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Esta mañana preciosa en la que Jungkook fue a recoger flores magenta, tan hermosas de un color igual al de sus ojos, su cordura parecía haber escapado por una ventana muy lejos de ahí, su ímpetu y valentía están en un estado de ebullición sin presidentes.

Este día sería el día en el que atraparia a ese vampiro escurridizo al fin. A veces hay que dar un salto de fe para tener lo que se quiere y este día Jungkook estaba dispuesto a darlo.

Sobre la cama que prepararon para Taehyung, la cual seguramente iba a ser ocupada pocas veces ya que casi no duerme, coloco la preciosa flor y también una nota que decía que lo vea en el comedor. Su padre vampiro le enseñó hace mucho tiempo que lo mejor para emitir una sinceridad pura es dar pequeños detalles como este, solo esperaba que funcione esta vez.

En el comedor vestido con un pantalón negro y una camisa blanca sin corbata y con las mangas recogidas, un poco elegante pero no demaisdo, Jungkook se mantuvo a la espera y cuando pisadas un tanto inseguras a su espalda rompieron el silencio, al dar la vuelta lo miró.

Taehyung siempre hacía que el aliento se le fuera por completo, aquellos ojos de un tono rojizo y brillante tan intenso y esa manera de mirar como si estuviera analizando cada parte de su interior lo dejaba sin aliento cada vez. Además su cabello húmedo y apenas peinado por haberse dado una ducha le quedaba tan lindo.

-Te extrañe-dijo Jungkook con una ligera sonrisa-se que no comes demasiados alimentos pero traje todo lo que te gusta, fue un poco complicado pero aquí están, creo que al menos de esta forma te pido una disculpa por todo lo que pasaste por mi culpa.

-No debiste hacerlo-su contestación distante y sus ojos qué de pronto se helaron y observaron a otra parte hizo que su corazón se estruje en miedo pero no lo detuvo, luego sabría que debió haberse detenido, tal vez el dolor habría sido menos.

-Hago esto porque quiero, porque te quiero.

-Para por favor.

-Ya sé lo que piensas o que crees que piensas pero solo te pido una oportunidad, si tan solo me dejas quererte yo podría hacerte muy feliz. Ya no soy un niño, crecí hace mucho tiempo y bueno se que eres mucho mayor pero eso no debe ser un obstáculo para ambos, todo eso solo es algo pequeño que...

-No, ¿acaso no lo entiendes? Te digo que no ahora y antes ya te lo he dicho. No hay posibilidad, tal vez mis actitudes te hayan confundido pero ahora te digo esto, yo no te quiero como crees.

-Eso es lo que dices, pero cada vez que me miras y como me cuidas y te preocupas por mi...

-Es lo que se hace por la familia, eres mi familia Jungkook, te vi nacer, crecer y casi te veo morir, solo te veo como un pequeño hermano menor, eso es todo-dijo eso con palabras distantes como un robot, con tanto esfuerzo que casi no salen de su garganta.

-Tú mirada no dice eso, no me ves como un hermano menor y menos tu aroma, me atrae como algo más y tal vez tu digas no pero tu cuerpo no puede mentir.

Para ese momento Jungkook con cada palabra se acercó un paso a la vez hasta quedar muy cerca.

-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no?!-grito alejándose-eres un cachorro, para mi eres y serás eso, no importa cuanto crezcas para mi solo serás un cachorro molesto qué solo me fastidia con sus inútiles sentimientos.

Sus palabras llegaron muy dentro de Jungkook, tanto que lo hizo retroceder con el peso que conlleva todo lo que dijo. ¿Solo era eso para Tae? ¿Un cachorro molesto que solo le fastidia?

Por qué me trataste de formas que me hicieron confundir, quiso decir, por qué me mirabas como si me quisieras más que a cualquier persona en el mundo, por qué sonreías de una forma tan hermosa cada vez que me mirabas, por qué te preocupas tanto por mi y por qué tus manos sin querer me buscan cada vez.

Quiso decir tantas cosas y preguntar tantas otras pero no lo hizo, no quería ser más una molestia, tal vez sus sentimientos eran eso para Taehyung todo este tiempo y solo lo estaba fastidiando como un pequeño niño llorón que no acepta un no como respuesta.

-Lo siento-dijo en voz alta y tajante-debí ser más sensato y saber que solo te estaba molestando, esto no volverá a ocurrir, te lo prometo.

Con pasos lentos y seguros salió del comedor directo a su habitación, su leopardo se estaba volviendo loco en su interior, tan destrozado como él, con la diferencia que lo que quería era tomar a Taehyung y obligarle a decir que si, pero su parte humana fue más fuerte en esta ocasión y lo dejó ir.

Dentro una pena tan grande como el océano se desató en un segundo apenas la puerta se cerró, el leopardo de Jungkook explotó, habría sido mejor que fuera furia, pero no fue así, no rompió nada, no quiso tirar abajo la puerta, en su lugar un rugido tan lamentable se escuchó desde el interior y nada más que eso.

En el exterior en el jardín Hoseok lo escuchó y supo lo que ya sabía. Jungkook fue rechazado de forma inminente, solo esperaba que Taehyung no haya sido tan cruel con él.

-¿Fuiste muy duro?-preguntó cuando observó a Taehyung salir al jardín.

-Creo que lo lastime más de lo que esperaba.

-Es muy testarudo.

-Apenas mis palabras salieron quise retractarme.

-Las palabras dichas no se pueden tomar de vuelta.

-¿Alguna vez te arrepentiste por algo que dijiste?

-Muchas veces, suelo ser hiriente y terriblemente honesto-de alguna manera en la memoria de Hoseok se le vino ese día en que rechazó a Taehyung y eligió ser lo que siempre fue, un cambiante solitario cuya vida se divide en un torrente de mentiras.

-¿Si no fuera un cambiante que viste nacer y crecer...?

-No hagas esa pregunta por favor, yo lo quiero como un hermano o como un sobrino quizás.

-Ahora entiendo.

-¿El qué?

-Tus labios dicen una cosa pero tu mirada otra y el tono no es seguro, quieres a Jungkook pero no como un hermano, la pregunta es, ¿de qué manera lo quieres?

-Solo lo quiero y ya.

De esa manera Taehyung huyó con pasos acelerados mientras en el interior de Hoseok se revuelve un millar de sentimientos y pensamientos muy extraños. Por una parte se sentía aliviado por lo que pasó entre esos dos, pero a la vez estaba triste, sin embargo si los veía juntos eso no le habría gustado tampoco, era extraño, sumamente extraño.

Se estaba sintiendo como una tercera rueda, no obstante no sabía con cual rueda es la que quería ser una pareja.

No queriendo pensar más en eso decidió ir a custodiar a Jungkook, de seguro al salir iba a necesitar a alguien para consolarlo.

EL DESPERTAR DEL LEOPARDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora