Despertó, sentía la boca llena de arena, seca y rasposa. Se enderezó en su asiento, estaba recostado en una muy incómoda posición. –Joder...-se quejó sintiendo hueso de su columna crujir. Se frotó los ojos y los abrió mirando alrededor. Su ceño se marcó reconociendo el lugar donde estaba pero no la razón.
-Más maní, por favor.-dijo la voz Milo a su lado y todo tuvo jodido sentido.
Volvió rostro a su izquierda encontrándole sentado. -Milo.-gruñó cada letra.
-¡Despiertas! –le sonrió feliz. -Qué bueno, ya me estaba aburriendo de ver por tercera vez Shrek 3.- sacudió lo último de maní del paquete dentro de su boca.
-¿Qué carajo has hecho?-
-Bueno, comprendo que quizás te sientas algo enfadado conmigo, pero más adelante me lo vas a agradecer.-
Estampó el puño en el posabrazos.-¡Joder, dime de una vez por qué rayos estamos en mi avión!-
-Calma, calma...- le decía como si él fuera un niño haciendo una pataleta. La joven azafata regresó con otro paquete pequeño de maní y se lo entregó.-Gracias, preciosa.-la chica se fue, y él le arrojó el paquete a él.-Pruébalos, son exquisitos. Los mejores que he probado en mi vida.-
-Milo.-la voz le salió con un borde tan afilado que cortaba el aire.
Milo se enderezó en su asiento.-Vale, vale. Mira, no podíamos renunciar a tan buena oportunidad. Estos tipos de Hong Kong están dispuestos a pagarnos lo que sea por que les obtengamos las piezas. -
Se desplomó contra su respaldo llevándose una mano a la frente.-Joder...- no lo podía creer.
- Es el negocio del siglo. –seguía justificando Milo.- Y, es una pavada. Vamos, lo hacemos y nos largamos con un montón de pasta.-
-¡Joder, joder, joder!-bramó. Le disparó su mirada rabiosa. -¡Joder, Milo!-
Milo alzó las manos. -Woa, tranquilo o asustarás a las chicas.-
-¡¿Cómo rayos conseguiste que yo...-se calló al recordar estar en el Bohemia y sentir un sabor raro en su whisky.-¡Me drogaste!-
-Deslicé un poco del Benadryl que Antonella se dejó en mi casa y en verdad lo lamento, -dijo casi viéndose verdaderamente apenado.- pero tenía que traerte conmigo. Eres el único que puedes hacer este trabajo.-
Apretó los dientes tan fuerte que le dolieron las mandíbulas.-Te voy a matar.-se cernió sobre él cuando recordó a Rica. - Joder, Rica...- debía estar preocupada de muerte.
-Ella estará bien.-le sacó importancia Milo lanzándose un maní a la boca.
Le agarró con ferocidad del cuello de la camisa jalándole a su cara.-No digas cómo ella va a estar. Ni la nombres.-
Milo parpadeó sorprendido pero sobre todo asustado.
Le soltó de un empujón y golpeó su espalda contra su respaldo, manteniendo esa misma expresión de asombro.
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Traición a la Italiana
RomanceSegunda entrega de la Saga Venganza. Rica está viviendo su cuento de hadas hecho realidad... hasta que la tragedia la golpea de nuevo. Lorenzo desaparece. No hay rastro de él en toda la faz de la tierra. ¿Podría ser que sus constantes peleas y disc...