𝗈𝖼𝗁𝗈.

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but I'ma love you like a fool"

— ¿Qué tú qué? —Jay al escuchar a su amigo decir aquellas palabras, definitivamente lo tomó por sorpresa, no es como si el pelinegro fuera de hielo y no sintiera nada, solía pensarlo cuando lo conoció, pero con los años supo que solo era un adolescente con inseguridades y malos recuerdos; pero aún así lo tomó desprevenido oírlo decir que tal vez le gustaba Jungwon.

Yang Jungwon.

No era cualquier persona, era el chico que solía decir una y otra vez que le desagradaba y no lo soportaba, era alucinante y poco probable que dijera que le gustaba, sin decir que casi imposible.

Admite que en varias ocasiones pensó que en realidad Sunghoon solo estaba ocultando sus sentimientos hacía el porrista, no lo pueden culpar, el cliché que había visto millones de veces en películas desde que era un niño lo influyó en su creencia absurda, pero con el paso del tiempo, quedó atrás y solo dio como resultado una sola opción:

Sunghoon de verdad sentía desagrado por Jungwon.

Lo encontraba raro, claro que sí, el tatuado no conocía muy bien a ese chico rubio como para decir y afirmar que no le caía bien. Y aunque muchas veces intento hablar con Park y hacerle ver lo estúpido que era su posición frente al porrista, nada lo hacía cambiar de opinión. Así que se rindió y dejó a su amigo ser el mismo, odiando a la gente sin motivo.

Y por eso, ahora después de meses de haber escuchado lo mismo una y otra vez, se le hacía raro, inusual incluso.

—No es que me guste, tal vez solo me atrae, no lo sé. —Se veía incómodo ante la conversación que estaba teniendo con su amigo, lo estaba. No acostumbraba a decir cómo se sentía muy seguido delante de otros, raramente lo hacía, pero creía que la mejor forma de aclarar sus sentimientos era siendo sincero de una vez. Quería saber qué mierda le estaba pasando y porque no podía dejar de pensar en Jungwon y sus ojitos de desilusión luego de haberle dicho que no significó nada su encuentro.

Significó algo para el, lo hizo de verdad, solo que no sabía cómo interpretar sus pensamientos.

—Hombre, eres complicado. —Soltó una risa por lo que dijo Park y solo lo miró esperando que lo ayudará, lo miró con tanta determinación que Jay se sintió casi presionado ayudar al contrario, aunque por una parte lo hacía porque de verdad se preocupaba por su amigo de años. —Haremos esto, te haré unas preguntas y tendrás que responder con sí o no, no existe el tal vez o el no sé, es sí o no, Sunghoon, ¿de acuerdo? —El pelinegro asintió rápidamente ante la propuesta del pálido, confiaba en que lo ayudaría. —Okey, déjame buscar un papel y lápiz. —Este se levantó y fue directo a su mochila, de allí sacó un pequeño cuaderno cuadriculado con hojas marrones y también un lápiz negro. Se sentó en donde estaba y con seriedad miró a Park. — ¿Listo?

Cerró sus ojos y soltó un gran suspiro. —Listo.

— ¿Piensas constantemente en él?

—Sí.

— ¿Quieres hablarle siempre?

—Eh... ¿sí?

—Tienes que estar seguro de tu respuesta, Sung. —Miró con irritación en sus ojos al tatuado por la vaga respuesta, sin seguridad en ella.

—Bueno, bueno, sí. —Pusó en blanco sus ojos ante lo insistente y serio que estaba Jay, era divertido verlo así de igual forma que era estresante.

— ¿Quieres estar con él todo el tiempo?

—Yo no diría todo el tiempo, suena complicado y agobiante estar a cada hora, cada minuto y cada segundo, los siete día de la semana con la misma persona, además- —Se detuvo a sí mismo al ver la expresión de irritación de Jay en todo su rostro. —No. —Una falsa sonrisa se puso en los delgados labios de Jay y continuó con sus preguntas.

— ¿Te pone celoso verlo con otras personas?

—No. —Y era la verdad, Jungwon siempre estaba rodeado del equipo de porristas o Heeseung, sabía que siempre le daba esas sonrisas a todo el mundo, y miraba con esos ojitos brillantes a todos... aunque no le gustaba mucho la idea de que todos pudieran ver esa preciosa sonrisa y esos hermosos ojos, que siempre lo miraban con amor. Incluyendo que había un monstruo formándose en su interior cada vez que alguien lo miraba con lujuria o con ganas de algo más que solo una amistad, le jodía ver cómo alguien más lo miraba de la forma en que él miraba a Jungwon. —Mierda sí, me pone celoso.

— ¿Quieres tomarle la mano, abrazarlo o besarlo?

—Sí.

— ¿Quieres tener sexo con él?

—Joder sí.

— Y la última pregunta, sé sincero, Sunghoon. —Con lentitud asintió con su cabeza y dejó que su amigo continuará hablando. — ¿Te molestaría verlo siendo la pareja de alguien más?

Lo pensó por unos segundos, se imaginó al rubio tomándole la mano a otro chico, riéndose de las cosas que otra persona le dijese, regalándole esa sonrisa que tanto amaba, mirándolo con esos ojos marrones tan únicos. Se imaginó a alguien más tomando el lugar que él quería tomar.

¿De verdad le gustaba Jungwon?

¿El chico que juraba odiar?

¿Era posible?

Y la respuesta llegó antes de poder responder esas preguntas, y le sorprendió escuchar la seguridad que transmitió su voz ante la única palabra que salió de sus labios.
Lo hizo darse cuenta de algo, algo que no quería admitir.

—Sí.

Le gustaba Jungwon, y le gustaba hace mucho tiempo.

Miró sin interés el café que había puesto el mesero hace unos minutos en la mesa y movió la cuchara que estaba dentro de el.
Estaba aburrido y se notaba por los constantes suspiros que había soltado la última hora, aunque al parecer el único que no podía captar su poco interés era el chico sentado delante suyo.

Sabía que había sido su idea reunirse con él con la finalidad de olvidar a Sunghoon de una vez, pero el tipo parecía que el único tema de conversación que tenía en su repertorio eran sus logros y su vida. Era desagradable oír como hablaba de él mismo durante una hora.
Sí, era atractivo y sabía vestirse bien, pero si lo ponía al lado de Park, no era nada.

—Won, ¿estás bien? —Levantó la mirada y vió a su cita mirarlo con preocupación ante su nula participación en la charla.

—Si, estoy bien. —Bien listo para irse mejor dicho.

—Te estaba preguntando si ya sabes que harás luego de graduarte. —Al fin una pregunta que no era para hablar de él mismo. Dejó de revolver el café y apoyó ambas manos sobre la mesa.

—Iré a la universidad para estudiar diseño.

— ¿Diseño?, ¿no sería mejor una carrera de verdad como leyes o alguna ingeniería? —¿Y éste quién se creía para cuestionar sus decisiones? Ni su padre lo había hecho, por lo tanto no permitirá que algún hombre que conoce hace menos de dos horas le hablé sobre qué debe o no estudiar.

Se acomodó en su asiento y lo miró con una ceja alzada. — ¿Qué tiene de malo estudiar diseño?, es una carrera como cualquier otra, no veo el problema.

—Mi pareja debe estudiar algo que nos de estabilidad, diseño es para las personas que se quieren morir de hambre en el futuro. —Giró su rostro haciendo una mueca de frustración y disgusto ante las palabras sin sentido del chico.

—Que bueno que no serás mi novio. —Se levantó de la silla y tomó su cartera entre sus manos. —Adiós, Seungmin. —Miró por última vez al chico con indiferencia y se fue del local sin mirar atrás.

Había sido un error el haberle pedido el número de ese chico a Heeseung, no entendía cómo pudo pensar en olvidar a Sunghoon con alguien como él, era absurdo.

Olvidaría a Park de otra forma, pero no iría a citas nunca más.

Eran estresantes.






(♡) › 𝗄𝗂𝗅𝗅 𝗆𝗒 𝗍𝗂𝗆𝖾. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora