"El Viaje Hacia Él Mago Escarlata" 2: El secreto de milos (Camus X Milo)

Travesía

Unas horas después...

En la entrada a Arial.

Al llegar a la entrada de aquel lugar, lo primero que sintieron era una fuerte barrera de energía que por poco no los dejaba pasar.

Surt: vaya... ¿para que necesitarán tanta protección? - preguntó mientras Camus únicamente se alzó de hombros.

Milo por su parte se dio cuenta de que al igual que pasaba en el hogar de esos dos, habían varios envenenados, así que suponía que esa barrera era para evitar que esas serpientes siguieran entrando para hacer más desastres.

Milo: esto es malo pero ¿con que propósito estarán haciendo esto? - preguntó en un susurró.

Camus: ¿Que sucede? - preguntó mientras se acercaba.

Surt: ¿sentiste algo? - preguntó mientras se acercaba también.

Milo: este problema no es exclusivamente de ustedes - respondió mientras comenzaba a caminar, los otros dos confundidos se vieron entre sí para después seguir al menor.

Aunque confundidos vieron que aquel lugar parecía estar abandonado, no había gente en las calles, todo estaba desierto cosa que les preocupo.

Camus: ¿podrá ser posible de que todos hayan sido envenenados aquí? - preguntó.

Milo: no lo creo, esa barrera debió haber sido puesta por alguien, no cualquiera puede hacer barreras de esa magnitud si me permites decir - respondió, alguien de aquí debe seguir despierto - respondió mientras seguían con su camino, observando todo el lugar.

Mientras tanto.

Con Zaphiri, Kardia y Dégel.

Preocupado el peli verde se dejó caer al suelo mientras veía a su madre.

Dégel: ¿Co-como es posible que haya ocurrido esto? - preguntó triste.

Zaphiri: No lo se y lo siento, les falle - respondió mientras se agarraba con frustración del cabello, Kardia por su parte de forma lenta se acerco hasta su esposo y colocando una mano sobre su hombro dijo.

Kardia: tranquilo amor, encontraremos la forma de ayudarlo - aseguró - pero primero lo primero, debemos asegurar nuestra hogar para evitar que haya más víctimas - dijo.

Zaphiri: lo se, sin embargó no puedo creer que no les haya bastado con meterse con Dégel si no que ahora también con Krest ¿que mierda buscan estas personas? - preguntó molestó.

Izó: ustedes más que nadie sabe quien fue el culpable y lo hizo porque te odia Zaphiri, sabe lo mucho que amas a Krest y a Dégel y por lo mismo se metió con ellos para hacerte daño, recuerda que haz hecho muchas cosas que a el le an disgustado, como por ejemplo, querer casar a Mystoria conmigo, claro que te odia y por lo que estoy viendo esto solo es el comienzo de todo si no hacemos algo pronto, habrán muchas más víctimas además de Krest - aseguró mientras se acercaba.

Dégel: ¡Izó cállate! ¡Mystoria no te ama, jamás lo hizo y nunca lo hara! ¡Deja de estar levantandoles falsos, Mystoria creció conmigo y ambos recibimos el mismo trato de mamá, nosotros fuimos hermanos aunque no compartieramos lazos sanguíneos, todos eramos una familia feliz hasta que llegó la hora de que Mystoria siguiera su camino, acéptalo de una buena vez! - gritó molestó.

Kardia: Dégel tranquilo corazón ¿si? - pidió mientras lo abrazaba.

Siguiendo con los jóvenes.

Milo, Camus y Surt estaban de espaldas uno al otro, mientras escuchaban como poco a poco los rodeaban. Una densa niebla se había apoderado del lugar, así que no podían ver nada más allá de sus narices.

Surt: nunca me había sentido tan aterrado en mi vida - aseguró.

Camus: tranquilo, si son caníbales no creo que les interese comerse una zanahoria como tú - aseguró sonriendo.

Surt: jaja, tampoco creo que les interese un cubo de hielo a medio hacer - aseguró mientras Camus únicamente lo volteo a ver.

Milo: ya basta señores comportense como los hombres que son - regañó. Para después sentir como la tierra bajo sus pies comenzó a temblar poco a poco, cosa que indicaba que algo grande se les acercaba, por lo cual comenzó a ver hacia todos lados en búsqueda de lo que sea que se acercaba a ellos, guardaron silencio por unos segundos, únicamente para sentir como algo los tomo a los tres, dejándolos inmovilizados, para después levantarlos del suelo, cuando se dieron cuenta un muñeco de tierra los tenía en su mano derecha, el cual los levantó hasta la altura de su rostro donde los vio.

Xx: ¿Se puede saber quienes son ustedes y con qué intenciones vienen? - fue la pregunta que escucharon de la voz de un joven, que se encontraba parado en el hombro de aquel muñeco, mientras todos lo veían sorprendidos, mudos, sin saber que hacer o decir.

Continuará...