Capítulo 11.- El bello durmiente.

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Hubo un silenció largo en que por las miradas de los niños se podía calcular los años de terapia que iban a necesitar después de esa noche.

- ¿Te has dado cuenta de lo que has dicho?.- pregunto Viktor con un susurro.

- Son pequeños, lo olvidaran pronto.- respondió Klaus con más esperanza que certeza. 

- ¿Si jugamos a algo?¿Al veo veo?.- pregunto Claire tratando de reconducir la noche a algo más acorde a la edad de los pequeños.

- No hay luz, no se ve mucho...- repuso uno de los niños.

- Vale... ¿Cantamos?.- dijo intentando otra cosa.

- ¡Que rollo!.- gruño Stan

- Queremos otro cuento.

- ¡Venga ya! ¿Otro?.- dijo Klaus cansado 

- Si, otro, "porfa"

- Otro y nos dormimos.- negocio Alphonso por todos.

- Vaaaaaleeee.- dijo su tío dejándose convencer.- Os contare uno con moraleja, para que luego no digáis que os he enseñado nada. 

- Había un vez en un reino muy, muy, pero que muuUUYYyyy lejano un rey y una reina muy felices porque habían tenido un bebé extraordinario. Un mágico niño nacido después de que el rey regresara de una larga campaña de 21 meses fuera del reino, el cual hizo un mago con su poderosa varita, literalmente. 

- Estaban tan felices que hicieron una fiesta e invitaron a toooOOOOdddoos los nobles del reino. Marqueses, duques, abogados, futbolistas, cantantes, presidentes de gobierno, hadas, unicornios y hasta presentadores de televisión estaban allí inflando sus tripas a base de aperitivos y canapés. 

- Claro que se les olvido meter en el grupo de Whassapp a una cuñada de la reina que era un bruja mala que vivía en un castillo seis gatos después de pasar un divorció muy malo... pero que de todas formas apareció para criticar a todo el mundo, con un cabreo impresionante.

- Para que no hubiera mucho desmadre los reyes pensaron que era buena idea empezar con el rollo de los regalos. Los marqueses y duques le regalaron ropita, pañales, leche maternizada y cosas de ese tipo mientras que las hadas, que eran unas hippies tacañas decidieron hacerle regalos rancios, como calcetines, buenos deseos o vales por un abrazo..."- Será muy guapo".- dijo una aunque ya por genética se veía su hermosura. "- Sera carismático""- Yo le concedo el regalo del gusto estético...."

- La bruja rancia decidió que ella también iba a darle algo, para que no la criticaran como que solo fue por los canapés. Se acerco al pequeño y hermoso bebé, mirándolo con cara de asco, como si fuera mierda pinchada en un palo y dijo "- Crecerás pero antes de que cumplas los diez y seis años, entonces te harás adicto y te tomaras una pastilla que te iras a criar malvas con la madre de Bambi."

- Los reyes se quedaron muy tristes, pero había un hada con sobrepeso que dijo"- Yo se lo arreglo". El rey pensaba que el hada hablaba de un centro de desintoxicación para jóvenes adictos pero no, se refería a que lo podía suavizar. El hada se acerco y dijo. "- Igual adicto si te vuelves porque con la familia que te ha tocado raro seria que al menos no le pegaras a la botella como tu padre PERO esa pastilla no te matara, solo te dará un bajonazo que flipas y un sueño que te cagas, del que despertaras con un beso de verdadero amor."

- Como el rey no estaba muy seguro de que eso fuera a funcionar prohibió por ley todas las pastillas en el reino. Los medicamentos solo se hacían en sobres y supositorios. Pero aun estaba preocupado, así que mando a su bello hijo a vivir en el campo, lejos de las tentaciones de la ciudad y las discotecas de ambiente, al cuidado del hada obesa y dos hermanas suyas solteronas. 

- El niño creció alto y apuesto, atlético, con un excelente gusto por la moda y una voz prodigiosa. Tanto que competía en gorgoritos con las otras princesas en batallas de gallos... y después se iba con ellas de copas y mas de una... y de uno... perdía los zapatitos debajo de su cama.

- El día que cumplió los diez y seis estaba emocionado, sus padres iban a dar una gran fiesta para celebrar que había superado la maldición, pensando como todos los padres que su hijo era un angelito que había probado el orujo de hiervas de la abuela, ni el ron bueno del minibar de papá.

- El hada que lo crio tenía un curso de corte y confección, así que le hizo ella misma el traje para la fiesta. Un diseño muy exclusivo en tonos rosa pastel, un poco cursi pero apropiado para el evento. 

- El joven príncipe llego al evento y se desato la mayor fiesta que conoció el reino pero justo estaba bailando su canción favorita de Katy Perry cuando la bruja se le acerco disfrazada de DJ y le dio una pastilla. El joven príncipe, que no había visto una en la vida pensó que era un caramelo de menta y se la trago, cayendo en sueño MUUUUuuuuyyyyy profundo. 

-Todo el mundo se puso mega triste y la noticia fue trending topic mundial, llegando hasta la otra punta del continente donde un apuesto príncipe vio su foto y se quedo completamente enamorado de él, decidiendo ir a su rescate.

- La bruja mala no estaba dispuesta a permitir que el bello durmiente despertara, porque había puesto un negocio vendiendo merchandising y entradas para verlo babear la almohada, así que mando sus enormes dragones y les grito "DRACARISSSS" 

- Pero el príncipe lo esquivo porque tenía una perfecto juego de cadera, forjado a base de...

- ¡Klaus! No te interrumpido porque quiero que acabes cuanto antes pero piensa antes de terminar esa frase.- pidió Viktor.

- De jugar al hula hoop.

- ¿Qué es un hula hoop?.- pregunto uno de los pequeños.

- Lo hizo un mago.- respondió alguien al fondo. 

- El príncipe saco su gran espada y se la hizo tragar al dragón, hasta el fondo, toda entera y una vez derrotado el enorme monstruo el príncipe entro en el castillo sin pagar entrada porque era VIP y subió hasta la torre donde descansaba el hermoso príncipe a quien despertó con un beso, rompiendo así la maldición para siempre. 

El bello durmiente prometió nunca mas meterse nada que no llevara un prospecto y vivieron felices para siempre. Fin. 


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El siguiente capítulo es el final de la historia.

No contendrá una cuento pero si una sorpresa final que espero que os guste.


The Umbrella Academy: Los cuentos del tío KlausDonde viven las historias. Descúbrelo ahora