CAPITULO 2 ENEMISTAD

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Entraron al restaurante y de inmediato fueron rodeados

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Entraron al restaurante y de inmediato fueron rodeados.-¡Bienvenidos!-les gritaron lanzándoles confeti. Ella se tambaleó soltando un pequeño chillido de sorpresa. La mano de Lorenzo en su cadera la agarró dándole estabilidad.

Todos sus amigos estaban allí. Emma, su nueva pareja, Thad, Davinia, Milo, Carol y Mary Jo del trabajo, los muchachos del negocio de Lorenzo de la venta de coches, Nicco, Josh, Tony, Milo, Lane, Lautaro y el resto que no había llegado a conocer personalmente.

-¿Qué es esto?-preguntó Lorenzo.

-Dah,-le contestó Tony.- una fiesta de bienvenida sorpresa.-

Emma que estaba al frente, se acercó para darle a ella un cálido abrazo.

-¿Y, el confeti?-preguntó ella.- Pensaba que era para la boda, no para cuando regresábamos de luna de miel.-sacudió la cabeza haciendo volar papel picado de su cabello. Lorenzo le sacó un pedacito de papel que le aterrizó encima de su hombro.

Caminaron a dentro con todos moviéndose alrededor de ellos como una horda.-Para cualquier momento importante, y es divertido.-le dijo Emma.

-Para ti quizás.-dijo Lorenzo y escupió papel que le había entrado a la boca.

-¿Qué tal el viaje?-Davinia les preguntó.

Los recuerdos tan románticos como eróticos de sus noches allí saltaron a su mente. Los ojos de él encontraron los suyos, y se iluminaron dándose cuenta de lo que estaba pensado.

Ella se sonrojó mal. Él torció una de sus sonrisas satisfecho, y contestó a Davinia:-Maravilloso. Sobre todo la comida.-

Le arqueó una ceja. - ¿La comida? ¿En serio?-

Él rió, su brazo alrededor de su cintura la estrechó contra su cuerpo.

-Dos semanas y media, y ya pensaba que no iban regresar.-dijo Milo acercándose a saludar a Lorenzo.

-¡Ojalá!-dijo él y le pellizcó el trasero. Ella brincó soltando un pequeño chillido.

La miraron sin saber qué le pasaba. Se puso más colorada.

-¡Vengan, hay regalos!-exclamó alzando una bolsa con algunas cosas que habían comprado para ellos. Se la entregó a Emma y empezaron a repartirse.

Le lanzó una mirada fea a Lorenzo quién le devolvió la sonrisa como si nada. Él dejó sus maletas a un costado para desempacar después.

El rostro de Emma se iluminó al ver la blusa que le habían comprado. La volvió a abrazar y a Lorenzo también.-Es hermosa, chicos, gracias. Pero, no tenían que traernos nada.-

-Habla por ti, cariño.-le dijo Milo estudiando un set de cuchillos de caza que Lorenzo había elegido para él.

-Nah,-ella le sacó importancia con la mano.- son pequeñas cositas que nos recordaron a ustedes.-

Traición a la ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora