"El Viaje Hacia Él Mago Escarlata" 2: El secreto de milos (Camus X Milo)

¡Quiero respuestas!

Con Camus y Surt.

Sorprendidos veían como aquellos jóvenes magos hablaban, para después desaparecer tan misteriosamente como llegaron,

Surt: ¿Quienes eran ellos? - preguntó sorprendido.

Camus: no lo se, pero debemos encontrarlos - aseguró serio, para después ambos asentir, para después regresar rápidamente al pueblo, aunque Camus regreso directamente a la casa de su abuelo, si alguien podría darle respuesta de lo que sucedía, ese era él.

Mientras tanto.

Con los otros dos.

Riendo volvió a aparecer en su, se quito la capa y revolvió un poco su cabello, su hermano también se quito la capa y le dijo.

Aiacos: Rápido Milo, vuelve a cambiar o papá te regañara - le pidió.

Milo: jaja, todos ustedes son un montón de aguafiestas - aseguró riendo, para después dar una pequeña vuelta, cuando el peli morado se volteó, vio que Milo había tomado la forma de un joven doncel, como su padre le tenía ordenado - da exactamente igual si estoy así o en mi cuerpo original, sigo pudiendo dar vida da... - se burlo mientras el mayor nego.

Escucharon la puerta abrirse, para después ver a su madre entrar a la habitación.

Mystoria: ¿Que estaban haciendo ustedes dos? - preguntó el peliceleste.

Aiacos: saliendo un poco de la rutina del castillo mami solo eso - respondió mientras ambos hermanos se vieron con una sonrisa bastante cómplice entre ellos.

Mystoria: uf... su padre quiere hablar con ustedes mis amores - pidió mientras ambos menores rápidamente se vieron entre si, por lo cual rápidamente corrieron hasta donde su padre se encontraba, Mystoria únicamente río por lo bajo para después decir - jaja, si tan solo supieran cuantas canas le han sacado ya a su papá - aseguró riendo, para después cerrar la puerta de la habitación de sus bendiciones.

Mientras tanto.

Con Camus.

Al no encontrar a su abuelo en casa, fue con su madre, a quien vio de espaldas cocinando, sin haberse percatado de su presencia.

Camus: ¿a que no adivinas lo que paso mamá? - preguntó mientras veía como el mayor dio un salto en su lugar y después se volteó a verlo.

Dégel: Camus, me asustate hijo, haz un ruido cuando entres ¿quieres? - preguntó serio mientras negaba, para después seguir con lo suyo.

Camus: pe-perdón... - se disculpó, para después negar - no, no vine acá solo por esto, quiero decirte algo - aseguró mientras se sentaba.

Dégel: entonces habla Camus te estoy escuchando - dijo sin dejar de mover la comida.

Camus: cuando venia de regreso de la casa del abuelo Krest, cuando Surt apareció y...

Dégel: Camus, ya te e dicho que no me gusta que te juntes con ese tipo, no es buena influencia para ti - regañó.

Camus: a... vamos mamá, Surt no es malo y tampoco te agrada, primero Saga, después Shura y ahora Surt ¿quieres que me quede sin amigos acaso? - preguntó.

Dégel: no es eso, lo que no quiero es que tengas problemas... primero era que tú amiguito se estaba metiendo en donde no debía y ahora te anda jalando, exponiéndote a que algo no humano te lastime - le dijo.

Camus: ¡Ah! ¿de donde sacas eso? - preguntó.

Dégel: te aseguro que eso que venias a decirme era para confirmar lo que te estoy diciendo - aseguro.

Camus: claro que no, yo venía a decirte que... - decía vacilante mientras veía a su madre verlo serio, para después suspirar - Surt me dijo que sería buena idea enfrentar a la serpiente que esta ahora en el río y le dije vamos pues y entonces llegamos, pero cuando llegamos vimos que otros chicos habían tenido la misma idea que nosotros y ya se habían encargado de la víbora entonces nos quedamos tipo: venimos a este lugar por gusto, pero no fue tanto por gusto porque escuchamos la voz de un ángel pero no pudimos verle la cara porque estaba cubierta y se fue rápido - dijo rápidamente mientras veía como su madre aburrido lo veía.

Para después negar mientras se daba la vuelta y seguía cocinando, por lo cual Camus suspiró.

Dégel: vez lo que digo... uy, ¿por qué le tuvo que heredar todo lo que hace problemático a su padre? - preguntó en un susurró.

Camus: papá no es problemático, si no que al igual que yo somos curiosos - aseguro mientras veía a su madre negar.

Dégel: si claro, curioso - respondió sarcásticamente.

Camus: el punto es que si vine fue porque quiero ir a buscarla, para agradecerle lo que hizo por nosotros - aseguró mientras Dégel suspiró.

Dégel: Cam... no puedes buscar aun mago únicamente por su voz ¿lo sabes? - preguntó mientras veía a su hijo asentir.

Camus: lo se mamá, por eso quería pedir la ayuda del abuelo Krest, se que con su ayuda podre encontrar algo que me ayude a llegar con ella rápidamente - aseguró.

Dégel: veo que con solo su voz logro encantarte cariño y eso me preocupa, ¿que te asegura que es que viste no fue un mago? Si no que un demonio - aseguró mientras Camus lo pensó.

Camus: si tienes razón mamá - respondió triste, mientras Dégel suspiró por romperle sus ilusiones, pero era la verdad y no podía dejar que su hijo se expusiera así.

Regresando con Milo y Aiacos.

Un poco nervisos veían a su padre ver el agua, por lo cual, deduciron que él ya sabía que habían salido del la isla sin su permiso.

Écarlate: ¿cuantas veces voy a tener que repetirlo? - preguntó.

Aiacos: Papá... te prometemos que no volverá a pasar, únicamente queríamos ajustar cuentas con ese infeliz - aseguró.

Écarlate: es peligroso que salgan de aquí y lo saben, ustedes no son magos cualquiera, son mis hijos y por lo mismos, habrán varios hechiceros buscando un descuido para matarlos y robarles su magia ¿entienden eso? - preguntó serio el pelirrojo mientras se daba vuelta.

Aiacos: si lo entendemos papá - respondió con la cabeza baja.

Écarlate: Milo... - llamo al menor.

Milo: Si ¿que sucede? - preguntó.

Écarlate: ya te e dicho que no quiero que uses tú apariencia original mientras las puertas del palacio estén abiertas y mucho menos cuando sales ¿que te pasa? ¿Acaso quieres que te castigue severamente? - preguntó mientras el peliazul negó.

Milo: no por supuesto que no pero... mantener esta apariencia cansa mucho aunque no lo creas papá, yo también necesito descansar - respondió serio.

Écarlate: y lo entiendo cariño, pero gracias a que naciste siendo mujer estas más expuesta, no quisiera que a ninguno de ustedes les hicieran daño mis niños, por favor, sigan las reglas, si existen es para cuidarlos a ambos - les pidió mientras ambos menores bajaban la cabeza.

Continuará...