/VII/

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Seven: You or me? You? Me?

Camino cabizbaja en dirección a la escuela. Rezo mentalmente para que sea un buen día. Suspiro. Levanto la mirada para cruzar la calle. Me aseguro de mirar bien a ambos lados.

Si un auto me pasa por arriba mejor, pero igual, precaución ante todo.

Estoy a punto de cruzar cuando pasa un camión frente a mí. Me quedo paralizada en mi lugar. Un escalofrío me recorrió la espalda. Eso estuvo cerca. Levanté la mirada a un viejo árbol. Hay dos cuervos mirándome fijo, o eso creo, agitan las alas y desaparecen de mi vista.

Siempre he asociado a esas aves con la muerte. No creo en religiones, pero adoro lo sobrenatural y para mí todo es una señal.

Tranquila, querida, sólo estás loca.

Desde pequeña he sentido la muerte acechándome. Quizás exagero. Nadie sabe que creo en este tipo de supersticiones. ¿Qué hablarían de mí si lo supieran? Dirían que estoy loca de remate. Soy un poco despistada y hago cosas raras pero eso no quiere decir que soy loca, ¿o sí?

Antes veía cosas moviéndose en la oscuridad de la noche y a plena luz del día también. Ahora eso se lo atribuyo a la imaginación infantil. Debería dejar de creer en estas cosas y abandonar la lectura de terror. Aunque es adictivo.

Y honestamente no quiero dejar atrás mi investigación con respecto a las brujas, ese es un tema que amo.

Sin darme cuenta me encuentro frente a las puertas de la escuela.

Entro con la frente en alto.

Podré estar muriendo aunque lo mamoncita nadie me lo quita.

Esoooo.

—Buenos días —saludé a algunos profesores que estaban cerca de la puerta.

—Buen día. —Escuché a algunos.

Continué mi camino hasta encontrarme con mis amigos. Stella me dió un fuerte abrazo que no dudé en aceptar.

Nos unimos a la formación.

El tiempo pasó y ahora estamos en el aula, aburridas, justo en el receso.

—Podemos jugar algo —propuso Tell, apoyando su codo en la mesa para sostener con la mano parte de su rostro.

—Me parece bien —expuse—. Pero, ¿qué jugaremos?

—Hmm... ¿Sabes cómo se juega eso de que alguien pregunta algo y entonces los jugadores se señalan para dar respuesta? —cuestionó Stella, sin abandonar su posición.

Exploré en mis recuerdos. Ya sé cuál es, aunque desconozco su nombre.

—Lo he visto en Internet, pero nunca lo he jugado —aclaré.

—Vale. —Miró a nuestro amigo negro delante de nosotras—. Saúl, grábanos, porfis.

Stella puso ojitos. Pestañeó con ternura repetidas veces. Se parecía al gato con botas en Shrek.

—Está bien. —Soltando un suspiro, Saúl rodó los ojos.

Acordamos, luego de que él sacara su celular, que preguntaría las cosas y Tell y yo con los ojos tapados nos señalaríamos.

Soltó la primera pregunta: "¿Quién es más loca?" y señalé a Stella. "¿Quién es más bonita?", de nuevo ella. En la siguiente, Saúl se saltó el "Quién es" y sólo preguntó: "¿Más torpe?", en esa me señalé a mí y a Stella.

Creo que las dos tenemos el mismo nivel de torpeza.

Lo mismo digo, conciencia.

El juego siguió por cinco minutos más hasta que a Saúl se le acabaron las ideas.

Vimos el vídeo. En la primera pregunta Tell se señaló a sí misma. En la segunda me señaló a mí. En la tercera otra vez se señala.

∆∆∆

Al final, después de todo, no fue tan mal día. Me divertí con mis amigos. Ya siento a Saúl más parte de mi vida. Y técnicamente todo es gracias a Stella por ser tan sociable.

Alberto a pesar de formar parte del grupito, es bastante molesto y no lo considero mi amigo. Daniel nos cambió por el grupito de los pesados del aula. Eso no saldrá muy bien en mi opinión. Caleb también es muy molesto. Trata de imitar siempre a Saúl y eso, pues, no se ve bien.

A esos tres no los considero amigos.

Se pueden morir ahora mismo que no me importaría.

Suspiré. Lanzo mi celular a la cama. Mala idea. Rebotó y bueno, cayó al suelo. Suelto un chillido y voy al rescate. Suspiro con alivio al ver que no tiene ni un rasguño. Beso su pantalla.

—Te amo, mi bebé —digo al teléfono, dándole un abrazo.

Quizás sí estoy un poco loca.

Me acuesto en mi cama y me acomodo de lado. Lo primero que hago es encender mi amado móvil, desbloquearlo y entrar a WhatsApp. Tengo algunos mensajes de Tell.

Mi solecito<3: Holaaaa.

Mi solecito<3: Necesito tu ayuda, je je.

Me preocupo al instante. ¿Qué habrá hecho ahora? Me preparo para contestarle.

Yo: ¿Qué necesitas?

Dejé el chat. No tenía más mensajes así que me fui a Wattpad, que se había convertido en mi hogar.

Es que los libros son maravillosos.

Ya había terminado de escribir mi primer libro. "Somnus" y otros más. Decidí borrarlos, no me gustaban. Me quedé sólo con uno de los primeros, el de romance. Se llama "Amor Inmortal". Ese me gusta, no mucho, pero un poco.

Abrí WhatsApp de nuevo. Stella ya me había contestado. Entré a su chat.

Mi solecito<3: Es que tengo un novio virtual, lo quiero terminar, pero no sé cómo y necesito tu ayuda.

Genial, ahora tendré que meterme en relaciones amorosas.

Mira todo lo que hago por ti, Tell. Negué con la cabeza. Escribí el siguiente mensaje.

Yo: Está bien, te ayudaré.

Minutos después me envió el contacto del chico. Enseguida le escribí.

Yo: Hola, he robado tu número de un grupo.

Mentira, me lo dió mi mejor amiga.

Informé a Stella de que ya le había escrito.

Sujeto???: Holaa, está bien.

Empezamos a hablar. Logré llevar a cabo el plan inexistente que había. Lo había conquistado.

El tipo se hacía llamar Zenitsu o algo así, como el del anime. Es de mi edad. Supuestamente no tiene novia. Mentira. ¿O tal vez sea porque lo virtual no cuenta?

Puede ser, puede no ser.

Pasé capturas de pantalla a Stella, esas serían las pruebas que ella necesitaba para dejarlo. Volví al chat del chico, dijo que nos quería a las dos. Patán de mierda.

Tell y yo después de insultarlo a más no poder, lo bloqueamos y ya su problema estaba resuelto. Aunque yo lo bloqueé después porque me divertía verlo pedir perdón. Tan patético que daba asco.

THE LAST KISSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora