Ojos Verdes

"Destino"

Llegué a mi casa y dejé mi bolso a un lado, mis padres estaban dormidos, así que solamente suspiré y camine lentamente hasta mi habitación, allí estaba mi pequeño minino dormido en mi cama. Solamente deje todo a un lado y mire la hora. -11pm... Wow, no es tan tarde pero se siente como si lo fuera.- Deje mi teléfono a un lado, mientras me preguntaba si Sasuke había llegado a su casa, me preocupaba ya que al momento de acompañarme se había desviado de su camino principal.

Me puse mi ropa para dormir, mientras cepillaba mi pelo me mire al espejo, pensando en como fue que lo conocí solo de repente, necesitaba llamar a Ino, mi mejor amiga, y contarle todo lo que podía. Pero era tarde y posiblemente ella estuviera dormida, así que suspiré y dejé todo en el tocador mientras me metía a la cama poniendo mi alarma a las 5am, casi no dormiría esa noche pero no me arrepiento.

Cuando sonó mi alarma me sentía cansada, la apague intentando dormir tan solo 5 minutos más cuando Suke empezó a lamer mi rostro, me levanté mientras lo tomaba entre mis manos. Lo deje en el piso mientras me estiraba, lista para empezar a prepararme e irme a la universidad.

Cuando llegue a la universidad las clases fueron con normalidad, acostumbrandome a la nueva carrera, no era muy diferente de enfermería, cuando llegó el descanso me sente abajo de una banca a comer mi almuerzo, me encantaba el Yogurt con fruta y miel, Ino llegó a sentarse a mi lado mientras tenía una ensalada entre sus manos, ella siempre comía de manera saludable.

-¡Sakura! ¿Cómo estás?- Dijo mientras sonreía, se veía bastante feliz el día de hoy. -¡Hola Ino! Bastante bien, apenas puedo respirar ¿Y tú qué tal? ¿Cómo va la carrera de enfermería?- Ino abrió su ensalada mientras tomaba un cubierto. -Van geniales, pero es más aburrido sin ti, extraño tu presencia a mi lado.- Dijo mientras tomaba un bocado de su ensalada.

-Creeme que también extraño tu compañía. Además estoy sola allí dentro, no tengo a nadie a mi lado.- Y era cierto, no había hecho algún amigo, y con toda razón, era bastante aplicada como para socializar con los demás.

-¿Todo bien? Siento que ocultas algo...- Ino me conocía a la perfección, sabía que aún no le contaba algo y no me servía de mucho intentar esconderlo. -Pues anoche salí a un bar algo lejos y... Conocí a un chico de mi edad.- Ino casi se ahoga con su comida cuando me escucho decir eso. -¿¡De verdad!? ¡Sakura eso es un gran avance en tu objetivo de hacer más amigos!- Ino estaba más emocionada que yo, sonreí mientras ella me miraba, quería que le contara más.

-Es alguien bastante amable, vive más cerca del bar que yo y fue mera casualidad, la verdad... Me acompaño hasta mi casa y-...- Ni siquiera pude terminar cuando ella me tomo de los hombros. -¿Te llevo a tu casa? Sakura no todos los hombres hacen eso, y más si dices que el vivía más cerca.- Ino me miraba fijamente, me daba una idea de lo que ella pensaba. -Solo somos dos personas conociéndonos, nada más, además no he recibido alguna llamada o mensaje de el... Aun.-

Ino me miró fijamente mientras tenía una sonrisa en su rostro, me soltó mientras acomodaba mi pelo. -Ay Sakura, de seguro también va a la universidad, o quizás trabaja ¿Cómo se llama?- Ino en definitiva quería saber cada detalle de el, le tenía bastante confianza así que accedí a contarle un poco más sobre el. -Se llama Sasuke y vive solamente con un familiar de el, según me conto trabaja y no tiene muchos amigos.-

Ino comía mientras escuchaba cada palabra que salía de mi boca de manera atenta, yo estaba feliz contándole sobre Sasuke. Disfrutaba hablar con mi mejor y única amiga, no hablaba con más personas por lo poco social que era, solo cuando era necesario para algún trabajo o tarea en equipo. No salía de mi zona de confort ni nada así.

Cuando ambas terminamos de comer charlamos sobre nosotras, Ino me contó que Sai, su novio, le había regalado un par de pendientes en forma de orquídea preciosos, ella los llevaba puestos y los pude apreciar en persona, eran increíbles y bastantes lindos, quedaban perfectamente con la personalidad de Ino.

-Sakura tengo pensado salir de compras este fin de semana, escuché que habría rebajas. Y pensé...- Ya sabía a lo que iba Ino. -Ire contigo- Le respondí sonriendo, pensé que no me haría mal renovar mi ropa y la que estuviera en buen estado donarla a la caridad, había algunas prendas que no llegué a usar. -¡Perfecto! Nos veremos en el centro comercial a las 11:00 a.m ¿Te parece bien?- Le sonreí mientras asentía.

-Me parece perfecto, más tarde cuando nos sentamos a descansar podemos tomar algún batido- Ino estaba emocionada, amaba hacer planes con Ino, siempre que salía con ella pasaba algo bueno. Y su compañía era encantadora. Una vez acabo nuestro descanso ambas nos re-dirigimos a nuestro edificio correspondiente, estaba algo distraída en clase pensando. ¿Sasuke me llamaría? Pensé un momento que darle mi número de celular sería algo... Intenso, no quería sonar intensa ni nada por el estilo pero el era un gran chico.

Al llegar a mi casa pasaron las 5:00 p.m y ninguna llamada, ni un mensaje, pensé que no me llamaría, me disponía a hacer otras cosas cuando mi teléfono sonó, era un número desconocido. Rápidamente conteste. -¿Hola?-  Esperé pacientemente hasta que alguien respondió del otro lado. -Hola buenas tardes ¿Hablo con Sakura?- Era una voz masculina, pensé en que sería Sasuke. Me tape la boca guardando silencio hasta que reaccione para mí misma y hablé. -¡Si! Soy yo ¿Quien habla?- Pregunte, esperaba que fuera Sasuke.

-¡Entonces estoy en lo correcto!  ¡Sakura soy yo, Sasuke!- Sonreí feliz mientras brincaba en el piso de mi habitación. -¡Sasuke si llamaste!- Escuché como el soltaba una risa del otro lado. -¡Claro que iba a llamar! No llegue mucho que salí del trabajo, además fui a comprarle unas cosas a mi gatita.- Sonreí feliz en definitiva había hecho una nueva compañía y ese era Sasuke.

-¿Tienes una gata? ¡Wow! Yo también tengo un felino!- Sasuke y yo hablamos en un inicio de nuestros felinos, su gata se llamaba Kura y yo le conté de Suke, allí me di cuenta que Sasuke, era alguien excepcional a pesar de su fachada fría.