Cachorra

415 37 9
                                    

Ama caminaba en el supermercado con Lily tomando su mano, vio a todos lados antes de entrar a ese pasillo, se detuvo frente al estante lleno del mismo producto de diferentes marcas. Apretó un poco la mano de su cachorra, quien sólo levantó su cabeza para ver el rostro de su madre.

—Mami no debe saber, ¿recuerdas? —la niña asintió—. Promételo —Lily levantó su mano y le mostró su meñique, la omega enredó lo enredó con el suyo.

Ayudó a Ama a cargar varias de las cajitas, llevaban diez cajitas en total. Ama como doctora no confiaba demasiado en esa pruebas de embarazo, pero sería más rápido y menos obvio que una prueba de sangre.

Mucho había cambiado en esos tres años, su cachorra estaba en la primaria, Samantha había tenido dos ascensos, se habían mudado a una casa a unas cuantas cuadras de donde habían vivido por dos años. Habían sido tantos cambios, pero Ama jamás había estado tan nerviosa como ahora.

Aún faltaba al menos una hora para que Samantha volviera del trabajo, así que después de hacer lo debido en las pruebas, las extendió en la encimera que rodeaba el lavamanos. Sentadas en el piso esperando que la alarma de su celular sonara.

Cuando eso pasó, Lily volteó a verla, la mayor movía sus piernas con nerviosismo. La castañita detuvo la alarma, se levantó del piso y fue por una de las pruebas, trató de leerla, pero no pudo.

—¿Qué dice, ma? —Ama tomó la prueba y leyó lo que decía—. ¿Mamá?

—Positivo —susurró, Lily dio varios brincos de emoción y salió corriendo del baño.

Ama gateó apresurada hasta el mueble del lavamanos, se levantó recargando sus manos en en este y empezó a leer todas las pruebas, cada una de las diez pruebas eran positivas. La omega llevó una de sus manos a su vientre bajo y rió, algunas lágrimas de felicidad escaparon de sus ojos.

Salió del baño y fue abrazada por su pequeña, a quien cargó en sus brazos, estaba tan emocionada por ser hermana de otra cachorrita o cachorrito.

Ambas escucharon la puerta de entrada ser abierta y de inmediato se callaron, Ama la bajó de sus brazos y se trataron de arreglarse un poco, como si pudieran ocultar la emoción, acordaron silenciosamente en bajar las escarelas.

—Ustedes parecen sospechosas —fue lo primero que Samantha dijo al ver a su familia. La niña compartió una mirada cómplice con Ama—. ¿Me dirán que pasa?

—¿Quieres saber qué pasa?

—Creo que mi petición fue bastante obvia.

—¿Qué petición?

—Omega, basta, deja de hacer eso.

—¿Hacer qué? —la castaña siempre hacía eso cuando no quería decirle algo.

—Tú sabes que, dime qué pasa —Lily caminó con sigilo hasta estar en el baño para poder esconder todas las pruebas de embarazo.

Ama saltó para envolver sus piernas en el torso de la rubia y las manos alrededor de su cuello. La abrazó con fuerza, sabiendo cuán emocionada su alfa se pondría al saber que tendría otro bebé.

Samantha, por su parte, había colocado sus manos en los muslos de la omega para que ésta no cayera. Sintiendo la nariz de la castaña paseándose libremente por su cuello.

—¿Amor?

—Todo está bien, te lo diré pronto —Rivers sonrió sabiendo que Ama jamás le ocultaría un secreto por mucho tiempo.

***

Se levantó bastante temprano ese día, Ama estaba acostada a su lado, una de sus manos sobre su vientre. Samantha sonrió al imaginarse a su omega en estado. Enserio le gustaría ampliar la familia. 

Puppy || RivamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora