labios. Una conversación privada con ella era sinónimo de malas noticias, a veces hasta le daba miedo. Le dio un corto asentimiento a Iki y fue escaleras arriba, bajo una mirada algo angustiada de Masaru.
Espero y no regañe a Katsuki otra vez...
El chico subió a su habitación, para dejar sus cosas y tener un momento a solas para preparar su mente para la conversación próxima. Aunque su cuarto no estaba tan vacío como esperaba. Una pequeña figura con cabello de pinchos rubios estaba recostada en su cama, atendiendo a la consola en sus manos.
—¿Qué haces en mi cuarto, Daiki?
El niño se levantó de un salto, dejando a un lado el aparato para sonreír hacia su hermano.
—¡Bienvenido a casa, hermanito! —caminó hacia él. Katsuki de inmediato calmó un poco su actitud, esa pequeña carita era demasiado tierna como para verla con molestia— ¿Le diste el regalo a la señorita Kaede?
—Lo hice.
—¿Y le gustó?
—Obvio que sí, mocoso. Ese dibujo que hiciste estaba increíble —le acarició la cabeza al pequeño, haciéndolo reír un poco—. Aunque, ¿qué es lo que decía lo que escribiste?
Daiki cerró los ojos mientras un sonido orgulloso salía de su garganta. Se llevó los brazos al pecho, cruzándolos, mientras que su hermano mayor alzó una ceja por su reacción.
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𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞 𝐚𝐧𝐝 𝐋𝐢𝐞𝐬 | Bakugo Katsuki x OC [ BNHA Fanfiction ]
FanficEl único objetivo de Katsuki era graduarse con notas perfectas para poder asistir a la prestigiosa universidad de sus sueños. No había nada más en su mente, sin embargo, una situación inesperada se planta en su camino: Seirei Kaede, una compañera de...