Unholy © 〔❛ RanLey 🔞 ❜〕

Capítulo 7: Repousser

En el proceso de las clases Nahoya se comenzaba a sentir más ansioso aún. No sería novedad el por qué Ran quería verlo, pero si simplemente lo iba a querer seguir viendo para sexo seguro que no aguantaría mucho.

El reloj tocó la alarma del cambio, cosa que le hizo sentir angustia de inmediato a Nahoya: el tiempo acordada comenzaba a acercarse de poco en poco y eso no lo dejaba concentrarse. Souya miraba a su hermano algo nervioso pero no sabía el por qué, inclúso pensó en preguntarle los motivos de su actitud; después de todo lo conocía a la perfección, sin embargo, al final optó por no decir nada.

El timbre de la tercera hora hizo su aparición. Nahoya tomó aire y soltó un largo suspiro, cosa que fue suficiente para Souya en darse valor de por fin preguntar.

─ Te pasa algo Naho. ─

Las palabras del peliazul alertaron a Nahoya. Giró un poco su vista a su gemelo y, sonriendo, negó con la cabeza acompañado de un ademán realizado con la mano.

─ Claro que no Sou, es solamente que me estoy aburriendo. ─

Souya podría ser ingenuo, pero no tonto. Hizo un pequeño puchero con los labios a forma de demostrar su inconformidad ante la respuesta de su gemelo, pero si insistía tampoco tendría respuesta; lo único que conseguiría sería hacer enojar a su hermano.

Pasó el tiempo y finalmente la cuarta hora dió inicio. Antes de que se hiciera el cambio de profesor Nahoya se levantó de su asiento.

─ Ya vuelvo Sou, voy al baño. ─

Fue todo lo que dijo el gemelo a su menor. Souya no cuestionó nada más, un asentimiento con la cabeza fue todo lo que expresó de su parte y simplemente miró al mayor salir del salón.

Ya en el pasillo Nahoya se escabulló entre la gente que salía y entraba, ya fuera para tomar aire, comprar algo en las máquinas expendedoras o ir al baño; se apresuraba para poder entrar sin sospechas al lugar indicado. Un par de minutos pasaron cuando se adentró en el cuarto de baño indicado.

Sin sorprenderle y, con brazos cruzados recargado en la pared del fondo, ahí estaba Ran, quien simplemente elevó una ceja ante la presencia del más bajo.

─ Llegas tarde. ─

─ Uy, no creí que también tomabas la asistencia, seguro que eso te va a desajustar tu apretada agenda. ─ Respondió con sarcasmo el Kawata.

Ran no tenía tiempo para sus niñerias. Al tener a Nahoya tan cerca fue que, con prisa, lo tomó de la muñeca y lo metió a uno de los cubículos que habían, cerrando con seguro y sujetando el mentón del chico para arrebatar un casto beso.

Nahoya por su parte ante el rápido reaccionar del mayor ni siquiera tuvo oportunidad de saner que es lo que estaba sucediendo, simplemente en un parpadeo ya mantenía sus labios unidos con el de trenzas y, si no fuera poco, una de las manos del ajeno ya se hallaba rebuscando en su entrepierna cual intruso en búsqueda de algo valioso.

Nahoya quería hablar primero, pero el Haitani entre más sentía la resistencia del ajeno más firmeza ponía en su agarre. El gemelo no tuvo más alternativa que ceder; la lengua del más alto ya se adentraba en la cavidad bucal, rebuscando y jugueteando con su propia lengua y en el proceso comenzaba a masturbar al menor.

Nahoya comenzaba a soltar algunos jadeos ante el vaivén que el Haitani mantenía con su diestra, incluso ya no tomó importancia al hecho de que Ran ya no ejercía fuerza para tenerlo a como se le diera en gana. Con la libre, el de trenzas comenzaba a bajarse los pantalones dejando al descubierto el miembro erecto que ya mantenía.

Ambos estaban conscientes de que no tenían mucho tiempo; quince minutos era lo maximo que tenían antes de meterse en problemas con sus profesores y compañeros. En un rápido movimiento Ran giró a Nahoya de tal forma de ponerlo de espaldas a él. Sin pizca de tacto abrió ambas piernas mientras le bajaba el pantalón al de cabellos duraznos mismo que se recargaba en la pared frente a él, pero en unos instantes el sonido de la puerta del baño principal los frenó: alguien nuevo entraba.