31 de Octubre 1980Todo comenzó allí, en ese pequeño pueblo, que era el escenario de una futura catástrofe, había una figura oscura moviéndose con prisa por las húmedas calles, el viento parecía obedecerle, tal vez eso explicaría el porqué los árboles se tambaleaba sobre sus raíces de forma amenazante, en algún punto de su caminata, las gotas de lluvia empezaron a descender del cielo en un torrente, y si antes había alguna duda sobre el poder de aquel hombre sobre el clima, quedó despejada cuando las gotas parecieron ignorar por completo su presencia dejándolo totalmente seco, el clima sin duda no era el mejor, eso era cierto, pero la situación era muchísimo más crítica que el clima.
Sus pasos eran decididos, sus hombros estaban tensos y su mano mantenía un agarre firme en su varita, sus ojos rojos escaneaba con seriedad la calle y su mandíbula estaba tensa Sus ojos pronto encontraron su objetivo, una vieja mansión victoriana, las protecciones eran viejas, seguramente por lo antigua que era la familia Potter, pero no le importo, él era el señor oscuro, aquellas protecciones no serían nada para él.
Sabía, gracias a su espía, que el matrimonio Potter se encontraba fuera de casa, en alguna reunión de la órden.
Así pues, levantó su varita, encontrando una ruptura en las protecciones para después entrar en ellas.
Sonrió por la facilidad y se encamino a la habitación de los gemelos.
Según la dichosa profecía uno de los dos bebés de los potter sería capaz de vencerlo.
Le hubiera gustado no tener que recurrir a esos métodos, el no era un asesino de inocentes, pero tampoco era capaz de permitir que alguien arruinara sus planes, ojalá hubiera escuchado la profecía completa.
Llegó al cuarto, ambos bebés dormían plácidamente, se acercó a ambos, sin saber exactamente cuál de los dos era el de la profecía, suspiro y los observó con detenimiento, las cunas tenían el nombre del bebé en la pared del frente y sus ojos fueron a la cuna de la derecha en cuanto vio que ambos bebés despertaban.
<< Liam Fleamont Potter >>
Rodo los ojos, seguro ese nombre había sido idea del inútil de Potter, el niño tenía el cabello pelirrojo, igual a su madre, y sus ojos eran avellana, el bebé lo vio con curiosidad y decidió ignorarlo para empezar a chuparse el dedo, con disgusto, Voldemort se giró hacia el otro bebe.
<<Hadrian James Potter>>
Sus ojos se conectaron con los del bebé y jadeo, era el, lo pudo sentir, su magia había reaccionado a esos ojos verdes, tan verdes como la maldición asesina, trago en seco cuando sintió que el bebé lo veía de forma retadora.
-Hadrian -Dijo probando el nombre del niño - Realmente siento hacer esto...hubieras hecho cosas grandiosas
Levantó su varita, apuntando a la sien del bebé y este no dejo de verlo, poniéndolo nervioso.
-Avada Kedavra -Murmuró
El hechizo quedó suspendido en el aire y el abrió los ojos con horror cuando vio que el hechizo iba de regreso a el, se agachó justo a tiempo y el hechizo impacto en la madera de la cómoda
-¿Qué rayos? -pregunto viendo al bebé
Su frente sangraba, tenía un ligero corte como de un rayo y entonces maldijo por lo bajo. Ya había escrito su destino...lo había marcado como su igual.
-Si la maldición asesina no funciona...¡Bombarda máxima! -Dijo, hablando para si mismo
La explosión fue justo en medio de ambas cunas causando daño al otro bebe, el cual resultó con una herida en su ojo izquierdo.
Ambos empezaron a llorar y las alarmas de la mansión se activaron.
Maldiciendo por lo bajo su comportamiento tan poco Slytherin y sutil, el señor oscuro desapareció, aún asombrado por lo que acababa de pasar.
Por otro lado, el matrimonio Potter estaba feliz, habían hecho realidad su sueño y ahora tenían una hermosa familia con dos lindos bebés.
Esa noche, sin embargo, ambos se habían presentado a la reunión mensual de la orden, dejando a sus bebés dormidos en la seguridad de su mansión.
O al menos eso creyeron hasta que las alarmas se dispararon, alarmados, corrieron hacía su casa con sus amigos de la órden siguiéndolos.
-¡Hadrian! ¡Liam! -Grito la pelirroja entrando a la habitación
Examinó a ambos bebés, ambos estaban vivos, Hadrian tenía una pequeña herida en la frente, pero no se veía grave, Liam al contrario, lloraba y sangraba de un corte que iba desde su ceja hasta su mejilla izquierda.
-¡Lily! ¿Están bien? -Preguntó James entrando al cuarto
-Si, Hadrian está bien...pero Liam está herido -Respondió ella pasándole al bebé pelirrojo
-¿Qué fue lo que pasó Albus? -Cuestiono Sirius al mayor de ellos
-No quería decirles esto...pero hay una profecía, la profecía dice que, habrá un niño que nacerá para salvar al mundo mágico del señor oscuro, y ese niño, era uno de sus hijos o el hijo de Frank -Explico mientras los presentes lo veían con incredulidad -Esta noche, sin embargo, ya sabemos quién es el elegido, el vino hoy, y los enfrentó -siguió diciendo Dumbledore - Liam es el elegido, él lo derrotará.
-¡Ese es mi ahijado! -Dijo Lupín acercándose
El licántropo se puso a examinar la herida de Liam y Lily rápidamente dejó a Hadrian en manos de Sirius; el cual no estaba muy contento, y se puso a atender a su bebé pelirrojo, todo mientras Hadrian sollozaba en silencio.
-¿Qué dice la profecía? -Preguntó Sirius meciendo al bebé mientras limpiaba con magia su herida
-El único con el poder de derrotar al señor oscuro se acerca, nacido de los que lo han desafiado tres veces, nacido cuando muere el séptimo mes, el señor oscuro vendrá y lo marcará como su igual, el niño lo vencerá. -Recitó Dumbledore omitiendo partes
Sirius entornó los ojos, la adivinación siempre le pareció incierta.
Y así, ese día, Liam Fleamont Potter, se proclamó el niño que vivió.
El elegido.

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Hadrian Salazar Riddle Y El Legado Heredado
FanfictionUna profecía se alza amenazante para los gemelos de la familia Potter, el destino está en juego y los dos niños no son más que peones en un tablero de ajedrez demasiado complicado, y todas las piezas se mueven con delicadeza para trazar estrategias...