Hadrian Salazar Riddle Y El Legado Heredado

El indicio de un cambio

-¡Mañana cumplo cinco años y no puedo permitir que Ronald venga si el jardín no está listo! -Chillo Liam

Hadrian resistió el impulso de poner los ojos en blanco, su hermano era muy dramático, el cumpleaños de ambos sería mañana, obviamente, él no tenía permitido divertirse, podría saludar a los invitados para guardar las apariencias pero después debería irse a su cuarto y no salir en todo el día.

Su hermano, aprovechando la oportunidad de molestarlo, había pedido que instalarán un campo de quidditch en la mansión para celebrar.

Reprimiendo una mueca, Hadrian suspiro al darse cuenta de algo, sería el primer cumpleaños que pasaría sin Sirius, ya que Dumbledore los había enviado a él y a Lupin a una especie de misión secreta de la órden, y tenían prohibido comunicarse con nadie hasta que terminarán.

Solo rezaba para que su padrino estuviera a salvo.

-¡No, no no! Las gradas deben ser doradas, no plateadas ¿Que no ven que ese color es de slytherin? -El grito de James resonó por el campo y el se mordió el labio para no reír

¿Honestamente? ¿Que tan inmaduro debía ser alguien para odiar ciertos colores solo por una casa?

-Hadrian, haz el favor de ir a tu cuarto -Le reprendió su madre en cuanto lo vio -Los Longbottom están por llegar

El menor asintió y se encaminó a su cuarto en silencio, odiaba a sus padres, siempre escondiendolo del mundo, avergonzados de él.

El no era un squib, su magia se había manifestado, obviamente esto solo ocurría cuando él estaba solo, lo cual era malo, si solo pasaba en su soledad ¿Cuando sería capaz de enseñarle a sus padres?

Suspirando con tristeza se encerró en su habitación, tenía tantos celos de su hermano, odiaba su vida, realmente quería una familia amorosa.

¿Era mucho pedir? ¿Acaso hizo algo mal?

Observó desde su ventana el campo, la luz se estaba poniendo en el horizonte bañando el césped de una luz anaranjada, suspiro ante lo hermoso que se veía todo y trazó las formas de las gradas sobre el cristal. Se giró de forma abrupta cuando su puerta se abrió y su padre entró.

El mayor de los Potter observó el lugar con ojos críticos, siempre que venía hacia eso, casi como si quisiera asegurarse de que no estropeará nada, al estar satisfecho se sentó en la cama y lo llamó con un movimiento de muñeca, el menor se acercó cautelosamente y se puso frente a su progenitor sin estará tan cerca en caso de que el quisiera abofetearlo.

-Hadian, mañana será un gran día, tu hermano cumplirá 5 años -Empezó diciendo su padre, haciendo que se tragara las ganas de señalar que él también cumplía años - Aún no sé si estarás presente mañana, si por mi fuera, estarías aquí encerrado pero vendrá mucha gente importante del ministerio a celebrar, y no quiero que nada salga mal así que si debes ir y cumplir con tus deberes de Heredó, lo harás a la perfección ¿Me oyes? No voy a permitir que arruines el día perfecto de tu hermano