capítulo 8

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-*Boungiorno* -Jimin parpadeó y abrió perezosamente los ojos al escuchar el suave saludo en italiao.
  El sol entraba en ruadales por la ventana, pero lo único en que pudo fijarse fue en el hombre que se hallaba de pie junto a la cama. Todas y cada una de las partes de su cuerpo estaban repletas de las atenciones que JungKook le había prestado la pasada noche, ydisfrutó al ver cómo se oscurcía su mirada de pasión al ver cómo se estiraba.
  -El desayuno espera.
   -¿El desayuno? ¿Cuanto tiempo he dormido?
  Jimin se irgió en la cama a la vez que se tiraba de la sabana para cubrir su desnudez.
  JungKook que vestia unos vaqueros que moldeaban sus fuertes muslos y una camiseta negra que ceñía su pecho a la perfección, esbozó una demoledora sonrisa.
  -Lo suficiente, *cara*. Pero tambié es cierto que lo que menos hemos hecho ha sido dormir.
  Jimin no pudo evitar ruvorizarse al recordar su aundaz comportamiento de la noche anterior.
  ¿Había acabado ya todo? ¿Había acabado la noche de pasión a la que se había entregado de manera totalmente voluntaria? ¿Había llegado la hora de volver a su dormitorio y retomar la relación meramente profecional que había mantenido hasta entonces? Aún había programadas varias actividades de promoción para lo que quedaba de aquella semana y para la siguiente.
  Pero ¿Cómo iba a ser capaz de superar los días que se avecinaban después de lo que sucedido aqella noche?
  Se sentía muy confuso, pero sabía que necesitaba distanciarse de todo aquello cuanto antes.
  -Si me das unos minutos, me visto y podemos hablar de lo que tenemos en la ajenda para los proximos días mientras desayunamos.
  -Oh, no, *cara* . En estos momentos hay una sola cosa en nustra ajenda -el sujerente tono de voz de JungKook hizo comprender a Jimin que aún lo deseaba, lo que le produjo una sensación de revolteo en la boca del estomago.
  -¿Ah, sí? -dijo con la boca repentinamnte seca.
  JungKook se inclino hacia él y lo beso con delicadeza en los labios.
  -Voy a llevarte a un lugar en el que podamos estar solos para explorar lo que hay entre nosotros.
  Jimin se apartó de él casi con brusquedad.
  -Pero... ¿y los actos de romoción que hay planeados?
  -Ya se encargará algún otro de eso. Nosotros tenemos cosas más importantes que hacer -JungKook dijo aquello a la vez que se sentaba al borde de la cama y tiraba con delicada firmeza de la sabana para dejar al descubierto el pecho de Jimin. La evidente mirada de aprecio que le dedicó hizo que él se humedesiera de inmediato-. *Per Dio... qué precioso eres...
  -Pero se suponía que solo iba a ser una noche, Kook -la voz de Jimin surgió en un murmullo apenas audible que reflejó lo vulnerable que se sentía.
  -Tiees que dejar de huir de una vez por todas y enfrentate a lo que te asusta, Jimin.
  Jimin lo miró y deseó sentirse en aquellos momentos tan audaz como se habia sentido la noche anterior. Pero tuvo que estaba utilizando tanto el accidente de Tae como su propia y desastrosa vida amorosa como escudo para huir de la reaidad.
  -Quiero estar en la pista de pruebas -dijo con toda la firmeza que pudo. Pero la mirada qué le dedicó Kook le hizo comprender que al decir aquello solo había lorado reafirmar en su idea de que lo único que prentedía era volver a huir de sí misma.
  -Eso ya no es necesario. No después de lo de anoche. Vamos a pasar el fin de semana en mi villa -dijo JUngKook con delicada firmeza-. Necesito explorar hasta el fondo de lo que tú pusiste en marcha anoche. ¿NO sientes tú lo mismo, cara?
  Jimin se peguntó si debería mentirle, cuado lo cierto era que su cuerpo estaba clamando todo lo contrario.
  Salió de la cama llevándose la sába consigo para cubrirse.
  -¿Y el coche?
  -El coche seguirá aquí el lunes -la mirada y la profunda voz de JungKook revelaron que el último que estaba pensando en aquellos moentos era en el coche.
  Aquello era cierto, se dijo Jimin. El coche seguiría allí después del fin de semana, pero la pasión que aún bullía entre ellos no. Y ella no quería que aquellos se convirtiera en algo más que en una breve aventura. Y en canto aquello acabara podría consentrarse en el motivo por el cual realmente había acudido a Italia: everiguar la verdad sobre el accidente de Tae.
  -Pero solo el fin de semana -dijo, sonriente, y disfrutó del poder que parecia tener en aquellos momentos sobre JungKook-. Nada más.
  -Bene -JungKook se encaminó hacia la puerta del dormitorio-. Salimos dentro de una hora - añadió por encima del hombro antes de salir.

Las caricias del enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora