02. TENDER BOY

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OST: One Thing by One Direction

Describir la travesía sería lo mismo que ir como sardina en lata. Yoongi sentía cómo las vértebras de su cuello se peleaban por un poco de espacio mientras su hijo dormía plácidamente entre sus brazos.

—Bueno, al menos alguien disfruta de esta aventura.

Se dijo a sí mismo mientras acariciaba las mechas color azabache que poseía su niño y que él también llevaba aunque actualmente se tiñera de rubio. Había tomado una decisión alocada prestando oídos a su asistente personal Jung Hoseok.

"Para un gran cambio en tu vida necesitas una nueva apariencia."

Se había reído en su rostro aquella vez, pero era tarde cuando la estilista exponía una paleta de tonalidades que fueran a juego con su iris color ámbar y el resultado era ser portador de un rubio bruñido que resaltaba insólitamente el color de su piel.

Hoseok y sus tonterías, Taehyung y sus exigencias. Demasiado ocupado para prestar atención o sentir un pinchazo de motivación en su existencia, Yoongi sobrevivía a cuenta de su apretada agenda y no pensar demasiado cuando su pequeño hijo era la prioridad.

A esas alturas no esperaba mucho de la vida, cuando los treinta años se deslizaban sobre su cuerpo y su mente parecía haber envejecido a una velocidad vertiginosa. No, él solo era quien debía ser para sus familiares y amigos.

Un hombro con el que contar en los peores momentos o compartir sonrisas insulsas. Alguien especializado en cuidar y proteger a los demás, aunque pecara de olvidarse de sí mismo.

Ese vacío interior, ese sentimiento de insuficiencia hacia sí mismo, parecía asfixiarlo mientras la llamada para desabordar resonaba en los altavoces, consiguiendo despertar a cierto chico de mechones azabaches que se había fundido a su cómodo asiento en primera clase.

Aislado del bullicio de los pasajeros, Jimin había sobrevivido a su vuelo reprogramando un software de cálculo integrado que sería propuesto a Min Enterprises Holding si pasaba el período de prueba la próxima semana. Su pequeña nariz congestionada y sus ojos inyectados en rojo por la falta de sueño solo le hacían ver más adorable mientras desconectaba su mini laptop y se apresuraba hacer el próximo checking.

La recepción se celebraría a las afueras de Apsan Park, aprovechando el pronóstico de buen tiempo para una velada al aire libre donde su primo Jungkook se había encargado de la construcción de todo lo que pudiera convertir esa área del parque en una visión idílica para su enamorado.

Jimin sonrió, muy en el fondo envidiaba a su primo y a todas aquellas personas que podían caminar de la mano de otras sin preocuparse de la cantidad de gérmenes e interacciones nerviosas que pudieran experimentar sus receptores o si de esa manera pudieran descubrir la complejidad de su alma.

Algo para lo que no estaba listo, cuando apenas soportaba estar cerca de otros seres humanos sin querer esconderse.
Sea como fuera, ya no había tiempo para retractarse, menos cuando tratar de conseguir un taxi y contestar el teléfono se convertía en una tarea titánica mientras arrastraba su maleta y la caja de Bubble.

—¿Es-está libre?

Tartamudeó en dirección a un hombre de similar complexión a la suya que leía el periódico apoyado contra el capó de un taxi. No pasaría los treinta y Jimin se ruborizó alarmantemente cuando el aludido le respondió con una sonrisa brillante.

—Y si lo estuviera separaría el lugar para usted... Por favor...

Con su sonrisa comercial le sostuvo la puerta y Jimin se quedó congelado. Dudaba que pudiera hacer frente al sutil coqueteo cuando otra persona llegó casi corriendo en dirección a ellos.

•ACRÍLICO•ym♡#WSA2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora