(♡) › 𝗄𝗂𝗅𝗅 𝗆𝗒 𝗍𝗂𝗆𝖾.

𝖽𝗈𝖼𝖾.

"You're my chemical hype boy"

—Te vez precioso con esas mechas rosas. —Un sonrojado Jungwon se separó del pecho de Sunghoon, y aunque no quería dejar de estar entre sus brazos, debía, por más que hayan declarado sus sentimientos habían cosas que debían discutir aún sobre ellos dos.

─Gracias. —Sintió una de las manos del pelinegro acariciar con delicadeza sus rubios rulos, haciéndolo sentir tan enamorado por esa simple acción. — ¿Esto quiere decir que participarás en la venta de pasteles? —Una pequeña risa salió de los labios de Park, dándole una tierna vista de sus dientes, era como un gatito.

— ¿No fue la semana pasada?

—Si, pero habrá una nueva el lunes por la tarde.

—Lo haré con una condición. —El porrista lo miró con aquellos brillantes ojos expectante a lo que le pediría el otro, ¿le pediría ser su novio?

¿¡Tan pronto!?

No lo malentiendan, no era que le desagradase la idea, dios sabe lo mucho que soñó con el escenario de el siendo la pareja de Park, caminando de la manos por los pasillos, saliendo a citas y siendo cariñosos, le fascinaba el solo hecho de imaginarlo, pero si lo pensaba un poco más, no conocía del todo a Sunghoon, incluyendo que acababan de confesar sus sentimientos. Quería pasar por esa fase en donde se cortejaban y coqueteaban con el otro, no lo pueden culpar, creció con películas clichés románticas, de ahí sacaba sus estándares.

— ¿Cuál?

—Tengamos una cita el sábado.

— ¿Una cita? —Intentó con toda su fuerza retener la enorme sonrisa que quería salir, pero no pudo. El solo hecho de que Sunghoon, el chico que le gustaba lo estuviera invitando a una cita era algo que lo hacía sentir de mil maneras.
Y supongo que su cuerpo tampoco pudo ocultar la emoción, ya que se abalanzó contra el tatuado y rodeo su cuello con sus brazos y quedó con una de sus rodillas apoyada entre las piernas del otro.

—Tomaré eso como un si.

Las manos de Park comenzaron a picar por tocar el pequeño y tentador cuerpo que lo estaba abrazando con fuerza, podía sentir los pechos del lindo rubio contra su pecho siendo apretados y el hecho de que Jungwon estuviera casi sobre él no lo ayudaba para detener sus pensamientos calientes. Debía calmarse y no precipitarse, no quería joder todo de nuevo.

Apretó la cintura de Yang entre sus manos y lo acercó más a el, le gustaba tenerlo contra su cuerpo y entre sus brazos, era una sensación que lo llenaba inmensamente.
Tiró de la falda que llevaba el rubiecito hacia abajo al ver como está se estaba subiendo al mantener la misma posición, no quería que nadie viera lo que había debajo de la tela, no, jamás lo permitiría. El solo pensamiento sobre alguien más mirando el bonito cuerpo de Jungwon provocaba que el monstruo en su interior despertará y quisiera marcar por todas partes al porrista, de esa forma cada estudiante en la escuela sabría quién era la única persona que podía tocarlo. Era enfermo y lo sabía, esa sensación de querer poseer al otro era enfermiza, pero no le desagradaba, sabía que en el fondo estaba de acuerdo con el monstruo en su interior.

— ¿Y a dónde iremos? —La melodiosa voz del chico enfrente suyo lo saco de sus pensamientos y gracias a eso pudo centrarse en otras cosas, debía calmar su libido.

—Es una sorpresa.

—Pero necesito saber qué ponerme, Hoonie.

—Como quieras, de todas formas siempre te ves precioso con lo que sea. —Le dió un pequeño beso en la mejilla al porrista provocando que se sonrojase por la repentina acción. Le gustaba este Sunghoon cariñoso, era una parte de él que nunca había visto y le agradaba ser una de las personas que podía disfrutarla.