04. WHAT A MESS

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OST: Midnight Train by Sam Smith

De lo único que Jimin podía ser consciente era de aquella mano sobre su espalda baja. Sin pretensiones, sin codiciar moverse hacia otro lugar donde la incomodidad le ganara a la parálisis que le provocaban las multitudes.

Sin traspasar la delgada línea del decoro mientras las mejillas de Park se incendiaban con cada paso que la presencia de Yoongi daba en su compañía.

—Hice bien en mandar a mi primo en tu busca. Cuando Jungkook me comentó que había visto al insoportable de Chul escabullirse, supe que tenía que haberlo sacado de la lista de los invitados. Espero que puedas perdonarme, Jiminie.

La expresión compungida de Taehyung era sincera. Jimin se mordió el labio inferior antes de asentir en su dirección. Los ojos del mismo color ámbar de su acompañante, pero en las facciones femeninas de Ara Kim, se iluminaron al reparar en cómo Yoongi aún sostenía a Jimin colocando una mano en su espalda.

—Pero ya el mal rato pasó. Estamos en una boda, niños. Kookie, cariño ¿No crees que ya es hora de sacar a mi osito a la pista y estrenar el primer baile?

—¡Mamá!

Se quejó Taehyung pero su ahora esposo solo sonrió de aquella forma que le hacía muy semejante a un adorable conejo antes de entrelazar sus dedos y besarle los nudillos.

—No es necesario que lo recuerde suegra ¿Estás listo, bebé?

Taehyung enrojeció pero terminó dejándose arrastrar por el pelinegro hasta la pista flanqueada por las mesas. Yoongi observó la escena antes de advertir la expresión astuta de su tía y hasta entonces ser consciente del temblor de Jimin contra su mano.

—¿Aún tienes frío? Si estás muy cansado podemos sentarnos. Disculpa, estoy asumiendo que me acompañes el resto de la noche cuando tienes a medio club de admiradores para ello. Perdón por ser tan atrevido.

Finalmente el contacto físico se rompió entre ambos. Jimin pestañeó como si abandonara un extraño sueño donde la sonrisa torcida y los cabellos dorados del más pálido le enmarcaban totalmente.

—No... yo...—Se aclaró la garganta y reparando en la copa que ni siquiera había probado y que aun descansaba en su mano derecha, decidió terminarla de un trago—No me debes una disculpa, soy yo quien necesita agradecerte aún más por lo de hace minutos y no creo tener más compañía que pueda soportar que la tuya esta noche.

Un bochornoso sonrojo que se lo achacaría al alcohol siguió a ello y Yoongi se quedó atrapado en aquellos ojos azules impregnados con una curiosidad que para él tenía otras connotaciones.

Un sonido muy similar al de una campanilla de jardín siendo acariciada por el viento lo hizo regresar de sus cavilaciones para descubrir que se trataba del propio Jimin camino apropiarse de otra copa de burbujeante champán. Yoongi chasqueó la lengua, mientras contemplaba la espalda del menor.

Lo había decidido, custodiaría al doncel esa noche y quizás, solo quizás, se divertiría. Por su parte, Jimin solo intentaba no atragantarse con sus nervios y el alcohol que raras veces había probado en sus veintisiete años. Iba camino a una tercera copa cuando unas manos pálidas se cernieron sobre el cuello de la vajilla y de paso lo acariciaron a él.

—No debes estar acostumbrado a beber. Si continuas a este ritmo, estarás ebrio antes que Tae y Kook regresen. Ven a bailar conmigo.

Intentar negarse no era algo que habría hecho de todos modos. Pero las casi tres copas le habían dado el valor suficiente para sacarse el saco del esmoquin de Yoongi y aceptar su mano a pesar de que la suya estaba húmeda de sudor y nervios.

•ACRÍLICO•ym♡#WSA2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora