•ACRÍLICO•ym♡#WSA2024

01: CHOCOLATE-SUGAR

OST: Sugar by Maroon 5

"Seis y cinco minutos de la mañana, es un día soleado para la ciudad de Seúl. La temperatura media para un mes de junio se espera sea..."

—¡Demonios, Kim Taehyung!

Un hombre pálido como la nieve daba vueltas en torno a un bebé de apenas tres años mientras el auricular en su oído izquierdo iba por la tercera vez de ser enviado al buzón.

—¡Appa, tengo hambre!

Yoongi se rascó la nuca al punto del colapso. El puchero en el rostro redondo de su bebé le recordaba lo que un padre soltero debía enfrentar día a día. Eso y la culpabilidad le hicieron decantarse por el último recurso.

Estaba mal, estaba muy mal y podía escuchar la voz de Seok Jin martillando en su cabeza, pero el pequeño Jun se había portado más que bien siendo despertado a las cuatro de la madrugada para acompañar a su padre a la boda de su tío.

Ese criminal que ahora no le devolvía las llamadas mientras el movimiento en la terminal siete del aeropuerto Internacional de Incheon parecía ralentizarse con el paso de los segundos.

—Aquí tienes, hombrecito...

Ofreció a su niño aquella barrita de chocolate que solía reservar para sí mismo cuando estaba demasiado estresado como para permitirse almorzar. El niño sonrió con gusto antes de entretenerse con el envoltorio de chispas.

Una cosa menos, evitar que Jun llorara. Pensó Yoongi mientras la línea crujía bajo la tesitura de barítono de Kim Taehyung, su latoso primo.

—¿Aló?¿Yoongi? Dime que mi padrino favorito ya está en la ciudad...

Qué coraje, cómo se atrevía a saludarle con tanta efusividad después de ignorarlo por horas. Sin embargo, Yoongi compuso una sonrisa torcida mientras recolocaba el sombrero con orejas de osito que el propio Taehyung le hubiera regalado para su niño.

—Pequeño demente, ni siquiera porque es tu Gran Día pareces tomar conciencia de tu descortesía al ignorar personas.

—¿De quién habré aprendido, Yoongi hyung? Tú me superas con creces.

—Mmhh... no tengo nada que objetar. Por cierto, llevo retraso. A última hora no encontramos un billete para la clase económica y nos toca ir como sardina en lata con los turistas.

—Si no fueras tan terco Jungkook hubiera...

—No, no, no, no abusaría de ese molesto ser con el que te vas a casar...

—Pero si Kookie es un amor...

—Paso... hey espera... ¿Jun? ¿Jun Young?

El temor en la voz de Yoongi era palpable mientras caía en la cuenta que solo se había distraído unos minutos y el menor ya no estaba sobre el frío asiento de la terminal.

—Dios Yoongi, no me digas que perdiste a mi jovencito otra vez ¡Es un jodido aeropuerto!

El rubio de ojos color ámbar mordió su labio inferior antes de prometerle a Taehyung que encontraría a su hijo rápidamente antes de embarcar con rumbo a Daegu, donde se celebraría la unión.

—Maldita sea, pequeño, que buen momento para explorar...

Masculló mientras peinaba con la mirada el perímetro alrededor de su presencia antes de comenzar a preguntarles a las personas si habían visto a un niño de casi cuatro años con un sombrero de orejas de oso como Kumamon y una barra de chocolate en la mano.

El agotamiento era algo que perseguía a Yoongi, siendo agente de ventas y un exitoso empresario, la vida de noches y escapadas sin compromiso le había coqueteado lo suficiente como para cometer el más cliché de los errores y terminar enredado en la trampa de una de sus secretarias.