Capítulo 2.- La princesa y los siete enanitos.

287 31 22
                                    


La pequeña Crace se acerco a Klaus. 

Era una niña extraordinariamente empática que ofreció un tierno abrazo a su tío, como si supiera que lo necesitaba.

- Seguro que Ceniciento y el príncipe vivieron felices para siempre.- afirmo la pequeña. 

Klaus le dedico una sonrisa triste.- Sí, seguro que sí.

- ¿Qué se supone que debemos aprender de ese cuento?.- gruño Stan.

- Tú no sé, yo he aprendido a mantener quietos y tranquilos a doce niños por diez minutos.- afirmo Klaus

- ¿Nos cuentas otro tío Klaus?.- pregunto la pequeña Vanya.

- Claro que si cielo, ¿Cuál quieres?

- El de los enanitos.- susurro la pequeña.

- ¡Eres una monada!.- exclamo Klaus y paso a susurrar.- Se te van a comer viva en la secundaria.

- ¿Qué has dicho, tío Klaus?

- He dicho que...

- "Había en una vez en un reino muy muy lejano, como a tres días en burro del anterior, donde nació una princesa preciosa, eran tan bonita que hicieron camisetas con su cara. La gente se hizo fan nada más salió por la vagina de su madre.

- Tío Klaus... ¿Qué es una vagina?

- Algo que hizo un mago.- respondió el pequeño Luther.- ¿A que sí tío Klaus?

- Desde luego es un lugar mágico, tú padre tardo treinta años en ver uno de cerca.- aseguro ganando una mirada severa de su censuradora sobrina mayor. 

- Volvamos a la historia... La niña creció siendo super talentosa, tenía un cuerpazo y cantaba con una voz fuerte y poderosa, a lo Adel. 

Los niños se miraron entre ellos sin saber de quien hablaba y Klaus puso los ojos en blanco.- Empiezo a apreciar lagunas serias en vuestra educación.- dijo buscando un video en su móvil que paso a colocar delante de los niños. 

Mientras la música sonaba Klaus continuo su cuento. 

- El caso es que los padres de la princesa decidieron darse un tiempo y conocer a otras personas, porque la reina estaba un poco harta de las infidelidades del rey y el rey andaba un hasta las narices de vivir en el armario. La princesa lo llevo bien, fue una amistosa separación, con custodia compartida y de buen rollo hasta el padre se volvió a casar... porque es como una obligación para los reyes estar casados. 

- No es que estuviera enamorado ni nada pero un día apareció una señora y le dijo "Yo solo quiero ser reina para mandar, me dejas eso del gobierno y tu te puedes dedicar a tus cosas tranquilamente porque a mi solo me ponen los adolescentes de cincuenta y ocho años o más." y el rey dijo "A huevo, nos casamos"

Así es como la reina Encargada se convirtió en la madrastra de la princesa Allison. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
The Umbrella Academy: Los cuentos del tío KlausDonde viven las historias. Descúbrelo ahora