Fueron juntas a la ciudad, durante el camino no hubo ni una sola palabra de parte de Leyla, Antonia intentaba hablar con ella de mil maneras, pero no se lo permitía. Al día siguiente Anto estuvo a primera hora en la consulta con Andrea, sus últimos minutos en la sala de espera fueron eternos, sus ojos buscaban alcanzar a Leyla una y otra vez sin éxito. Andrea la hizo pasar y aun esa que había prometido no dejarle sola no se hacía presente...
Andrea: Antonia pensé que vendrías con Leyla
Antonia: No, no, ella estaba ocupada
Andrea: Bueno, hubiese preferido que vengas acompañada
Antonia: Estaré bien, bueno que pasa?
Andrea: No son buenas noticias, lamentablemente tienes un tumor maligno
Antonia: No, no...
Andrea: Aun estamos a tiempo de solucionarlo (acarició su hombro)
Antonia: Como?
Andrea: Primero hay que reducir el tamaño del tumor y luego operar
Antonia: Con quimioterapia?
Andrea: Si claro
Antonia: Voy a perder mi...mi seno?
Andrea: En caso de que fuese necesario
Antonia: Cuando empieza la quimioterapia?
Andrea: Puedes quedarte?
Antonia: Hoy?
Andrea: Si te sientes lista
Antonia: No tengo tiempo que perder
Andrea: Voy a prepararte
Las horas pasaban y Anto estaba acostada en esa cama de hospital, con mil pensamientos y la mirada perdida en el goteo del suero, cuando de repente se abrió la puerta y aquella que no salía de su mente se dejó ver...
Antonia: Leyla...
Leyla: Aquí estoy (se sentó a su lado)
Antonia: Pensé que no vendrías
Leyla: Pensaste mal, y ahora ya no hables, olvida todo y cierra esos ojos (besó su frente)