Capítulo 1: Oscura soledad

255 16 0
                                    

Sin darme cuenta, me hundía cada vez más. Esta soledad me resultaba repugnante, pero, de algún modo, también placentera. Había estado así toda mi vida, pero aún no entendía por qué a veces este sentimiento se me hacía tan extraño. Ya debería estar acostumbrada; después de todo, siento que merezco esto.

Llevaba meses en esta lamentable situación, ahogándome en lágrimas y dolor. 

Mi motivación se había ido de vacaciones sin dejar aviso de cuándo regresaría. Lo único que me quedaba era este sufrimiento que me estruja el pecho. Quisiera saber cuándo terminará todo esto y llegará ese día en que sea feliz, mire hacia atrás y todo sea un amargo recuerdo, algo que debía suceder para que por fin la felicidad sea plena. Pero, siendo realista, cada vez tenía menos esperanza.

¿Cómo no hacerlo? Si lo único que recibía eran más olas de desprecio. Las supuestas personas que debían amar y cuidarme eran las que me empujaban a ese desolado vacío. En vez de recibir sus palabras de aliento, solo tenía insultos que bajaban mi autoestima en tiempo récord. Estaba tan débil que sin refutar soportaba esos tratos. 

Pensaba: quizás lo merezco, después de todo solo soy una carga y desde que tengo memoria he causado problemas. Me culpaba constantemente de todo, incluso cuando no debía. Se habían encargado de convencerme que era de lo peor y los malos tratos eran mis preciadas caricias.

Y sin querer, empecé a esconder mi dolor. Reprimía mis lágrimas y las tapaba con una cálida sonrisa. Si seguía riendo y mostrando alegría, sería menos molesta para ellos, si lo hacía, todos estarían bien...

Sin embargo... ¿pensé en mí? ¿Yo era feliz con eso? Pues debía hacerlo, era lo mínimo que alguien como yo tenía que hacer, pero si pensaba así ¿por qué mi corazón seguía rompiéndose? 

Por momentos se desarmaba por completo, pero mi mente lo levantaba y con paciencia pegaba cada pedazo con un curita, y todo iba mejor. Pero ¿qué pasaba cuando el curita perdía su valor? El corazón caía y esta vez se rompía en mil pedazos cada uno, cada caída era más fuerte que la anterior y en cada uno quedaba menos esperanza. Hasta que esta vez ya no pude pegar esas partes, ya no había que unir, TODO MI MUNDO SE DESVANECIA, mi alma, mi corazón y yo estábamos hechos pedazos...no entiendo cómo nadie lo veía....

Ahora me dolía la cabeza por tanto pensar en una solución, pero dolía más porque no había una

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora me dolía la cabeza por tanto pensar en una solución, pero dolía más porque no había una. Sentía que estaba a punto de explotar y mis pensamientos se dispararían por la oscura soledad de mi habitación. Esos pensamientos que he tratado de ignorar, pero cada vez aumentan. Son tantos que no sé qué hacer... ¿Cuál era la solución? Si alguien la sabe, por favor no dude en decírmela. Sentirse así es muy agotador...

Estaba harta de llorar día y noche, de prometerme constantemente que mejoraré y que este dolor es momentáneo, que todo pasará y algún día seré feliz. ¡PERO TODO ERA UNA MALDITA MENTIRA!

Por más que llenara este cuarto de promesas, seguía igual, mi vida estaba más que hundida en el dolor, en mis ojos se notaba el cansancio y las ganas de terminar con todo esto, pues yo solo quería un poco de paz... yo solo quería ser feliz....

Pero alto, pensémoslo bien... ¿Feliz? ¿Yo?

Parecía que era alérgica a ese sentimiento. No tengo ningún recuerdo donde ella fuese protagonista, si estaba, solo era una maldita npc, duraba tres segundos en escena y desaparecía sin dejar rastro.

¿Y creen que no traté de pedir ayuda? Lo hice, porque pensé que quizás esos amigos que tanto presumía podrían entender mi dolor.... pero nadie comprendía que todos los días luchaba y luchaba por ignorar todo aquello que me arrastraba a mis traumas del pasado.

Por más que tenía personas a mi lado que me querían y decían dar todo por mí, igual me sentía sola. Todos eran unos completos extraños que no dudarían en abandonarme en algún momento. Y por más que traté de explicar lo cansada que me sentía, nadie lograba escucharme o entender lo que pasaba. Todos se concentraban en su dolor y minimizaban el mío, como si no importara y poco a poco empecé a sentir que era así. Que lo que me pasaba no tenía importancia, quizás solo exagero y todo esto es porque quiero atención.

Entonces, si solo quería atención, ¿POR QUÉ SENTÍA QUE MI VIDA SE APAGABA CON CADA DÍA QUE PASABA? ¿POR QUÉ NO PODÍA VIVIR EN PAZ? ¿QUÉ DIABLOS TENÍA QUE HACER?

Ya no tenía ganas de seguir respirando. No quería una vida llena de lágrimas y oscuridad, aunque no la merecía, también quería sentir la estúpida felicidad, quería sonreír de verdad.

Además, sé que hay peores personas, que matan y roban a gente inocente, pero a pesar de eso no sienten culpa y viven cómodamente, su felicidad es inmensa (claro, con dinero cualquiera).

¿Y yo por qué no podía? ¿Qué había hecho mal? ¿Qué error cometí en mi corta vida?

Quería saberlo para arreglarlo y que no se me negara la oportunidad, yo solo deseaba un poquito de paz... Pero, ¿qué iba a hacer si ya no tenía fe de abrir los ojos mañana? Deseaba con todas mis fuerzas que mi corazón dejara de latir y aunque sea en mi muerte dejar de sentir dolor. Quería largarme de este mundo que solo me condenaba sin piedad.

Y solo pensar en todo lo que sufría hacía que mi corazón agonizara más, no podía contener las lágrimas, era como una gran ola que arrasaría con todo.

Solté todo lo que había estado conteniendo toda mi vida, no podía ni respirar y todo mi cuerpo temblaba. Me daba lástima pensar en cómo había terminado...

Narrador omnisciente:

Entonces, tomó aquella decisión y, sin más fuerzas, intentó levantarse de su pequeño rincón. Cuando se disponía a salir, pudo notar una cosa blanca que resaltaba entre tanta oscuridad. Al tomarla, se dio cuenta que era una carta, algo vieja por su aspecto, pero nunca había escrito o recibido algo así, entonces la guardó en su bolsillo para leerla por primera y última vez mientras apreciaba su última noche...














Tratamiento de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora