Wenclair Pride 2024 - Reto

Día 15: Salir del clóset.

OFF: Esta historia está conectada al DÍA 1.

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— ¿Tengo que elegir?

Estaban en la hora de receso en una de las mesas Yoko, Divina, Enid y Wednesday, la primera tenía una bandeja con dos cupcakes, uno completamente rosa chillón con toques de otros colores igual de brillantes y hasta dulces en forma de unicornio. Absurdamente brillante.

El otro cupcake era de color negro y terroso, con una gomita en forma de tarántula y bastante tétrico, incluso si hablamos de un cupcake. Wednesday no entendía porque las chicas la habían acorralado para esa suerte de experimento extraño pero fue Enid la que hizo la pregunta.

— Si, tienes que elegir. Entonces ¿prefieres el cupcake negro y amargo y completamente no apetecible o te irías mejor por el cupcake de colores que potencialmente podría tener un relleno de tu sabor favorito?

— Siento que tu comentario está un poco sesgado para que yo pueda tomar una decisión.

La morena acercó su mano al cupcake de color oscuro y a Enid se le aguaron los ojos. ¿Por qué había tanto drama?

— ¡Oh vamos! Solo toma el cupcake de colores, Addams —se quejó Yoko que aún sujetaba la bandeja— me estoy cansando de esperar.

— No, no... —habló Enid retirando la bandeja del alcance de Wednesday— creo que ella ya tomó su decisión.

Agarró el cupcake multicolor y lo acercó a su pecho a punto de echarse a llorar.

— Si me disculpan, mi cupcake y yo nos iremos a pensar las cosas un momento.

Y dejó a las chicas solas con Wednesday aún muy confundida de todo.

— Que éxito, Addams. Me sorprendes —se burló la vampiro.

— ¿Me puedes explicar que demonios está pasando?

— ¿Cómo puedes ser tan ciega? ¿Qué no ves que ella te...?

— Yoko, cariño —interrumpió Divina— no es el momento

— Como sea, no voy a permitir que hagan sufrir a mi amiga así —bufó aún en modo de pelea.

— ¿Por un cupcake? —cuestionó Wednesday.

— ¡Era metafórico! —el grito de Yoko se escuchó en todo el patio y dejando el otro cupcake en la mesa se alejó de la mano de su novia visiblemente molesta.

Wednesday tomó el dichoso pastelillo y fue hacia los dormitorio donde suponía que estaría ella. Al entrar en la habitación la encontró envuelta entre sus frazadas mirando la mesita de noche donde había dejado su cupcake.

— Enid 

— ...

— Enid, ¿podemos hablar?

— ...

— ¿Entonces vas a ignorarme?

— ...

La morena caminó hasta ese lado de la habitación y se sentó a los pies de la cama, Enid se negó a mirarla concentrada en observar el pastelillo, sus ojos estaban algo enrojecidos.

— Enid

— ...

— Es extraño cuando no me hablas, quizás porque estoy acostumbrada a no rodearme de silencio cuando estoy contigo, incluso cuando estoy en mis tiempos de escritura donde tomas el cuidado de colocarte audífonos para no incordiarme con la música estruendosa que sueles escuchar, siento el murmullo de tu voz tarareando las canciones, el sonido del lapicero rasgando la libreta donde haces tu tarea y hasta la pequeña risa que se escapa cuando lees algo gracioso en tu teléfono.