Capitulo 1

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Un monstruo, eso éramos para la sociedad. Siempre ha sido así, los raritos del barrio. Nos han llamado tantas cosas a lo largo de nuestra vida que ya no duele. No duele tener que soportar todas sus miradas llenas de repugnancia y desprecio hacia nosotros. Al fin y al cabo, si los demás nos aíslan, lo único que nos queda es apoyarnos entre nosotros, entre los marginados.

Yo por suerte o por desgracia no tuve que juntarme con ningún extraño, si no con mi propia sangre. Siempre he estado al lado de mi mellizo Haruka Sakura. Ambos nos apoyamos en todo. Para nosotros es una relación encantadora, entre ambos formamos nuestra familia, no nos hace falta nada mas, solo tenernos el uno al otro.

Pienso en todo por lo que hemos tenido que pasar para llegar a donde estamos, todos los comentarios que hemos soportado por nuestra inusual apariencia, todos los apodos y malos tratos que sufrimos diariamente. Pero nada de eso importa ahora, ya nos hemos mudado de esa ciudad llena de hipócritas y tenemos una segunda oportunidad para crecer. Ayer, Haru y yo nos mudamos a un pequeño barrio, conseguimos un apartamento en donde ahora vivimos los dos solos. No es la gran cosa, pero por lo menos podemos apañarnos con lo mínimo.

La luz del sol se asoma por las ventanas de la habitación en la que ambos dormimos cómodamente en la única cama que tenemos. Con un poco de pereza me giro y miro a Haru como sigue durmiendo plácidamente. Su respiración es lenta y pausada, tanto que casi consigue que concilie el sueño, pero justo cuando estoy apunto de empezar a cerrar los ojos su respiración se altera al igual que sus movimientos. Con preocupación extiendo mi mano para tratar de despertarlo, pero en el momento en el que mi mano toca su hombro Haru se despierta de golpe. No digo nada y sigo observando como jadea del susto. No es hasta unos minutos después que nuestras miradas se encuentran.

- ¿Cuánto tiempo llevas despierta? - dice restregándose los ojos para sentarse derecho.

- No he podido dormir mucho. Pero me alegra que encuentres cómoda la cama, no te has despertado ni una sola vez en toda la noche - Haruka gira su cabeza y su mirada se clava en la ventana.

- ¿Otra vez el insomnio?

- Hum, supongo que solo estoy nerviosa por el cambio.

- Le partiré la cara a cualquiera que se atreva a meterse contigo. Lo prometo.

Abrazo la almohada que tengo bajo mi cabeza y con un leve sonrojo le sonrío a mi hermano - Gracias - no se si llega a escucharme pero tan pronto como digo eso Haru se levanta con decisión de la cama y se dirige al baño a prepararse para el día que nos espera.

Será mejor que prepare el desayuno. Salgo de la cama y me dirijo hacia la pequeña cocina que tenemos. Apenas ayer pudimos llenar un poco la alacena para el día de hoy. Los armarios están deteriorados por la humedad y algunos cuelgan de un solo tornillo. Suspiro con un poco de cansancio, pero no dejo que eso me distraiga. Voy hacia la nevera y miro que puedo hacer con tan poco. Saco un par de huevos y un paquete de leche. Preparo unos huevos revueltos con tostadas acompañadas de un baso de leche. No es mucho, pero por hoy esta bien. Mas tarde iré a buscar mas cosas a la tienda. Me siento en la mesa de la cocina y espero a que Haru salga. Miro su plato y no puedo evitar que se me encoja el corazón al pensar que va a quedarse con hambre. Con rapidez cojo mi plato y le pongo mas de la mitad de mi desayuno. Ahora mas tranquila espero a que salga del baño, no pasa mucho rato cuando aparece en la cocina vestido con el uniforme de la Furin.

- ¡Que hambre! El olor llega hasta el pasillo - dice mientras se sienta delante de mi.

- Come rápido antes de que se enfríe mas. - Digo mientras esparzo mas mi desayuno en el plato para que no sospeche.

- Que aproveche - dicho esto Haru no tarda en devorarse el plato en cuestión de segundos.

- He pensado en ir a la tienda a por mas cosas, aun me queda un poco de dinero del trabajo del acuárium. ¿Quieres algo en particular?

Come here, little bunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora