#18 - Todo iba bien.

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Aunque todo el ambiente sentimental las haga desear hundirse en aquel abrazo, la realidad era otra.

Nayeon tenía que seguir trabajando y Mina no debía interrumpir, pero estaban contentas. Con lo que hablaron, la sinceridad con la que se expresaron y estando todo aclarado, ambas podían estar satisfechas y felices, y quedaron en verse esa noche para pasarla juntas. Tal vez ver una película, tal vez comer algo rico, hablar hasta dormirse, intimar en la leve oscuridad, lo que deseen en aquel momento, lo que naturalmente hagan primero, lo que les haga más felices de lo que son con la presencia de la otra.

Tal vez la crisis que Mina tuvo fue lo necesario, y Nayeon se lo dijo.

'Crisis es un terminó que generalmente tiene un enfoque negativo pero en realidad significa, aunque parezca irónico, oportunidad. Oportunidad para cambiar de enfoque y estrategia en tu vida a través de una deconstrucción de la experiencia de ti mismo. Eso te ocurrió, tu creencia de descontruyó y tal vez es momento de cambiar de enfoque y conocerte mejor a ti misma y a lo que te rodea, y estaré aquí para ayudarte en ello, Mina.'

Y es que no había algo en la alfa que no la enamorara.

Mina estaba embobada con eso al momento de salir de la granja Hirai para buscar a Sana, y se le borró la sonrisa cuando la vio.

— Sana... — la llamó sutilmente.

— ¿Mmh?

— ¿Y esa mancha en tu camisa?

La alfa tenía una expresión evasiva y despreocupada, aparentemente aburrida. Su cabello estaba ligeramente alborotado, y su camisa tenía dos botones desabrochados y unas ligeras manchas de al parecer gotas de algo.

Algo.

— ... Momo me ofreció agua.

— Agua... ¿como el otra vez?

Un momento de silencio y Sana no soportó la presión de su mirada acusadora.

— ¡Bien! ¡La cacheteé, pero me llevó dentro, se disculpó, follamos y estamos bien ahora! — Sana tomó camino hacia afuera del lugar, con Mina incrédula siguiéndole el paso — ¡No me mires así, perra! Salió del clóset esta mañana con su familia y me dijo que me cortejará, y yo humildemente le di otra oportunidad... y es que había extrañado ese paquetote — su expresión se tornó pícara.

— ¡Ya no quiero escuchar más! — Mina se tapó las orejas.

— ¿Y adivina qué? ¡Ya me cabe un poco más en la boca! — Sana estaba sumamente emocionada por su recién descubrimiento.

— ¡Callate, Sana!

[ . . . ]

Unos días después, Sana dio la idea de ir al bar, pues había invitado a Momo también y le dijo que sería buena idea cuidar de ambas alfas que trabajaban para que pudieran relajarse esa noche de tanto trabajo pesado. Claro, Momo todavía culpable de las cosas que dijo y de sus vergonzosas acciones, le aceptó enseguida sin chistar, y Nayeon siendo completamente guiada por su embobamiento, también aceptó cuando Mina se lo propuso con esa hermosa sonrisa gomosa.

Aparte, Nayeon tenía que darle actualizaciones a Felix de su relación, el bartender ya era un buen amigo con el que podía compartir cómo se sentía y recibir consejos o apoyo cuando lo necesitaba.

Todo iba bien, se divertían y Nayeon estaba pasándola de lo mejor siendo que Mina la alimentaba infantilmente mientras le hablaba de asuntos aleatorios. Podían estar en un lugar público, pero Nayeon no se negaría a cualquier muestra de cariño que Mina quiera demostrarle, por lo que en cuanto la omega se sentó en sus piernas y le dio de comer papitas fritas en la boca, Nayeon se sintió consentida y obedientemente abría la boca cada que otra porción se acercaba a ésta.

Sana y Momo pues... ellas se estaban besando, o más bien, devorando apasionadamente. Ellas demostraban su afecto así, hay que dejarlas en paz.

Felix estaba un poco ocupado, pero ocasionalmente hablaba con ellas, era una buena compañía y por sus chistes rápidamente le cayó bien a las que no lo conocían como Nayeon. Mina tuvo una buena impresión de él por el simple hecho de que era amigo de Nayeon, ya que la alfa no parecía muy dispuesta a tener amigos y era muy selectiva con éstos.

Y hablando de amistades.

A Sana se le incendiaron los ojos cuando captó a Yun y a Minhan a lo lejos. Se separó un momento de Momo, decidida a ir con los simios para ver si estaban todos.

Mina hace algunos días le dijo que ellos le reclamaron que se estaba distanciando de ellos y culparon a Nayeon por ello, y Mina ni siquiera les negó aquello, pues Nayeon habló con ella sobre las malas acciones que le hacían y que Mina desvalidaba siempre. Por lo que, cuando ellos reclamaron, dijo que no quería más esa amistad, los bloqueó de todas partes y prefería estar sin muchos amigos a que seguir sintiéndose mal por sus constantes burlas.

Y tenía a Sana, Momo y Nayeon, era más que suficiente para ella.

Pero para Sana, un alma vengativa, bloquearlos no era algo satisfactorio. Bueno, era satisfactorio ver que Mina por fin se dio cuenta, pero no era vengativo, no era algo digno, y verlos disfrutando de esa noche, hizo que Sana armara un plan.

Cuando notó que estaba Naoto entre ellos, bebiendo y con un omega pegado a su torso, Sana sonrió y retrocedió para ir rápidamente hacia Momo, alias su oficialmente alfa.

— Mi vida, mi cielo, mi alma, te tengo que pedir un favor — la abrazó por detrás, colocando la cabeza en su hombro para dejarle un pequeño beso en la mandíbula, atrayendo rápidamente la completa atención de Momo.

— ¿Mmh?

— Verás, había un alfa estupido que molestaba a Mina muchas veces y que a mí me caga, y pues resulta que está aquí — se fue lentamente acercando a la oreja de Momo, rozando sus labios con ésta para susurrar — He estado practicando con un juguete el tragar más de esto — apretó ligeramente su entrepierna discretamente, haciendo a Momo tensarse — Y estoy segura que puede caber por completo en mi boca ahora, así que, ¿por qué no me haces el pequeño favor de dejar a ese alfa sin huesos útiles? — esa fue una indirecta que Momo captó enseguida.

Tenía que golpear a ese alfa.

— ¿Quién? — esa fue su manera de aceptar.

— ¡Ese de allá! — la voz de Sana era inocente mientras apuntaba — Camisa azul, cabello castaño, su nombre es Naoto, y quisiera verlo inconsciente. Es muuuy malo, incluso una vez me encerró en el baño y quiso abusar de mí porque según las desviadas como yo es lo que buscan, ¿te imaginas? — eso pareció motivar aún más a Momo.

— ¿Cuándo?

— Cuando quieras, mientras sea hoy — le dejó un pequeño beso en los labios y Momo se levantó

— Entonces ya.

Más o menos una hora más tarde, estaban en la comisaría esperando que Momo fuera soltada, pues había dejado casi muerto a Naoto, con varios huesos rotos y seguramente estaba encamado justo ahora, al igual que golpeó a Yun y Yongeun, quienes habían querido meterse en la pelea y terminaron heridos por la energética alfa de fuerza abismal y motivaciones desconocidas.

Nayeon curiosa miraba la comisaría porque nunca había estado dentro de una, Mina miraba seriamente a Sana, y Sana sonreía tan inocentemente que no pareciera la que instó a que eso pasara.

— Pero las risas no faltaron, eh.

— ...

AMANTES DEL ARTE ☆ MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora