Come here, little bunny

Capitulo 8

⌜Narra Haruka Sakura⌟

Abro los ojos a eso de las 7:00 de la mañana, los primeros rayos de sol dan de lleno en mi rostro. Con molestia me giro hacia la derecha e intento cubrirme lo más que puedo con las sábanas.

- Hana... Hana mgh la persiana porfa - no recibo respuesta y eso me extraña. Rendido me levanto de la cama y salgo de la habitación con los pies descalzos hacia el salón. - Hana? - Nada. Voy hacia la cocina y tampoco está ahí. Miro en el baño y este está con la puerta cerrada. Golpeó un par de veces la puerta - Hana, estás ahí? - silencio - voy a entrar. Vacío. Como ultimo recurso voy hacia la entrada de la casa y miro hacia el pequeño armario en donde guardamos nuestros zapatos y grande es mi sorpresa cuando veo que los suyos no están. No es muy difícil notarlo ya que solo tenemos dos pares de zapatos. Unos para el día a día y unas botas para el invierno, no tenemos para mas.

Esto no es normal, ella nunca sale sin avisar o como mínimo sin dejar alguna nota. Con un mal sabor de boca corro hacia mi armario y saco el uniforme de la Furin. Paro unos segundos observando el bolsillo de esta ya que esta muy abultado. Reviso los bolsillos y una tierna sonrisa sale de mi acompañado por un leve sonrojo en mis mejillas. En ella se encuentran los pockys de ayer. Sacudo mi cabeza de lado a lado para centrarme en lo importante, encontrar a Hana.

Salgo de casa como una bala y empiezo a correr por todo el vecindario. Llevo varios minutos con esto y aún no hay señales de ella. Descanso unos segundos delante de un puesto de comida rápida y seco el sudor de mi frente con agresividad por la frustración que siento. Paso mis manos por mis pantalones y me congelo al notar un objeto rectangular.

- Idiota - Murmuro para mi mismo

Cojo mi teléfono y no me es muy difícil encontrar al numero de Hana entre mis contactos. Espero con paciencia, pero esta se esfuma cada vez mas con cada pitido que suelta el maldito aparato. Finalmente la llamada se corta y con ella mi paciencia.

¡Se puede saber en donde narices se ha metido! No sabe nada de esta ciudad y ni hablemos de su terrible orientación. Es increíble que se haya ido sin decirme nada y mucho menos que lo haya hecho a los dos días de estar en esta ciudad. ESTO NO TIENE SENTIDO. Y si le ha pasado algo malo. Que tal si se ha encontrado con algún abusón de los de ayer o peor aun y si se ha metido en algún lio... que voy a hacer?

En medio de mi crisis de ansiedad una suave musiquita empieza a sonar. Extrañado paro un momento y me concentro en ese sonido. Suena... suena a un teléfono, telefono MI TELÉFONO. Rápidamente vuelvo a sacar el aparato del demonio y mis ojos buscan con desesperación el nombre de la persona. "Hana" aparece su nombre encima de una fotografía en donde sale mordiendome la mejilla. Con las manos temblorosas por la ansiedad atiendo su llamada.

- HANA, DONDE DIABLOS ESTAS! - es lo primero que le digo

- Tranquilo, solo he salido a comprar unas cosas para el desayuno. Recién llego a casa. - dice algo nerviosa.

- Agh, Hana casi me da un infarto esta mañana al no verte en casa. A demás porque no llevas tu teléfono contigo? Sabes que tu orientación no es muy buena. ¿Que ibas a hacer si te perdías y no podías volver a casa, como ibas a llamarme eh?

- Jeje, tranquilo vale, esta todo controlado. No he ido muy lejos, ademas me estoy orientando bastante bien en esta ciudad. Así que no te preocupes tanto.

- Esta bien, pero no vuelvas a salir sin tu teléfono. Así me quedo mas tranquilo

- Bien bien, no lo volveré a hacer.

- Nos vemos en la tarde.

- ¿Que? Espera no vas a venir a desayunar?

- Emm no, yo... la verdad es que pensaba ir con Kotoha para desayunar. No te molesta verdad?