Parte sin título 7

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1:06 a. m.
Sí lo sé. Lo del tatuaje era nada más un pretexto para conocerlo para saber cómo se llama para saber si tiene novia. ¿Funcionó?

Tardó más de dos semanas en hablarme, pero funcionó. Me invitó a bailar. Salimos con sus amigos.

Bailamos.

Para mí no era nada serio no podía ser nada serio, alguien como yo con una enfermedad crónico degenerativa, en lo único en que debe pensar es en divertirse y fluir. En dejarse llevar.

Pero… su conversación se volvió interesante cuando por fin estuvimos solos, después de tener sexo maravilloso, lo escuché. Escuché sus inquietudes, a qué se dedica, cuál es su religión, y fue interesante. Y entonces entendí más allá del antónimo de su nombre por qué le dicen Teufel (Diablo).

Es raro encontrar personas que me resultan interesantes, dado mi materialismo histérico, ya sólo veo números y contratos, y para mí no era nada serio, no podía ser algo serio.

Entendí por su forma de hablar y su falta de conocimiento ortográfico, que no teníamos mucho en común, su mundo y mi mundo nunca podrían estar muy unidos y eso sólo era un hecho absoluto. Lo suyo son luces estrambóticas, bebidas en botes de litro llenas de vodka barato, mucho baile tipo cumbias, reggaetones, sonideros, banda y todo aquello que mi círculo primario odia, pero que yo encuentro encantador por su bulliciosa honestidad.

No puedo consíderarme una snob, supongo que me faltan algunos ceros en mis cuentas bancarias para clasificar en esa categoría, pero lo de Teufel es lo opuesto a mis bibliotecas, cafetería y restaurantes.

No era nada serio, pero recordé una vez que mi abuela me dijo que la gente que baila muy bien realmente sabe follar bien. Sí, en mi casa las abuelas y las bisabuelas transmitieron el conocimiento de la vida sexual con mucha naturalidad, como buenas brujas, por eso mi visión del mundo es más amplia, por eso no me da miedo arriesgarme, por eso vivo sola y tengo mi casa propia, porque hubo otras mujeres que extendieron sus alas y me enseñaron a volar.

Aquí el tema es que no era nada serio, lo épico que resultó lo tornó serio… la forma en como me dijo que si me podía besar, y después de besarme la forma en la que me preguntó si quería ir a follar… la humedad en mi entrepierna cuando le pregunté si de verdad quería follarme…

Teufel no era nada serio… pero tan pronto como me respondió que sí, que lo que quería era follarme accedí a mi deseo también.

Me llevó a un motel barato, uno que yo nunca había visto, con una escalera diminuta y una sola entrada. Muy peculiar. Un lugar al que a ninguno de mis amantes le hubiera permitido llevarme… y solo puedo decirte que juro que para mí nada de eso iba en serio…  pagó la habitación en efectivo y dentro de ella me volvió a besar, me inundó la boca y sentí su saliva y me deleité con su sabor, sentí sus manos, su cuerpo, toqué y besé cada uno de sus mil tatuajes, eternos, interminables, maravillosos.

Besó mi cuello, lo chupó y lo mordió, lo hizo con tal destreza como si me hubiera conocido antes, como de otra vida, él sabía qué hacer ahí, en ese el justo punto de mi erotismo y lubricidad. Se concentró ahí. Al siguiente día fotografié las marcas que me dejó sin ningún poder de arrepentirme. Fue excelente.

¿La forma en cómo me dominó?  Me puso enfrente de su miembro y de rodillas, lo introdujo entero en mi boca, tan grande, tan jugoso, tan duro y me hizo su sumisa… sin que fuera nada serio… asumí mi papel y me dejé más que llevar, guiar. ¿Que si  quería correrse en mi boca? No lo sé, yo quería tenerlo dentro de mí.

No lo conocía bien, y tuve miedo de que terminara antes y todo fuera una desilusión…vaya sorpresa, la experiencia de él me abrumó. Me hizo llegar, tres o cuatro veces, ya casi no me acuerdo porque… perdóname que insista no era nada serio.

Recuerdo algo… jamás voy a poder olvidarlo…
me tomó por el cabello, se colocó detrás mío y me hizo caminar hasta dónde estaba el espejo del váter y ahí, me tomó por detrás… en el espejo me miró a los ojos y yo me reflejé en los suyos y a través de ese portal nos conectamos… como en un ritual pagano…como algo que no se puede decir, algo oscuro, oculto e inefable.

Ese día… más bien esa madrugada me convertí en la mujer del diablo para siempre, así ha sido aunque ya hayan pasado algunos años… y la lección es que sepas que uno termina en pactos  aunque no vayas a nada serio.


Esta es la última historia que me contó mi madre antes de que dieran la sentencia de aprobación de su eutanasia, cuando igual y su mente me veía más como una amiga que como su descendiente… yo sigo buscando a Teufel, y no he tenido suerte. Mi madre siempre fue un bello ángel, que me cuidó con tanto amor aunque yo sea hija de ese ser que no tiene nombre sino sólo un apodo… a pesar de haber tenido un padecimiento grave peleó por traerme a este mundo, me inventó un papá al que nunca extrañé porque al ser tan amada por todos, cualquiera que sabía que ella era mi madre me amaba a mí también. Gracias Teufel por mi dualidad (ángel-demonio), gracias por pactar con ella y regalarnos a las dos la oportunidad de amar incondicionalmente a alguien. Donde quiera que estés bendecido seas.

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⏰ Última actualización: Jun 11 ⏰

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