UNA SEMANA [CHERIK]

VII. POR LA ETERNIDAD

DÍA 7
LIBRE (XMCU)

"¿Es tu arrepentimiento lo que te mantiene despierto esta noche?"

"Preferiría que no husmeases en mi mente, Charles. ¿Qué hora es?"

"Hm." Una pausa. Erik sintió a Charles estirarse en su lado de la cama para mirar el reloj. "Cuarto para las cuatro."

"Tienes una clase que dar mañana. Vuelve a dormir."

"Tus pensamientos me despertaron."

"Nada de lo que debas preocuparte."

"No estoy tan seguro de eso, Erik."

El aludido se removió entre la oscuridad, girándose hacia el lado en el que el telépata yacía, sus manos sobre su pecho y su mirada fija en lo alto de la habitación.

Abrázame, manifestó Charles ruidosamente. No era un pensamiento, era un deseo abstracto, una silenciosa demanda. Erik obedeció, como con muy pocos lo haría.

"¿Qué es lo que te inquieta?"

"Nada en particular. A veces la culpa simplemente me come vivo."

"Lo entiendo, me sucede a mí también."

"Pero no estás satisfecho con esa respuesta."

"No."

Magneto se acercó más al cuerpo del telépata.

"No hay nada que pueda decirte, Charles. Por favor, déjalo estar."

"Quieras, es la palabra, pues podrías. Si quisieras."

"Charles."

"¿Es sobre lo que dije esta mañana?"

"Refresca mi memoria."

"Sobre no estar seguro de que tú seas feliz aquí."

"Lo soy."

Otra pausa. Charles consideró sus opciones. Erik no tenía que abrir los ojos para adivinar que la incertidumbre perduraría toda la madrugada de ser necesario.

"Erik, realmente no aprecio cuando haces esto."

"¿Hacer qué? Hasta hace un momento, estaba durmiendo plácidamente. Eres tú quien me interrumpió y, para ser franco, Charles, tampoco puedo decir que lo aprecio."

"Estabas pensando en alto. Demasiado."

"Estaba soñando. No puedo controlar mis sueños.

"Pensaste en mí. Tu arrepentimiento era sobre mí."

"¿Lo sabes de cierto o decidiste asumirlo? Ni siquiera puedo recordar con qué estaba soñando."

"Lo sé."

"Porque leíste mi mente."

"Porque llevo una semana despertando debido a tus pensamientos, Erik. Me llamas y yo atiendo, siempre lo hago, pero esta vez sólo puedo sentir todo este... rencor, y ni siquiera sé de dónde viene, qué es lo que hice para merecerlo."

"¿Podemos hablarlo en la mañana, después de una taza de café? Preferiblemente."

"Agradecería que pudieses tomarme en serio más a menudo."

"Charles, son las cuatro de la mañana..."

"Casi las cuatro."

"Perdona si mi humor para conversar no cumple tus expectativas, mas estoy acostumbrado a tener esta clase de discusiones contigo hasta después del desayuno."