Capitulo 2

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Narra Hana Sakura

Al salir de casa lo que mas temía era perderme. Siempre he sido pésima con la orientación y estar sola en una ciudad completamente nueva no ayudaba en nada a tranquilizarme. Por ese mismo motivo Haru siempre era el primero en salir a explorar ya que a diferencia de mi él si recuerda el camino de vuelta a casa.

Estuve caminando al rededor de unos siete minutos hasta que vi a lo lejos un pequeño supermercado. Por fin, con una leve sonrisa acelere el paso para adentrarme lo mas rápido posible. Lo primero que vi no fue muy sorprendente, se trataba de un supermercado común y corriente. Al ser entre semana no había mucha gente comprando, solo un par de personas y una señora mayor analizando detalladamente la sección de verduras.

Muy bien, allá vamos. Después de entrar por completo al supermercado me coloque la capucha de mi chaqueta y caminaba con la mirada baja para intentar ocultar mi rostro. Estuve unos minutos buscando y calculando con el móvil que podía llevarme hasta que me di por satisfecha por la pequeña montaña de productos que empezaba a amontonarse en el carrito de la compra. Lo había podido encontrar todo sin ningún problema... y lo mas importante sin llamar la atención. Solo faltaba una cosa, los pockys de Haru.

En un supermercado se supone que todos los productos están ordenados por secciones, en unas encuentras las bebidas como el agua, refrescos o alcohol. En otras zonas los productos frescos como las verduras, la fruta, la carene o el pescado ¿no? Bien, entonces porque no hay ni rastro de los pockys en la sección de galletas. He dado tres vueltas seguidas a todo el supermercado y no hay rastro de los malditos palitos de chocolate. Esta será la ultima vuelta que hago, no pienso pasar mas tiempo en busca de algo que puede que ni este en el super. En esta me tomo mi tiempo pasando mis ojos por cada rincón de las estanterías, no me pierdo detalle y las escaneo de arriba a abajo con los ojos bien abiertos. Estoy tan centrada en mi misión hasta que el carrito que llevo choca abruptamente con una pared. Aparto mi mirada de los estantes y miro hacia delante encontrándome con alguien parado justo en frente.

- Tendrías que mirar por donde vas.

- Lo sien... ¿Donde has encontrado eso? - digo desesperada al ver como el chico con el que he chocado tiene un paquete de pockys en la mano.

- ¿Eh? Esto, están de oferta en la caja 4.

- Arg, con razón no podía encontrarlos por ningún lado... gracias - esquivo con rapidez all hombre y me dirijo hacia las cajas, concretamente a la cuarta. Antes de terminar de salir del pasillo noto como las misma voz habla y al mismo tiempo como la capucha es tirada hacia atrás hasta que cae del todo.

- Oye niña, ya no ... - me giro para ver al joven de antes, pero este se corta a el mismo por la impresión que le doy al revelar por completo mi aspecto. Me es inevitable no apenarme por eso así que mi mirada se concentra en el suelo del super como si fuera la cosa mas interesante del mundo - ya no queda ninguno. Este es el ultimo.

- Oh, entiendo. Gracias por avisarme. - sigo mi camino este vez menos alegre por la reciente noticia y me dirijo a la primera caja libre que veo.

Supongo que tendré que buscar otro lugar, tal vez en alguna tienda de conveniencia vendan los pockys o incluso en alguna gasolinera. Es la primera vez que mi hermano me pide algo desde hace mucho tiempo, así que no puedo permitirme defraudarlo. ¡Hoy volveré a casa con el dichoso capricho de Sakura aunque tenga que regresar de madrugada!

Empiezo a guardar las cosas que me pasa la cajera en una bolsa de plástico, de vez en cuando miro a cuanto sube la compra y un gran orgullo inunda mi pecho. Hacia mucho que no hacíamos una compra tan grande, básicamente porque no podíamos pasar mucho tiempo en la calle sin llamar la atención o sin que Haru se metiera en alguna pelea con alguien. Ademas, se siente bien poder comprar lo que necesitas en el momento sin tener que preocuparte en exceso por el precio.

Come here, little bunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora