Un encuentro inesperado

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Gojo esta alarmado-Entonces ¿simplemente se fueron?

Yaga esta cansado y sinceramente harto de todo-Sí. Gojo.

-¿Cómo?

-No sabemos. Los altos mandos llamaron a una junta por la desaparición de uno de los dedos de Sukuna que se tenía resguardado en el santuario de Kioto Fushimi Inari-taisha-Explica Yaga. Han estado casi toda la noche repasando las posibilidades de que alguien los este trasladando y todavía tiene que ocuparse de sus responsabilidades como director.

-¿Dejaron un objeto maldito de grado especial en una ubicación turística?

Yaga se deja caer en su silla con poca gracia-No al alcance, pero sí, el dedo se ha resguardado ahí desde finales de la era Heian, en un compartimento especial bajo tierra.

-¿Por qué no me hablaron de eso?

-Se percataron en la tarde, se dieron cuenta de que faltaba otro objeto maldito e hicieron un inventario ayer.

-¿Cuántos faltan?

-No han dicho.

Gojo ríe incrédulo-¿Es enserió? ¿Quieren que los ayudemos a buscarlos pero no nos dicen que son o cuántos?

Yaga se encoje de hombros-Les dije que no nos concierne, no obtendrán nuestra ayuda como institución y mucho menos de los estudiantes hasta que nos den toda la información disponible.

-Vaya-Gojo se sintió un poco aliviado de que Yaga pensara igual que él sobre el tema.

-No cantes victoria-Le recalca mientras limpia sus lentes-Por la naturaleza del objeto maldito lo mejor es que tú te encarges de buscarlo.

Lo sabe. Pero aun quiere quejarse-¿No has pensado que pudo ser el dedo qué encontró Megumi?

-Hablaré con él en la mañana, pero si la maldición ya existía hace un mes, no será el mismo.

-Sí acaban de admitir que no saben que no está o desde cuando.

Yaga parece derrotado cuando lo mira. Le habla con severidad-Esto queda entre nosotros-Ijichi entiende la indirecta y cierre todas las ventanas antes de salir de la habitación-El director de Kioto me dijo que otras zonas fueron saqueadas antes, cuatro, piensa que un hechicero de la escuela de Kioto puede estar involucrado. Son los únicos que sabían de la ubicación exacta del dedo en el templo.

Gojo piensa, descarta inmediatamente a Utahime y sus estudiantes, ella es demasiado recta y creyente del sistema como para si quiera pensarlo-¿Cuándo empezó entonces?

-Alrededor de dos semanas, me enviaron un aviso para que estuviera al pendiente de si algo faltaba en la escuela. Pero no falta nada.

Gojo se paso las manos por la nuca. Esto era un problema, ya era alarmante la idea de que los objetos malditos no restringidos puedieran cultivar maldiciones propias, pero que hubiera usuarios malditos robandolos... esto no podía ser casualidad.

¿Y si la maldición que atacó a Megumi era algo orquestado?

-¿Qué hay de Megumi? ¿Crees que esto sea casualidad?

-No hay razones para creer otra cosa todavía.

-¿Dónde ha estado estos días?

-No sé, al principio pensé que se iba al hospital...-Yaga no parece desconcertado-Cómo sea, siempre trae café y comida, así que no hubo razón para sospechar nada raro.

Gojo no esta satisfecho con esa respuesta.

-¿Ijichi no lo mueve en la noche?

-No siempre, tiene más tareas aquí que ser un simple chófer y Megumi no estaba en una misión-Explica Yaga con toda la paciencia que puede reunir a estas alturas-¿Por qué?

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