Capítulo 6.- AlaViktor

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Los niños se habían convertido en pequeños adictos a sus cuentos.

En cuanto terminaba uno le pedían otro y ya no sabía que mas inventar.

Cual salvador llego Viktor, con varias cajas enormes de pizza que hicieron que los niños cambiaran el centro de su atención.

- La cena esta servida.- dijo Viktor a los niños.

Todos los pequeños saludaron con entusiasmo a su tío, con besos y abrazos, antes de sentarse a cenar.

Los adultos tomaron un pedazo y se apartaron para que los pequeños comieran tranquilos mientras ellos hablaban.

- Me salvas la vida.- dijo Klaus agradeciendo a Viktor que llegara.

- También son mis sobrinos.- dijo Viktor quitando importancia a su gesto.- Hable con Luther, le dije que venía de camino y me pidió que nos quedáramos con los niños toda la noche.

- ¿Con todos?.- pregunto Klaus prefiriendo la castidad por un año entero.

- Si, Sloane tenía dolores de parto, puede ser una falsa alarma porque es pronto para que nazca pero ya sabes lo sobreprotector que es Luther, se la ha llevado al hospital y Diego dice que han cortado carreteras por el apagón, se quedan en un motel porque no pueden volver a casa hasta mañana.

- ¿Y Cinco?.- pregunto Klaus.

- Se suponía que se quedaba de niñera, le surgió algo, supongo.

Por la mente de Klaus se paso la fugaz idea de fingir que tenía que ir al baño y escapar discretamente.

- Podríamos preparar una pijamada.- sugirió Viktor como idea para tenerlos entretenidos.

- ¡Que idea tan original! ¡Nunca se me hubiera ocurrido!.- exclamo Klaus

- ¿Qué estabas haciendo tú para entretenerlos?

- Les contaba cuentos.

- ¿En serio? Me encantaría oír uno.

- ¡Sí, otro cuento!.- pidieron los pequeños.

Klaus trago un pedazo de pizza mientras pensaba que contar.

- ¿Conocéis el cuento de Alaviktor?.- pregunto a los niños.

- ¿Ala....que?.- pregunto Viktor extrañado.

- Ya te acostumbraras.- comento Claire resignada.

- AlaViktor era un muchacho muy pobre que vivía en la antigua ciudad de Gravilla, que estaba en un desierto... por Arizona. Un día, su malvado tío le convenció para encontrar un objeto maravilloso que estaba en una cueva, pero la entrada era por un agujero muy estrecho y él no cabía. Así que Viktor accedió a meterse por el estrecho agujero de su tío y coger su cosa especial para hacerlo feliz.

Viktor estuvo a punto de escupir pizza sobre los niños, se atraganto y tosió, necesitando unas palmaditas de Claire en la espalda para pasar el mal trago.

- El malvado tío... - dijo pensando un nombre para él.- Ala...Madrid, le dijo que le tocara nada más que lo que él pedía y AlaViktor hizo caso porque era muy respetuoso con el tema del consentimiento.

- ¿Qué...?.- murmuro Viktor con un susurro, incrédulo con lo que oía.

Klaus no lo escucho y siguió narrando.- AlaViktor uso una cuerda para introducirse en el ese agujero, llego hasta el fondo y resulto que la cueva estaba llena de joyas, oro, números de teléfono de supermodelos, bitcoins y cosas caras pero no toco nada. Se fue justo a por lo que su tío le pidió, una vieja lampara de aceite.

The Umbrella Academy: Los cuentos del tío KlausDonde viven las historias. Descúbrelo ahora