Ya eres libre

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Jennie: ¿estás segura de que quieres hacer esto?

Lisa: ¿quieres que te acompañemos?

Jisoo: no creo que sea una buena idea.

Rosé: no quiero que se preocupen, y quizás tengan razón, quizás no sea la mejor de las ideas, pero, después de saber la verdad sobre lo ocurrido, y que su madre y sus hermanas no podrán estar con ella, no creo que sea justo que esté sola en sus últimos momentos de vida.

Jennie: ¿la podrás ver?

Rosé: Nam-joon me dijo que estaremos en otra habitación, pero que ella y nosotros nos podremos ver a través de un cristal.

Lisa: no deberías de ir sola.

Rosé: no iré sola, Nam-joon me va a acompañar, él estará conmigo en todo momento.

Jisoo: nosotras estaremos esperándote justo afuera de ese lugar.

Jennie: es verdad, no te dejaremos sola.

Rosé se los agradeció mucho, pero también sabía que sus amigas aun desconfiaban de T/N, sobre todo porque la segunda grabación no saldría a la luz hasta después de su muerte. No perdió más el tiempo, se arregló y espero a que su amigo pasara a traerla.

Los cinco se dirigieron a la penitenciaría en donde se llevaría a cabo todo, el lugar estaba rodeado de periodistas, pero, a ninguno se le había permitido el acceso al lugar, Nam-joon al ser el abogado, consiguió que tanto él como Rosé, estuvieran presentes como testigos de lo que estaba a punto de suceder.

Las chicas se quedaron en el estacionamiento, mientras observaban como sus dos amigos se dirigían al lugar en donde se llevaría a cabo todo.

En cuanto Rosé y Nam-joon estuvieron sentados, se percataron que solamente estaba el fiscal Song Min-ho, dos guardias y nadie más. eso era todo, los medios de comunicación esperarían a que el fiscal saliera y les diera la noticia de la hora de la muerte de la acusada.

Kim Nam-joon: ¿te encuentras bien?

Rosé: lo estoy.

No esperaron más de 15 minutos, cuando la vieron entrar a esa habitación, esposada como siempre, pero ahora traía un uniforme completamente blanco, ella no los había visto, y grande fue su sorpresa cuando al levantar la mirada... se encontró con los ojos de Rosé mirándola fijamente.

Rosé: ¿qué es lo que tiene en su mano derecha? – preguntó al ver que mantenía el puño pegado a su pecho, justo a la altura de su corazón. –

Kim Nam-joon: no estoy seguro, - la verdad era que sí lo sabía, pero, no necesitaba que su amiga se sintiera peor de lo que sabía ya se sentía en esos momentos. –

Observaron cómo le quitaron todas las cadenas y las esposas, le indicaron que debía acostarse sobre una cama de metal que tenía justo al frente, la cual también tenía unos brazaletes de piel con los que amarrarían sus muñecas y sus tobillos. Una vez que estuvo acostada y bien sujetada, comenzaron a colocarle cables por su pecho y brazos, todo para poder monitorear su ritmo cardíaco. Mientras que otra persona insertaba una aguja en su brazo izquierdo.

Un médico le comenzó a explicar que sería lo que le inyectarían y cuánto tiempo tardaría en hacer efecto en su sistema, pero ella no lo estaba escuchando, su atención estaba enfocada completamente en Rosé, solo en ella.

Y en segundos, se escuchó un ruido parecido a un pequeño metal que dejaron caer al suelo, una luz roja comenzó a parpadear, el médico daba indicaciones para que se accionara el líquido que sería el que detendría su corazón para siempre.

FIN DEL JUEGO ( Rosé Y Tú) (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora