fiesta de cumpleaños

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Hinata suspiró mientras entraba al cuarto donde los dos adultos la esperaban, vestidos con ropa nueva y listos para ser dados de alta del hospital.

"Hinata," exclamó Naruto con una sonrisa radiante, corriendo a abrazarla. "¡Qué bueno que estás aquí! Vamos a casa."

Hinata desvió la mirada, visiblemente apenada. "Naruto," murmuró con suavidad, "yo iré a casa con Sasuke. Tú debes ir a la tuya."

"Pero..." Naruto guardó silencio, bajando la cabeza. "Estoy acostumbrado a estar contigo."

Hinata le tocó el hombro con ternura. "Lo sé, Naruto, pero debemos aparentar. Aquí, yo estoy casada con Sasuke y tú con Sakura."

Naruto levantó la mirada, la tristeza reflejada en sus ojos. "Pero no se siente bien, Hinata. No puedo simplemente ignorar lo que siento."

Sasuke dio un paso adelante y puso firmemente sus manos en los hombros de Naruto. "Naruto, sé que es difícil para ti," dijo con voz seria pero comprensiva. "Pero si queremos regresar a nuestra realidad lo más pronto posible, debemos mantener las apariencias."

Naruto apretó los puños, luchando contra la frustración que crecía dentro de él. "Lo entiendo, pero no puedo evitar sentirme... perdido sin ti, Hinata."

"Bien, entonces nos vamos." Hinata salió, pero antes de cruzar el umbral se detuvo y miró hacia la puerta. "Oh, es verdad," se volteó hacia Sasuke. "Sasuke, para que logren creernos, debes saber que antes de que terminara la guerra tú odiabas a Itachi. Así que actúa un poco distante con él."

"¿Qué has dicho?" murmuró sorprendido. "¿Mi hermano está vivo?"

"Sí, así es." Hinata guardó silencio al ver la expresión de su esposo. "Ya entiendo," dijo, cerrando la puerta con suavidad. "Si es así, tal vez vean a personas que ya murieron."

Sasuke se quedó en silencio por un momento, procesando la información. La posibilidad de ver a Itachi nuevamente lo perturbaba y emocionaba al mismo tiempo.

"¿Jiraiya-sensei sigue vivo?" preguntó Naruto con un destello de esperanza en sus ojos.

"Sí, por el momento está de viaje, pero está aquí," respondió Hinata con una sonrisa cálida.

Naruto dejó escapar un suspiro de alivio, pero rápidamente su expresión cambió a una de nerviosismo. "¿Y qué hay de Neji? ¿Él también sigue vivo?" preguntó, observando atentamente el comportamiento de Hinata.

"Sí," asintió Hinata, volviendo a abrir la puerta. "Espero que actúen con normalidad, o el plan fracasará." Salió de la sala, seguida por Naruto y Sasuke, quienes vieron sorprendidos a sus amigos esperándolos en el pasillo.

"¡Naruto!" susurró Sakura, acercándose rápidamente para abrazarlo. "No te preocupes, cariño. Te prometo que haré que nos recuerdes," dijo, acariciando sus mejillas y dándole un pequeño beso en una de ellas.

"No lo abrumes, Sakura. Aún está confundido," intervino Ino, observando la escena con una sonrisa de satisfacción al ver la actitud de su amiga.

"Déjala, está emocionada de por fin verle después de dos semanas," sonrió Hinata, situada al lado de Sasuke.

"Sí, bueno, ¿por qué no vamos a comer algo para festejar que ustedes dos se encuentran bien?" sugirió Shikamaru, sonriendo al ver el entusiasmo de todos.

"¡Sí, muero de hambre!" exclamó Naruto. "Vamos por ramen."

"¡Naruto, es en serio!" exclamó Sakura, cruzando los brazos enojada. "Debes comer bien, acabas de salir del hospital, idiota." Negó con la cabeza, pero luego sonrió al ver a su marido ladear la cabeza. "Supongo que los gustos de la infancia no cambian, ¿verdad, querido?" Le dio un pequeño beso en los labios, sorprendiendo a Naruto.

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